“España lidera uno de cada seis proyectos europeos de investigación”
Gonzalo Arévalo. Instituto de Salud Carlos III
El subdirector general de Programas Internacionales de Investigación del Instituto del ISCIII analiza la contribución científica española en el panorama internacional actual.
La pandemia por coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de la investigación española en el panorama internacional. Son muchos los proyectos aprobados, que están aportando mucha información para la lucha contra el SARS–CoV–2 a nivel global, aunque muchas veces todo ese trabajo en I+D no es conocido por la población general.
–¿Cómo es valorada la investigación española a nivel internacional?
–España tiene altas capacidades en ciencia y un buen reconocimiento internacional. De acuerdo con los diferentes rankings que hay que producción científica, España ocupa generalmente un lugar entre el noveno y undécimo lugar. Si vamos a ámbitos de biomedicina esa situación es algo mejor. En producción científica, podemos decir que tiene un buen comportamiento y una buena valoración, que se ratifica cuando vemos como España participa en programas internacionales y, en particular, en la capacidad de captar proyectos colaborativos. Por ejemplo, en el programa Marco, el Programa Europeo de I+D+i, España está liderando uno de cada seis proyectos, lo que nos pone al mismo nivel Alemania y Holanda, que son los países que lideran más proyectos internacionales y por encima de Francia e Italia.
–Antes de la crisis de la COVID–19, ¿en qué áreas diría que destaca más la labor de los investigadores españoles a nivel global?
–Tradicionalmente áreas como Oncología, Cardiología, o también Neurociencia y Farmacología son áreas donde España siempre ha tenido un buen posicionamiento científico y eso se ha visto reflejado en las colaboraciones internacionales. Si en vez de pensar en el área de investigación, nos orientamos más hacia el ámbito, en la parte de investigación fundamental, nuestros centros monográficos como son el CNIC, el CNIO, o los centros del CSIC, tiene muy buenos resultados en los programas internacionales. Cuando nos vamos a la investigación traslacional o clínica, la capacidad tractora la tenemos sobre todo el en SNS, en los investigadores que están en los institutos de investigación biomédica o equivalentes. Eso es lo que nos sirve para tener esa capacidad de liderazgo en Europa. Asimismo, también es destacable que España, en el ámbito de Medicina personalizada y de Nanomedicina, somos los que coordinamos las plataformas europeas para financiar proyectos colaborativos.
–Tras esta pandemia, ¿ha cambiado la forma de colaborar a nivel internacional?
–El componente internacional ha tardado algo más en arrancar que las propias acciones que hemos lanzado desde algunos países, especialmente desde España o Italia, que sufrimos la crisis antes. Tuvimos que reaccionar y la respuesta internacional más fuerte ha venido más tarde. Pero sí es verdad que nos ha hecho replantearnos la forma de actuar. Lo estamos observando a la hora del esfuerzo colaborativo a nivel internacional. Especialmente en la carrera por una vacuna, donde tenemos la meta de intentar producir en pocos meses, lo que normalmente se tarda años. Se ha percibido también en los ámbitos regulatorios, en las agencias del medicamento de los diferentes países, moviendo plazos que antes parecían que eran inamovibles, o en la propia industria, buscando cómo puede acelerar la producción y asociándose. Parte de este cambio no solo será relevante para estas crisis, sino para poder tener lecciones aprendidas, y así poder ser más efectivos en dar respuesta a otros problemas.
–¿Cuál diría que está siendo la contribución más importante de España para generar conocimiento de esta pandemia?
–Desde el ISCIII gestionamos la convocatoria nacional del Fondo COVID–19, para el que se han destinado 24 millones de euros para financiar proyectos. Para hacernos una idea del impacto, llegamos a recibir más de 1.300 propuestas, que es lo que solemos recibir en la convocatoria ordinaria anual que gestionamos. De los mismos, a día de hoy hemos seleccionado 127 proyectos. Esto demuestra lo distribuidas que están estas propuestas, en un intento de cubrir todos los ámbitos. Al final hablamos de una enfermedad nueva, y hay que tener diferentes vías abiertas. En concreto, sacamos una convocatoria con ocho líneas de actuación, destacando la parte de diagnóstico, de terapias preventivas y tratamientos para pacientes, vigilancia epidemiológica, y la parte de inteligencia artificial para rastreo y, por supuesto, la parte de vacunas. El paso siguiente es poner estas actuaciones en el contexto internacional, para que tengamos información comparable entre los diferentes países y nos permita dar una respuesta global. Así, por ejemplo, hay una iniciativa lanzada por la UE que es la Plataforma Europea de datos COVID–19, para poder compartir información, y tener una imagen continua y de cuatro dimensiones de la enfermedad y de su seguimiento en los pacientes.
También te puede interesar
Lo último