Consejos para paliar los cambios asociados a la menopausia y disminuir riesgos
nutrición
La menopausia es una nueva etapa para la mujer que afecta de diferente manera e intensidad a cada una. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, las españolas entran en esta fase entre los 48 y los 54 años de edad, experimentando cambios tanto físicos como psicológicos, que deben venir acompañados de unos hábitos saludables que ayuden a sobrellevar los síntomas propios de esta patología.
Desde el Servicio de Nutrición de HLA Santa Isabel advierten de que uno de los síntomas más significativos de la menopausia es el aumento de grasa abdominal, "ya que durante la etapa fértil acumulamos grasa en caderas y mamas, pero una vez llegada la menopausia, debido a las alteraciones hormonales, este patrón cambia. A esto hay que sumar las alteraciones metabólicas que hacen que nos resulte más difícil quemar la grasa en este periodo", explica Rosario Rubio, dietista-nutricionista del centro sevillano, y advierte que "los estrógenos tienen efecto sobre los vasos sanguíneos protegiendo el sistema cardiovascular, y cuando se alcanza la menopausia disminuye esta actividad estrogénica, lo cual se asocia a mayor prevalencia de diferentes factores de riesgo cardiovascular".
En esta etapa es importante cuidar la alimentación y prestar mayor atención a ciertos nutrientes, como por ejemplo los fitoestrógenos, presentes en vegetales como la soja. Asimismo, Rubio recalca que para facilitar la absorción del calcio se hace imprescindible la vitamina D. Además, hay que elegir carnes magras, evitar bollería industrial y fomentar el consumo de pescados, vegetales y frutas que tanto nutrientes aportan".
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