Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Real Betis
SEVILLA/El Real Betis Balompié necesita refuerzos en la plantilla, tanto en defensa, como en ataque. Además, si la entidad de La Palmera pudiese permitirse completar el centro del campo, sería la guinda del pastel. Está a punto de ser oficial la llegada de Ricardo Rodríguez, y a expensas de lo que ocurra con Germán Pezzella y River Plate, todas las miradas se dirigen a la zona ofensiva del equipo, en la que tan sólo está Cédric Bakambu, y lesionado. Para completar de la mejor forma posible el equipo, aparece en escena un nombre bastante importante: William Carvalho. El luso tiene 32 años, no tuvo la pasada campaña el papel que se esperaba de él, en absoluto, y su peso económico en la plantilla provoca que la dirección deportiva quiera darle salida a toda costa.
Aunque la situación no es nada fácil. Manuel Pellegrini cuenta con el centrocampista ante la falta de efectivos y la dificultad para realizar más incorporaciones. Ya lo dejó claro en su anterior comparecencia ante los medios de comunicación: "Ya lo he dicho en ocasiones anteriores, es un jugador del plantel, un jugador importante. Se necesitaría una cantidad de dinero alta para sustituirlo y sería importante que siguiera".
La realidad es que hay muy pocas ofertas por William Carvalho. En el club van viendo cada vez más complicada su salida a través de una venta, ya que todavía no ha aparecido ningún equipo que esté dispuesto a hacerse cargo de la ficha que pide y además compensar económicamente al Betis. Algo que precisamente cuadra con las últimas informaciones que llegan desde Brasil. Y es que, tal y como informa el periodista Ivan Andrade, el portugués habría sido ofrecido al Corinthians en las últimas horas, y estaría bastante bien valorado por la directiva del conjunto de São Paulo. Aunque lo cierto es que el club brasileño no quiere hacerse cargo de pagar ninguna cantidad a los heliopolitanos, simplemente quieren hacerse cargo de la ficha restante del futbolista.
Una voluntad que conduce a una rescisión amistosa del contrato del jugador nacido en Angola, algo que no está del todo mal visto en Heliópolis, de acuerdo a las cantidades que se ahorrarían (más de nueve millones de euros brutos por su contrato hasta 2026) y a las dificultades que se están dando para encontrar ese equipo que pague un traspaso por él.
La realidad es que rescindir a William Carvalho es un tiro en el límite salarial a corto plazo. El futbolista no está todavía amortizado por completo y que salga de forma definitiva por menos de la cantidad restante supone un duro golpe en el conocido fair play financiero. Pero la situación actual obliga a tomar este tipo de decisiones en el Betis. Todavía hay algunas posiciones que reforzar y la salida de los pesos pesados del equipo en la escala de salarios (él y Nabil Fekir) se antoja fundamental para que esas incorporaciones puedan producirse, y sobre todo, para que puedan ser inscritas en LaLiga.
Pero el problema no termina ahí. Si finalmente acaba saliendo el luso, alguien tiene que venir en su lugar y la hoja de ruta de la dirección deportiva sigue pareciendo bastante clara. Jugadores libres, cedidos (en su gran mayoría con opción a compra en el futuro) o traspasos y oportunidades de mercado a un muy bajo coste. Uno de los nombres que apareció para sustituirlo fue Azzedine Ounahi. Tampoco hay que perder de vista a Dani Ceballos, siempre bien valorado en la entidad y que en estos momentos busca hueco en el Real Madrid, un año más.
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