2019, el verano en negativo del Big Data en el Betis

Desde 2020 el Betis sigue una política de contención de gasto causada por una difícil situación económica que ha desembocado en la celebración de una junta general extraordinaria de accionistas, fijada para el próximo 25 de agosto, en la que el consejo de administración propondrá una ampliación de capital que divide a los accionistas. Fichajes libres o cesiones, o apuestas de futuro con la idea de vender más adelante como el año pasado, viene siendo la línea de incorporaciones las últimas campañas desde que en 2019, tras echar a Lorenzo Serra Ferrer, el club gastara más 95 millones en jugadores, según transfermarkt, de los que apenas recuperó lo invertido por Álex Moreno y Lo Celso.

Pero no siempre tuvieron los directores deportivos que quebrarse la cabeza tanto y rastrear el mercado en busca de grandes oportunidades, adelantándose en muchos casos a competidores con un arduo trabajo previo. En 2019 el club verdiblanco tiró de chequera tras echar a Lorenzo Serra Ferrer y empezar un modelo de trabajo sin director deportivo en el que el Big Data tenía la palabra decisiva junto al vicepresidente José Miguel López Catalán, muy volcado entonces con el trabajo de la secretaría técnica y miembro de una comisión deportiva que decidía.

Sea como fuere la inversión en ese verano de 2019 se disparó tras una campaña, la segunda, en la que el equipo fue de más a menos con Quique Setién y acabó noveno, fuera de Europa. Para recuperar la ilusión del beticismo los responsables del club abrieron el grifo de los fichajes: Borja Iglesias, 28 millones; Fekir, 20 millones; Juanmi, 8 millones. Dani Martín, cinco millones. Álex Moreno, 9 millones; además de ejercer la opción de compra de Lo Celso en abril por 20 millones. Guido Rodríguez llegó en la siguiente ventana invernal por 4 millones por el 70% de su pase.

No fueron bien las cosas en esa campaña y el Betis acabó, pese al fuerte desembolso, en la zona media-baja de la clasificación, teniendo que echar (y pagar) al técnico Rubi y comenzando una época en la que apenas era capaz de ingresar dinero por traspasos, una de las tres fuentes de generar dinero de los clubes junto a los derechos de televisión y el ticketing y venta de abonos. La última gran operación de salida fue la venta en enero de 2020 de Lo Celso, por quien el Tottenham pagó una cifra superior a los 30 millones de euros después de abonar una cantidad entre 16 y 18 millones por la cesión más la plusvalía. Eso sí, el PSG tenía un 20% de sus derechos. El Betis lo fichó por 22 millones.

Antes, en 2019 se traspasó a Pau López a la Roma en una operación cifrada por el club italiano e 23,5 millones y a Júnior al Barcelona por 18 millones más otros 10 en variables; en 2018 el Betis vendió a Fabián al Nápoles por unos 30 millones, y en 2017 a Dani Ceballos al Real Madrid por 16,5 millones.

En el fútbol actual comprar barato y vender caro es fundamental para mantenerse en la rueda. Sin grandes ventas desde 2020, el Betis entró en un bucle en el que las incorporaciones tenían que ser a coste cero. En 2020 llegaron como agentes libres Montoya, Víctor Ruiz y Claudio Bravo. La contratación de Manuel Pellegrini más la base que ya había fue el factor diferencial.

En el verano de 2021 llegaron también a coste cero Rui Silva y Sabaly; cedidos, Bellerín, Miranda y Willian José, con opción de compra obligatoria, y se pagó 3,25 millones por Pezzella, un precio muy bajo para el nivel que ha mostrado el argentino. Hace un año el Betis se ahorró el traspaso de Luiz Felipe, al que ahora ha puesto en el escaparate, pero pagó 13 millones por el 80% de la ficha de Luiz Henrique y afrontó la compra de Willian José: otros 10 millones. Además, llegó Abner en invierno.

Este verano los siete fichajes que han llegado a Heliópolis han sido a coste cero. Ayoze quedó libre tras acabar contrato en el Leicester; Isco estaba sin equipo; Marc Bartra y Collado negociaron su rescisión con el Trabzonspor y el Barcelona, respectivamente; Bellerín acabó su vinculación con el Sporting de Portugal; Marc Roca salió cedido del descendido Leeds United; y Riad llega a préstamo, con opción de compra, del club azulgrana. Además, ha ingresado unos 15 millones de euros por los traspasos de Canales y Édgar.

Y aun así la situación económica del Betis es tal que el consejo de administración solicitará una ampliación de capital que le permita mantenerse, según indicó el presidente, Ángel Haro, seguir en el grupo de los equipos de arriba. De los fichajes de 2019 y el gasto de más de 95 millones el Betis sólo traspasó a Álex Moreno al Aston Villa casi por la misma cantidad por la que lo compró y Lo Celso, vendido por 30 millones de los que el 20% fue para el PSG, del que lo compró por 22. Sin grandes ventas, la ampliación de capital es el camino para enderezar unas cuentas que cambiaron su rumbo en el verano de 2019.