Valladolid - Betis: En campos así se escapa Europa (1-0)

Sevilla/El Betis, a domicilio, sigue dejando mucho que desear, con un rendimiento muy pobre y una imagen para reflexionar. Al cuadro de Pellegrini le faltó contundencia atrás y, una vez más, pegada arriba. Queda mercado, pero la llegada de un extremo y un artillero que eleve el nivel de ataque resulta esencial para un equipo heliopolitano que genera mucho en las botas de Isco pero no es nada determinante ante la portería rival. Un Isco que esta vez estuvo acompañado por un apático Lo Celso, que con su actuación alimenta le debate sobre si se siente cómodo en la derecha. Tiene ahí trabajo Pellegrini y en los despachos, la dirección deportiva. Y si empieza a faltar hambre y ambición, mal asunto. Empate en Las Palmas, derrota en Mestalla, en el José Zorrilla... En campos así se esfuma Europa y se cae en la mediocridad. Avisado queda el Betis.

El Valladolid salió muy intenso en su presión alta y a punto estuvo de abrir el marcador cuando no se había cumplido aún el primer minuto de partido. Kike Pérez provocó el error de Johnny en la entrega y la jugada acabó con Anuar perdonando ante Fran Vieites. Alivio para un Betis al que le costó encontrar los espacios en el centro del campo por ese 4-1-4-1 del equipo de Diego Cocca. Kike Pérez y Mario Martín estuvieron muy encima de Johnny y Altimira, y eso provocó que Isco y Lo Celso tuvieran que bajar a recibir, aunque siempre con mayor protagonismo del costasoleño que del argentino. De hecho, un pase del de Arroyo de la Miel dejó a Bakambu en una buena posición dentro del área, pero su remate se marchó desviado (10’). Primer aviso serio del conjunto de La Palmera, que poco antes había recibido otro susto en una falta escorada lanzada pro Kike Pérez que remató Mario Martín y se fue fuera poro poco (8’). No hubo un dominador claro y las llegadas a ambas áreas se sucedieron. Así, en un centro de Ricardo Rodríguez, Bakambu dejó la pelota muerta a Lo Celso, pero el disparo de éste a bote pronto se marchó desviado (14’).

ISCO, SIN ACOMPAÑAMIENTO EN ATAQUE

Se empezó a ver una vez más que a los verdiblancos les falta definición de cara a gol, cosa que volvió a quedar claro en las botas de Abde, quien sigue sin culminar nada de lo que genera. Esta vez, tras recibir un pase de Isco, que dejó atrás a dos rivales –a uno con unas cachitas de mucha calidad–, se frenó y se equivocó en la decisión final con un lanzamiento alto. ¡Qué distinto sería este Betis si Isco y Lo Celso estuvieran mejor rodeados y acompañados en ataque! Faltan delanteros y extremos de más calidad, algo más que evidente...

Mientras, el Valladolid siguió a lo suyo y generó peligro saliendo desde atrás con mucha velocidad con la calidad de Raúl Moro y los desdobles de Lucas Rosa, aprovechando ambos la poca ayuda defensiva de Lo Celso a Sabaly, quien sólo contaba con el apoyo de Llorente. Así, un centro del lateral blanquivioleta, tras dejada de Raúlmoro, lo cazó Marcos André –generó muchos problemas a los centrales con su movilidad y regates en carrera– con la pierna izquierda tras adelantarse a Natan, saliendo el balón fuera cuando el público local se disponía a cantar gol (37’). Y de una portería a la otra, pues la réplica del Betis llegó a cinco minutos para el descanso, pero Bakambu tiró horrible precipitándose en su disparo. Acabó el primer acto Lo Celso con una falta desde la frontal del área que se marchó fuera sin peligro alguno. No estuvo fino ni con mucho protagonismo el de Rosario en una primera parte en la que el Betis demostró que sigue teniendo un problema de cara a portería y de calidad en las bandas, con un Sabaly que apenas se prodigó en ataque y un Abde nada determinante junto a un Ricardo Rodríguez que arriba tampoco demostró mucho.

JUSTO PREMIO PARA EL VALLADOLID

A la vuelta de la caseta, el Valladolid dejó claro que estaba jugando con una marcha más que el Betis. Mucho más intenso en la disputa y con más mordiente en la disputa. Por ello, el equipo pucelano tuvo la recompensa del gol en una gran acción. Sensacional pase de Marcos André a la espalda de Sabaly y el pase de Lucas Rosa lo manda al fondo de la red Kike Pérez (58’). Justo castigo para un equipo verdiblanco que no se estaba enterando en ningún momento de lo que requería el partido, a excepción de Isco. Entonces, Pellegrini reaccionó moviendo rápido el banquillo. Metió a Ruibal por la derecha y Lo Celso ocupó el sitio de Altimira en el doble pivote, aunque ni ahí brilló el ex del Tottenham, tampoco muy implicado en labores defensivas. Tarde muy gris hasta el punto que tras ver amarilla fue cambiado por Mateo.

Y mientras, en la hierba y con 1-0, fue el Valladolid el que lanzó contras muy peligrosas por medio de Marcos André, que fue un incordio constante para los dos centrales béticos. Sólo a partir del minuto 73, con la entrada de Jesús Rodríguez al campo y Ruibal pasando al sitio del sustituido Sabaly, se vio un Betis con algo de más insistencia y protagonismo por la banda derecha. De hecho, el extremo alcalareño puso un buen centro a Juanmi, que remató de cabeza y la pelota se marchó fuera por poco (75’). Clara ocasión para un Betis que antes de esa acción vio cómo Ruibal estuvo de forma magistral ganándole en velocidad a Raúl Moro en una acción muy peligrosa en la que el veloz jugador pucelano se iba a quedar solo ante Vieites.

DIEZ MINUTOS DE ALARGUE

Pasaban los minutos, y con Isco tirando del carro el Betis fue poco a poco metiendo en su área al Valladolid, siendo Jesús Rodríguez protagonista de las acciones más peligrosas, pero sin definición ante la meta rival y con un Javi Sánchez providencial cortando varias acciones de peligro en esos once minutos de alargue que dio Cordero Vega.

El trencilla decretó el final de la contienda tras una acción en la que Vitor Roque se dejó caer claramente en el área intentando provocar penalti en una acción ante Javi Sánchez. Fue el cierre de un pésimo encuentro del Betis. Un Betis que no fue contundente en defensa, que volvió a demostrar que no tiene gol y que le falta calidad arriba. Derrota justa en uno de esos campos en los que perder es sinónimo de dejar escapar el tren europeo.