El sufrimiento de Aitor Ruibal en el penalti del Betis; no quiso mirar
Real Betis 2-2 FC Barcelona
El lateral del Betis fue el único que no pudo mirar la ejecución del penalti de Lo Celso
Cuando anotó el argentino explotó con una mezcla de alegría y rabia acumuladas
El análisis de lo que fue el Betis Barcelona en el Benito Villamarín
SEVILLA/Una vez más se vivió un final de infarto en el Benito Villamarín en el partido entre el Real Betis Balompié y el FC Barcelona. Fue en un choque en el que los de Manuel Pellegrini aguantaron bien durante un gran tramo de la primera parte pero terminaron sucumbiendo ante la única ocasión de un excelso Barça con balón en el primer envite. La clave para los verdiblancos era anularles también con balón al margen de en las ocasiones de gol y así lo hicieron en el segundo tiempo. Los de La Palmera comenzaron a tener ocasiones de gol y en una de ellas Vitor Roque forzó un penalti que a la postre serviría para la igualada inicial.
Esa pena máxima nos dejó varias historias en un sólo paquete de minutos. La del sexto gol de Giovani Lo Celso, la del fallo arbitral en contra del conjunto bético que tuvo que salir a solucionar el VAR (con polémica incluida por una posible roja a De Jong) y sobre todo, el cómo vivió el penalti uno de los capitanes, Aitor Ruibal. El catalán se encontraba calentando en la banda y durante toda la secuencia se le pudo ver bastante afectado, nervioso y pasándolo realmente mal hasta que el rosarino transformó el gol.
No quiso ni mirar
La secuencia comenzó con una protesta muy aireada de todos los futbolistas que estaban en esa zona del terreno de juego realizando los ejercicios de calentamiento. El penalti de Vitor Roque parecía meridianamente claro (como así se señaló después tras la revisión en el VAR) y Ruibal fue uno de los que protestó de una forma más vehemente. Una vez que se paralizó el juego, los momentos de revisión los vivió con bastante tensión, sin parar de caminar de un lado a otro esperando la decisión de Muñiz Ruiz. Finalmente, con la señalización del penalti, se alegró de forma contenida y se dirigió a su particular rincón.
La tensión y el miedo al fallo era de tal envergadura que no quiso ni dirigir la mirada al punto en el que estaba preparado Giovani Lo Celso para materializar la pena máxima. Durante el proceso giraba de vez en cuando la cabeza para ver cuánto quedaba para el chute y que terminase la agonía. De hecho, en un par de ocasiones comenta algo con Isco, que estaba calentando en ese momento también. Con el gol, Aitor estalla, salta, grita y celebra como si lo hubiese marcado él mismo mientras corría a unirse al corrillo de futbolistas al rededor de su compañero argentino.
Un gran compromiso con la causa
Como no podía ser de otra forma, el compromiso de uno de los capitanes de la plantilla con la causa es máximo. Cuando terminó de celebrar el gol se le pudo ver volviendo a su sitio de calentamiento mientras se quitaba el sudor de la frente y resoplaba, quitándose todo el peso del mundo de los hombros. Y es que es uno de los que peor lo ha pasado a lo largo de las últimas semanas con los malos resultados del equipo. De hecho, compartía una publicación en redes sociales que así lo mostraba.
“No os miento si os digo lo jodido que estoy por esta mala racha. Pero tampoco quiero ocultarlo, por eso pongo este mensaje. Esto es el fútbol. Hay que seguir y estar unidos para terminar el año lo mejor posible. Queda mucho”, publicaba.
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