El reencuentro del Betis con el gol desde la verticalidad

Real Betis

El cuadro verdiblanco atacó ante el Athletic con la celeridad con la que lo hacía en la segunda temporada de Pellegrini en el banquillo plantándose de área a área en pocos toques

Fornals lanza el ataque en el segundo gol del Betis tras el robo de balón a Nico Williams.
Fornals lanza el ataque en el segundo gol del Betis tras el robo de balón a Nico Williams. / Juan Carlos Vázquez

El debate sobre la falta de eficacia y suerte cara al gol viene acompañando al Betis desde el principio de temporada. Prácticamente todos sus atacantes han estado en algún momento en entredicho por su falta de puntería y sus 31 goles a favor es la menor cifra entre los siete primeros. Ante el Athletic, sin embargo, marcó por segunda vez en Liga esta campaña más de dos goles, tuvo ocasiones y llegó con cierta facilidad al área rival. ¿Qué cambió? Nada y todo. El dibujo táctico es el de siempre y la variación de jugadores no fue clave, al contrario que la idea de un fútbol más vertical que recordó al Betis de la segunda temporada de Manuel Pellegrini, un equipo vertical en el que el balón va siempre hacia delante de una forma veloz acompañada por futbolistas que se proyectan en ataque en busca de los espacios.

El plan del técnico chileno ante el cuadro vasco salió a la perfección. No quería el entrenador bético que el Athletic robase la pelota en la salida del balón de su equipo. Apostó, sin atrincherarse atrás, por esperar organizados con una idea clara: salir con velocidad en pocos toques. Y así llegaron los tantos de los verdiblancos: control, pase y a correr hacia la portería contraria.

12 segundos

El 1-0 es el ejemplo perfecto. Un ataque desde el área propia hasta el gol en apenas 12 segundos y nueve toques entre cinco futbolistas. Pezzella corta cerca de la frontal de su área un pase rival con la cabeza. Sergi Altimira recoge el balón y en tres toques (control, acomodamiento y pase) conecta con Johnny Cardoso. Otros dos toques del internacional estadounidense: control y centro al espacio para que Willian José hiciera magia. El brasileño da muestras de una visión de juego y gran calidad con una asistencia de primeras a la carrera de Chimy Ávila, que con otros dos toques (control y remate) bate a Unai Simón. Gol, 1-0 de área a área en nueve toques, interviniendo cinco jugadores: un defensa, dos centrocampistas y dos delanteros.

Del centro a la banda

Muy parecida fue la acción del 2-0. Casi igual de vertiginosa desde la recuperación de Fornals, que bajó para hacer la ayuda a Ruibal frente a Nico Williams. Entre el robo y sacarse la pelota de encima, tres toques hasta que el esférico llega a Sergi Altimira, que limita su intervención a control y pase. Otra vez Willian José bajó al centro del campo para armar el ataque con un solo toque, esta vez abriendo hacia la izquierda de primeras para la subida por la banda de Chimy Ávila, que con un pase cede para Fekir. Él sigue corriendo, pero el francés controla, avanza con un leve toque, levanta la cabeza y pone la pelota en el centro del área chica donde Willian José remata como llega. Otra vez apenas once toques al balón entre seis jugadores desde la recuperación al remate en el área contraria en un puñado de segundos para generar una clara ocasión de gol.

Johnny Cardoso celebra su gol col Fekir, su asistente
Johnny Cardoso celebra su gol col Fekir, su asistente / Juan Carlos Vázquez

Ruptura al primer toque

La jugada del tercer gol fue la más elaborada, pero en cuanto un centrocampista contacta con la pelota el ataque cambia de velocidad. La acción empieza en Rui Silva, que cede para Chadi Riad, que conduce el balón con cuatro toques antes de jugar con Pezzella y éste, con Ruibal. Cuatro toques entre los dos antes de conectar con Fornals, que rompe líneas con un pase al primer toque a Willian José, que de primeras otra vez abre a la banda para Fekir. Control y pase del internacional galo y balón ya al área para el brasileño, que de espaldas entre que doma la pelota y encuentra de nuevo a Fekir da otros tres toques. Dos más del francés, control y asistencia para la llegada de Johnny Cardoso que chuta en carrera para sellar la victoria heliopolitana. Nada de controlar y perder tiempo para que un rival llegue al cruce.

El problema de este Betis no ha sido en muchas ocasiones el quién, sino el cómo, aunque es cierto que una cosa puede llevar a la otra. Willian José, por ejemplo, tantas veces criticados por vivir fuera del área, fue clave en los tres goles bajando al centro del campo y con un toque crear superioridad en el inicio del ataque verdiblanco. El balón pasó con celeridad por el centro de forma vertical sin inocuos pases en corto en horizontal que permiten a cualquier defensa reorganizarse y los jugadores buscaban los espacios con verticalidad, ya fuera Chimy Ávila, Fornals o el propio Fekir, siempre con la portería rival en la cabeza. En la jornada 26 de la 2021-22, la más realizadora con Pellegrini, el Betis sumaba 48 goles, 17 más que los 31 que acumula ahora aunque con apenas cuatro puntos más en la tabla. Recuperar esa verticalidad debe ser el reto futbolístico.

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