Betis - Kryvbas: Ojo, que nadie se olvide que hay partido

Con el 0-2 de la ida el conjunto bético debe convertir con una buena actitud el duelo en un mero trámite

Opción para que algún jugador se reivindique y, por qué no, despedir a otros

Fekir, que negocia su salida al Al-Jazira, viajó ayer y Pellegrini avisa: "Hasta el cierre del mercado cualquier jugador puede salir"

Abde golpea la pelota en el inicio de la sesión de trabajo de la plantilla bética este miércoles en la ciudad deportiva. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/Por mucho que Manuel Pellegrini trató de poner el foco de atención en el Kryvbas, en la previa del partido de vuelta de la eliminatoria de acceso a la Conference League, con dos goles de renta tras el 0-2 de la ida, el protagonista fue Nabil Fekir, que puso rumbo ayer, vía Barcelona, para cerrar su fichaje con el Al-Jazira antes del cierre del mercado el viernes antes de las medianoche del sábado. El galo, ojito derecho del técnico y que pese a las ocasiones falladas en Mendizorroza había empezado bien, deja un hueco en la plantilla que el técnico apremia a que se cubra para no “pagar las consecuencias”, como el año pasado. 

Pero sin Fekir y sin alguno más, como Isco, que sigue recuperándose de su lesión, como Bakambu; sin los tocados Bartra y Chimy Ávila, el Betis no se puede olvidar que afronta un partido importante y que no puede distraerse ante un rival inferior, pero al que hay que superar para seguir en Europa y cumplir con el primer objetivo, obligado, del curso.

Ya en tierras eslovacas, donde el conjunto ucraniano juega por la guerra en su país, el equipo verdiblanco mostró en la práctica su superioridad aunque sólo pudo materializar dos tantos, el segundo de un Rodri que parecía estar más fuera que dentro por el interés del Mallorca en esta recta final de la ventana de fichajes, aunque la operación de Fekir puede frenar su salida. Todo ha cambiado en cuestión de días y si el entrenador chileno daba su plantilla por cerrada parece que ahora pueden salir varios, lo que implicaría otras tantas llegadas. Y estar pensando en estas cosas, en quién se va y quién viene y condicionar de alguna manera a Pellegrini, no es la mejor forma de afrontar un encuentro oficial, aunque la renta obtenida hace una semana da mucha tranquilidad.

Hasta Rui Silva, en la picota por el interés del Benfica aunque no se ha traducido en propuesta formal, afronta unos días de tensión que no le impedirán defender la portería bética, ya que el técnico espera confirmar la clasificación para empezar con sus rotaciones. En defensa todo está claro también, ya que la baja de Bartra por una sobrecarga no deja otra opción que la dupla de centrales Natan-Diego Llorente, quien lo ha jugado todo, dejando a Ricardo Rodríguez en la recámara por si tiene que tirar de él en esa posición y a Perraud en el costado izquierdo. Por la derecha, teniendo en cuenta que el domingo hay duelo en el Santiago Bernabéu y el titular es Sabaly, podría estar Bellerín.

Repetiría por delante la pareja de pivotes que jugó la ida con Johnny Cardoso y Sergi Altimira y las dudas están en la línea de mediapuntas, con Ruibal otra vez en la punta del ataque ante la falta de delantero –Chimy Ávila y Bakambu están lesionados y Vitor Roque, sin inscribir en Europa–. Por la izquierda Abde parece la elección y en caso de reservar piezas como Juanmi y Fornals pensando en el choque contra el Real Madrid en tres días, por la derecha podría tener su oportunidad Assane, pretendido por el Hoffenheim, y en el centro un Rodri que podría haber visto frustrada su salida al Mallorca y puede reivindicarse en su posición natural por fin, y no volcado en una banda, aunque la idea del club es traer algún recambio a Fekir.

Demasiados cuestiones, en definitiva, extradeportivas y limitaciones para Pellegrini para afrontar una cita crucial que, en cualquier caso, el Betis debe superar independientemente de todo el ruido exterior para disputar la remozada tercera competición continental, cuyo primer partido afrontaría el 3 de octubre. Que el choque sea un trámite depende sólo del conjunto verdiblanco y de que sus jugadores sepan aislarse de lo movido de estos días para centrarse en un Kryvbas que jugará sin presión alguna a sabiendas de que lo tiene todo cuesta arriba. Es una oportunidad para que algún jugador se reivindique y hubiera sido una gran ocasión de despedir como se merecía a Fekir. 

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