Pellegrini, desquiciado con Abde en el lanzamiento de penalti del Betis: Así ocurrió

SEVILLA/El Real Betis Balompié se enfrentaba en la tarde de este domingo al Real Club Deportivo Espanyol en el partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga EA Sports en lo que era un encuentro fundamental para los intereses del conjunto bético en la tabla y, sobre todo, en lo que a la oportunidad de volver a recuperar sensaciones se refiere. En los primeros 20 minutos de partido se pudo ver como el equipo de Manolo González hacía una apuesta valiente, aprentando a los locales en la presión y teniendo incluso algún que otro acercamiento a la portería de Rui Silva. Pero lo que más destacó de los periquitos fue la capacidad de robarle el balón al equipo de Pellegrini, que no lo pasó demasiado bien en esos primeros 20 minutos. Después, el equipo consiguió asentarse en el marcador y acumular cada vez más tiempo la pelota en campo rival.

Tuvo alguna que otra ocasión, pero ese dominio no terminó de traducirse en ocasiones claras. Sólo Bakambu y Abde en dos llegadas a la portería del Espanyol pusieron en pie al Benito Villamarín en dos ocasiones. Y llegó el minuto del penalti. El norteafricano, con una buena internada por banda izquierda, conseguía provocar una pena máxima evidente que Hernández Hernández pudo ver desde el primer momento en directo.

Un cabreo inédito en Pellegrini

A partir de aquí el orden de los acontecimientos fue el siguiente: Giovani Lo Celso se fue a por la pelota para lanzar la pena máxima pero en su camino hacia los once metros se cruzaba con un Abde que, al haberlo provocado, le pidió lanzarlo. El de Rosario le dio el balón y aquí se desató el nerviosismo en el banquillo. Rubén Cousillas y Manuel Pellegrini salieron lanzados a pedir a gritos que el lanzador fuese el argentino. Incluso se le vio al segundo entrenador hacer un gesto simulando la curvatura que coge la pelota cuando es un futbolista zurdo el que lanza.

Al ver esto, Marc Roca cogía la pelota y se colocaba en el punto de penalti esperando que la situación se resolviese. Los aspavientos seguían constantemente en el área técnica, pero Abde seguía en sus trece. Iba a a tirar el penalti. El guión ideal hubiese sido que la pelota terminase dentro de la portería y que el jugador cogiese confianza, pero terminó ocurriendo todo lo contrario.

La secuencia terminó en aplausos

Abde lanzó y falló, y a partir de aquí se desataron las quejas. Primero en la grada, con una grandísima decepción con su jugador. Y luego, en Pellegrini. Rubén Cousillas se metió para dentro del banquillo resignado y el chileno no hacía más que protestar, visiblemente enfadado. Hubo un poco de incertidumbre ya que el lanzamiento fue revisado por un posible adelantamiento del guardameta visitante, pero finalmente no volvió a tirar ningún jugador verdiblanco.

Tras esto, Pellegrini siguió clamando al cielo hasta que el colegiado pitó el final de la primera parte. Fue el primero en irse rápidamente hacia el túnel de vestuarios y Abde el último, coreado y vitoreado por gran parte de la afición bética. Salía el marroquí visiblemente apenado, pidiendo disculpas con los brazos, y sabiendo lo que le esperaba en el vestuario.