Del óptimo estado de forma de Ayoze a la confirmación de Fran Vieites

Fran Vieites, Visus, Bellerín por delante de Sabaly, en una línea de mediapuntas con Rodri por dentro, donde más le gusta (aunque de nuevo se quedara a medias el extremeño)... El equipo inicial del Betis apuntaba a demasiado circunstancial para plantar cara a todo un Real Madrid en el Santiago Bernabéu, pero de nuevo sacó el carácter competitivo que suele con Manuel Pellegrini al mando. Ayoze Pérez ejerció de líder ante la ausencia de Isco, Guido y Nabil Fekir, quien al final no salió al resentirse de un golpe.

Ayoze | El final de la temporada no ha podido ser más inoportuno por su gran progresión

Una pena para el delantero canario que se haya acabado la temporada. Porque Ayoze Pérez quería más, mucho más. En el Santiago Bernabéu volvió a dar una lección de cómo debe actuar un falso extremo para desestabilizar a toda una defensa con su movilidad, visión de juego y calidad. Está para la selección.

Fran Vieites | Otro partido ‘señalaíto’ en el que el gallego respondió con creces

Como ya le ocurriera en el derbi de Nervión, Fran Vieites demostró en el Santiago Bernabéu que el Betis puede confiar en él. Bajo el larguero siempre estuvo bien colocado y respondió a los remates de Vinícius (complicado, por cercano y por la sorpresa del taconazo) y Bellingham. Y también ante el brasileño estuvo muy rápido en la salida. Sólo erró en un despeje y una salida por alto.

Visus | Se adueñó de su parcela y echó una mano a Miranda

El espigado central verdiblanco, como en aquella segunda parte en la que secó al mallorquinista Muriqi, demostró una gran personalidad y no permitió que nadie le creara peligro por su parcela, cerrando líneas de pase o remate, cuando no anticipándose. Y echó una mano a Miranda cuando tocaba abrirse a la banda.

Abde | Cierra su primera temporada con otra ocasión al limbo

Acaba la primera temporada de Ez Abde en el Betis y lo hace con una última ocasión que vino a simbolizar lo que ha sido el marroquí de verdiblanco. Ese ataque en el que chutó a las manos de Courtois en un alarde de inocencia es un eslabón más en una cadena que ha desesperado al aficionado helipolitano.