De la omnipresencia de Guido a los minutos de ley de Joaquín
Betis-Rayo | Nombres propios
El medio centro argentino le dio siempre equilibrio a la escuadra de Pellegrini a pesar de que el Rayo acumulaba hombres alrededor de él
La crónica del Betis-Rayo
Noche completa para los béticos gracias al merecido triunfo contra un Rayo Vallecano que siempre pone las cosas difíciles. Pero los hombres de Manuel Pellegrini supieron jugar con el marcador para adicionar tres puntos más a la tabla clasificatoria.
Guido Rodríguez | No está en momentos especiales, sí está siempre
El medio centro no estará casi nunca en los momentos especialmente brillantes, en esos golazos en los que participaron tanto Sabaly como Joaquín y Borja Iglesias. Sin embargo, el juego del ancla verdiblanco fue realmente espectacular. Siempre supo darle el equilibrio a todo el equipo, particularmente en la resta, pero también se sumó al ataque con un par de disparos peligrosos en sus llegadas. Iraola trató de buscarle las espaldas con Trejo, Isi y Raúl de Tomás, pero no lo logró.
Sabaly | Su disparo con la izquierda es un lujo absoluto
Impresionante el golazo del lateral derecho senegalés en un balón que había sido despejado por la defensa del Rayo tras un saque de esquina. Fue con toda la potencia con su pierna menos buena y soltó un verdadero obús hacia la escuadra de Dimitrievski. Pero particularmente bella fue la comba que cogió el balón hasta dirigirse hacia la esquina de la portería.
Joaquín | Tocado, no le regalan los minutos y lo demuestra
Con la rodilla especialmente vendada tras el esguince de rodilla que sufriera en el Camp Nou parecía que no estaba en las condiciones físicas adecuadas para participar. Nada más lejos de la realidad. Pellegrini lo introdujo en el juego en el minuto 90 en compañía de Juanmi y el portuense tuvo tiempo para desmarcarse en una contra de Rodri y para darle un excelente pase atrás a Borja Iglesias.
Borja Iglesias | Es una gran noticia para el Betis ese gol final
Hay cosas que pueden tener mucho más efecto que un gol en sí, por mucho que éste ya sea particularmente trascendente siempre. El delantero gallego se reencontró con la suerte suprema del fútbol y lo hizo después de haber tenido otra gran oportunidad con anterioridad que no había sabido aprovechar. Pero el pase de Joaquín era un verdadero caramelito y la puso dentro.
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