El mejor ganó el derbi y es el Betis

La crónica

Los verdiblancos le dieron la vuelta tras el gol inicial de Rubén Vargas para el Sevilla y después supieron dormir el juego para que no pasara apenas nada en la segunda mitad

Johnny y Cucho Hernández marcaron los goles de la remontada heliopolitana

Así le hemos contado el derbi sevillano

Cucho Hernández, autor del segundo gol, es izado a hombres con el marcador final del 2-1 de fondo.
Cucho Hernández, autor del segundo gol, es izado a hombres con el marcador final del 2-1 de fondo. / Antonio Pizarro

Sevilla/Celebrado, y merecido, triunfo del Real Betis Balompié en el derbi del fútbol sevillano después de seis años y medio. Los verdiblancos le dieron la vuelta al gol inicial de Rubén Vargas con sendos tantos en el primer periodo de Johnny y Cucho Hernández, ambos plenos de calidad tanto en los toques previos como en los remates. La lógica, pues, se impuso. La escuadra verdiblanca es mucho mejor, tanto como once puntos en la actualidad, que el Sevilla Fútbol Club y por ello se quitó el sinsabor de tantos años sin festejar al final del derbi, el primero de ellos, lógicamente, el propio Manuel Pellegrini, que se estrenaba en esta faceta en la Liga.

El guión se ajustó, pues, a lo previsto, aunque todo iba a comenzar de una manera muy diferente. Los sevillistas, que habían partido sin Saúl Ñíguez, su supuesto fichaje estrella, y también sin Ejuke, titular en los dos partidos anteriores, se adelantarían pronto en el marcador gracias a una buena acción de Rubén Vargas, uno de los elegidos por Xavi García Pimienta para arrancar el derbi.

Pero ni siquiera esta circunstancia iba a servir para que el duelo de la máxima rivalidad sevillana pudiera teñirse de rojo. Para nada, el Betis, con Pablo Fornals en el eje como principal novedad de Pellegrini en el lugar de Altimira, no se descompuso y supo esperar a que una de sus numerosas llegadas sirviera para desarbolar a un adversario que lo basaba todo en la simple premisa de defenderse con orden.

Bastó con que Pablo Fornals creara una superioridad por el costado derecho. Le metió un balón profundo a Sabaly con Kike Salas rompiendo el fuera de juego y Pedrosa tan despistado como en el resto del encuentro. El pase del senegalés llevaba veneno y Johnny se encargó de hacerlo aún mejor. El brasileño, nacido en Estados Unidos, empalmó con fuerza y con muchísima calidad para volver a emparejarlo todo sólo ocho minutos después de que se adelantaran los visitantes.

Pellegrini arriesgó con Fornals junto a Johnny y el castellonense le dio la razón con su participación decisiva en el 1-1 con la superioridad y el pase

El partido tuvo su rato más parejo después de ese uno a uno, incluso los sevillistas se acercarían a la portería, casi por única vez aparte del gol, con dos disparos de Isaac que fueron bloqueados con acierto por un Bartra mucho más intenso. Pero justo antes del intermedio iba a aprovechar el Betis la calidad de su línea más avanzada. Un balón regalado por Pedrosa con un despeje propio de la Segunda Regional y Jesús Rodríguez, Isco y Cucho Hernández lo iban a convertir en oro puro.

Porque el toque del joven extremo buscando la zona interior es perfecto y profundo, pero es que Isco lo iba a escupir con rapidez de una manera no menos letal. Calidad pura, magia del malagueño en el toque con el interior a la primera para aprovechar que Cucho Hernández había trazado un desmarque propio de un magnífico delantero, de un punta moderno que busca el espacio.

García Pimienta planteó todo con un 1-4-4-2 esperando siempre con Juanlu en teórico apoyo de Isaac, pero sólo le duró hasta el 1-1; después nada de nada

El resto ya le correspondía al colombiano, pues tenía que corroborar la diferencia entre un nueve bueno y otro del montón. Una vez solo delante de Nyland, nada de ponerse nervioso, golpeo con la punterita de su pie derecho ante la salida del portero y ya, antes incluso de que el balón sobrepasara la línea de meta, se podía ir a celebrar el gol con sus hinchas.

Remontada antes del intermedio

Eso hizo precisamente el punta llegado del fútbol norteamericano. El Betis había sido capaz de darle la vuelta al marcador y, además, lo hacía incluso antes del intermedio, sin tener que esperar a que los nervios pudieran atenazarlo en la segunda mitad.

Restaba un tiempo entero por delante, bastante para que pudieran producirse más alternativas, pero nada de eso iba a ocurrir. El Betis, con el marcador a su favor, supo manejar las circunstancias de forma casi litúrgica. Siempre hizo lo que tenía que hacer y ni siquiera acusó que Isco se tuviera que marchar del campo por sus problemas físicos.

El poco tiempo que tardaron los béticos en igualar el cero a uno demostró la diferencia de nivel entre unos y otros y fue clave en la remontada

Los verdiblancos controlaron en todo momento los tímidos intentos de un Sevilla que acusaba, más que nunca, la falta de calidad de su plantilla. García Pimienta sí agotaba esta vez los cinco cambios e iba metiendo sucesivamente a Saúl Ñíguez, Akor Adams, Ejuke, Peque e Idumbo. Ninguno de los cinco aportaría ninguna situación positiva para el equipo que estaba obligado en esa segunda mitad a remar contra la corriente. Un disparo en una falta lejana de Gudelj repelido por Adrián (60') y una presión de Saúl Ñíguez y Akor Adams al guardameta verdiblanco en la que éste pudo complicarse la vida (75') fueron las dos únicas acciones en las que los sevillistas llegarían a acercarse al menos, tampoco con excesivo peligro pero bueno, era para lo único para lo que estaban capacitados los hombres de García Pimienta, Víctor Orta y José María del Nido Carrasco.

Seguridad bética e impotencia sevillista

El Betis, mientras, se sentía tremendamente seguro con un Johnny que mandaba en el centro del campo y con un Lo Celso, el sustituto de Isco, nada más y nada menos, que sabía controlar la pelota en el medio para sacar faltas y provocar que la tranquilidad no se alterara jamás para los suyos.

Con la ventaja justo antes del descanso, los heliopolitanos no tuvieron el más mínimo problema para mantener ese marcador en la segunda mitad; sólo la inquietud

Tampoco necesitarían los verdiblancos ningún acercamiento más verdaderamente peligroso. Sólo una palomita de Nyland en un empalme de Antony (56') y un disparo de Johnny, ése sí con veneno, desde el borde del área que se fue fuera por muy poco (65').

El derbi se había decidido antes del descanso y el Betis de Pellegrini, Ángel Haro e Isco acababa en una auténtica fiesta con todo el derecho del mundo. Los verdiblancos habían saboreado de nuevo, tiempo después, el gusto agradable que siempre tiene ganar los derbis sevillanos. ¿La razón? Muy fácil, ahora mismo están a años luz en lo referente a la calidad de su plantilla, de los futbolistas que defienden la camiseta de las trece barras, está a años luz de la que le pueden oponer sus máximos rivales. Es así de fácil, aparte de la palabrería previa, en el fútbol gana el mejor más veces que el peor, y este Betis es mucho mejor que este Sevilla. Dos a uno en el acta arbitral de Busquets Ferrer y a celebrarlo con todo el derecho del mundo, claro que sí.

Ficha técnica

2 Real Betis Balompié: Adrián; Sabaly, Bartra, Diego Llorente, Ricardo Rodríguez; Johnny, Pablo Fornals (Altimira, 86'); Antony, Isco (Lo Celso, 70'), Jesús Rodríguez (Aitor Ruibal, 66'); y Cucho Hernández (Bakambu, 86').

1 Sevilla FC: Nyland; José Ángel (Akor Adams, 65'), Badé, Kike Salas, Pedrosa; Lokonga (Idumbo, 85'), Gudelj (Ejuke, 76'); Lukébakio, Juanlu, Vargas (Peque, 76'); e Isaac Romero (Saúl, 65').

Goles: 0-1 (17’) Vargas remata fuerte con la derecha tras un pase atrás de Lukébakio, pase largo de Badé. 1-1 (25’) Johnny empalma con la derecha un centro de Sabaly. 2-1 (47’+) Cucho Hernández concreta con la derecha tras un fenomenal pase de Isco.

Árbitro: Mateo Busquets Ferrer (C. Balear). Expulsó a un miembro del cuerpo técnico del Sevilla por encararse con el cuarto árbitro. Amonestó a José Ángel (36’), Adrián (36’), Isco (56’), Badé (85’), Lo Celso (91’), Xavi García Pimienta (94’) y Saúl Ñíguez (94’).

Incidencias: Partido de la vigésima novena jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Benito Villamarín ante 58.538 espectadores, entre ellos unos 600 sevillistas, en su mayoría ubicados en la zona acotada para la afición visitante.

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