Manuel Pellegrini ingresa en el triunvirato de entrenadores históricos del Betis

El partido del Betis en Kosice ante el Kryvbas ucraniano sirvió, ante todo, para dejar casi lista la clasificación de los verdiblancos para la próxima edición de la Conference League, en la que van a partir como uno de los equipos con mayor potencial para conquistarla. Pero ese extraño partido en Eslovaquia también sirvió para un curioso dato: Manuel Pellegrini es ya el tercer entrenador con más partidos dirigidos en la historia bética. Son 199 los encuentros oficiales. Supera así al húngaro Ferenc Szusza (198). Quinto queda Antonio Barrios con 176. 

El preparador chileno ya va a la caza de Pepe Mel, que sumó 202 partidos oficiales en sus dos etapas al frente del banquillo del Betis. Tardará poco en desbancar al madrileño de su segundo lugar, en cuanto dirija tres jornadas más de Liga y la vuelta de la previa de Conference, que será el próximo jueves en el Villamarín.

Más lejos queda ya el líder absoluto de este ránking histórico, Lorenzo Serra Ferrer, que llegóa entrenar al betis en nada menos que 263 partidos oficiales, repartidos en sus dos etapas. En la primera, desde 1994 a 1997, el balear, ya retirado del fútbol profesional, dirigió al equipo heliopolitano en 160 ocasiones; en su segunda etapa, de 2004 a 2006, fueron 103. Curiosamente, Serra ha inscrito su nombre en actas de partidos de Segunda, de Primera, de Copa, de Recopa, de Copa de la UEFA, de Supercopa de España y ha sido el único bético en hacerlo en la Champions.

Pellegrini, sin embargo, ya es el entrenador de la historia bética con más partidos europeos, con 27. Y además mantiene un excelente promedio de 1,66 puntos por partido gracias a los 94 rriunfos, por 49 empates y 56 derrotas.

Que el Ingeniero pudiera encabezar el ránking histórico, desbancando así a Lorenzo Serra, equivaldría a que de nuevo su equipo cuajaría una venturosa temporada y que el chileno se ganaría, con todas las de la ley, una sexta campaña al frente del Real Betis Balompié. Son 64 los partidos que le quedan para cazar al balear.