El momento en el que Lo Celso hizo feliz a Paco Rodríguez, un enamorado del Real Betis

SEVILLA/Muchos pueden pensar que esa recurrencia de aquellos a los que no les apasiona demasiado el fútbol a eso de "solo son 22 hombres o mujeres detrás de un balón" es algo que ya no se utiliza debido a las innumerables e históricas historias que se han contado con el paso de los años en las que la vida misma se ve reflejada en un sentimiento. En una forma de vivir la vida por parte de algunas personas y que tiene una relación directa con un equipo de fútbol. También es cierto que hay equipos y equipos. Hay equipos sentimientales, tradicionales, ganadores y otros que mezclan un poco de esas tres cosas. En diferentes proporciones, es cierto, pero ahí se encuentra el Real Betis Balompié. Cada fin de semana en el que se acude al templo heliopolitano se pueden conocer diversas historias, todas de un calibre sentimental sin precedentes, pero la de Paco Rodríguez ante el RCD Espanyol emocionó a todos.

Francisco José Rodríguez, con 81 años, es el socio 105 del conjunto de La Palmera desde los años 50. Sufre diversos problemas que le provocan que su movilidad lleve siendo muy reducida durante muchos años, lo que le ha impedido darle continuidad a uno de sus mayores placeres a lo largo de toda su vida: ver a su Betis en el Benito Villamarín. Pero lo bueno de esta historia es que siempre hay personas que ayudan a los que más lo necesitan en diversos ámbitos de la vida y ese es el caso de la Fundación Ambulancia del Deseo, que le regaló a Paco uno de los días más felices de su vida.

Una iniciativa preciosa

Con la colaboración inestimable del Real Betis Balompié dicha fundación fue creada en Holanda en el año 2007 y su principal función es ayudar a los enfermos terminales a poder cumplir sus últimos deseos. Hay casos y casos, pero el de Paco ha llegado al corazón de todos. Llegaba en dicha ambulancia a pleno sol para bajarse a poco tiempo de que comenzarse el partido en la esquina de Gol Sur y Preferencia, para acceder al estadio por la puerta de emergencias. Ocho años después volvía a estar en casa, con los suyos, alzando su bufanda al viento y fusionándose con el ambiente de beticismo que siempre se respira en el Benito Villamarín.

Por momentos contento, emocionado y nervioso por el resultado del partido, salió incluso en alguna ocasión en la misma retransmisión mientras que los compañeros situaban al público que no conocía su história y el por qué de que este entrañable señor estuviese en una camilla presenciando un partido en el Benito Villamarín.

Lo Celso y un regalo para el recuerdo

Al margen de los tres puntos que ya fueron un regalo con el que Paco se iría muy feliz a su casa después de haber vuelto a su templo, llegó el protagonista de la noche, Giovani Lo Celso, para hacer de rey mago y elevar la felicidad del protagonista. El de Rosario fue, habló durante algunos segundos con él e incluso le regaló su camiseta. Una remera que guardarán tanto él como su familia como oro en paño.

Una familia bética en la que él mismo se ha encargado durante los últimos 50-60 años de poner los cimientos. Sus familiares más cercanos comparten con él esa pasión indescriptible y que queda para la posteridad.