Llorente tapó todas las líneas de pase a Mbappé... menos la genialidad de Valverde

El Betis hizo un gran trabajo defensivo en el Bernabéu ante la velocidad de Mbappé, Vinícius y Rodrygo, pero eso no es suficiente ante el Real Madrid. Pellegrini ideó un sistema con ayudas que logró casi todo el tiempo cerrar los espacos y tapar las líneas de pase al francés, menos en el taconazo de Valverde que desatascó el partido para los de Ancelotti

Llorente: Rápido y listo para tapar las líneas de pase a Mbappé

No era una tarea fácil, pero Pellegrini diseñó un entramado defensivo que con ayudas constantes y mucha concentración era la clave para estar vivo el mayor tiempo posible cerrándoles los espacios a Mbappé, Vinícius y Rodrygo. Estuvo rápido y listo para tapar líneas de pase al francés hasta que la lata estalló.

Vitor Roque: Encogió a todo el Bernabéu a los tres minutos de salir

No se atrevió Pellegrini a darle la titularidad con tan pocas horas con el grupo y la verdad que Ruibal hizo con acierto su labor de desgaste, pero la simple salida al campo del brasileño constató que un nueve es un nueve y además de los que imponen respeto. A los tres minutos de salir conectó un cabezazo a un centro de Sabaly que encogió a toda la grada del Bernabéu, haciendo intervenir a Courtois. Una pena que el Real Madrid se adelantara casi en la jugada siguiente y cortara las alas al Betis.

Aitor Ruibal: Dio la cara, orientó la presión y se sacrificó

Otra vez fue ese delantero atípico, recordando sus tiempos en el filial, y algo aporta cuando Pellegrini se decanta por ello. Se vació en la presión que mandó el chileno en el 4-4-2 con Fornals, aguantó con dolor en el brazo y hasta tuvo claridad para tocar de cara y crear superioridades así a favor de sus compañeros.

Abde: Fue el que más veces inquietó el marco de Courtois

El extremo marroquí tuvo un cabezazo que mandó fuera en la primera parte que pudo cambiar el partido y en la segunda un disparo duro y escorado con el que también se acercó al marco de Courtois. Sin embargo, tuvo la sensación de que Carvajal lo superaba en los duelos cada vez que quería.