Guido, un gran vacío en la medular que el Betis no llena

La medular verdiblanca ni crea ni destruye y la salida del argentino, no repuesta, se deja sentir

Con William Carvalho lesionado, Marc Roca y Johnny están lejos de su nivel y a Altimira no se le puede pedir más

Johnny Cardoso y Marc Roca disputan el balón con el sevillista Ejuke.
Johnny Cardoso y Marc Roca disputan el balón con el sevillista Ejuke. / Juan Carlos Muñoz

Sevilla/Un centro del campo que ni crea ni destruye es un problema. El del Betis en este inicio de curso tampoco es capaz de gobernar los partidos, por lo que el conjunto de Manuel Pellegrini no sólo está siendo incapaz de generar desde la medular como lo hacía en el pasado, sino que pierde el control del encuentro desde su insuficiencia en el centro para llevar el peso de los duelos. Y ahí, sin duda, la clave es el vacío dejado por Guido Rodríguez

El argentino cumplió contrato el pasado 30 de junio. Pese a sus intentos, el Betis no pudo renovarlo al rechazar el futbolista el ofrecimiento heliopolitano. La lesión del jugador abrió una ventana a su continuidad, pero el asunto, pese a la recogida de cable del protagonista y sus guiños en redes sociales, parecía enquistado y desde la entidad se emplazó a hablar al final del curso. Pero en el club ya no había las mismas ganas y su apuesta se llamaba Johnny Cardoso, de manera que Guido Rodríguez acabó encontrando acomodo, a principios de agosto, en el West Ham de Julen Lopetegui. Ni Barcelona ni Atlético de Madrid, como se rumoreó. Ni Champions. Seguramente durante el mes de julio hubo la ocasión de reconducir todo, pero el campeón el mundo voló a la Premier y ahora el Betis sufre en el centro del campo sin un jugador capaz de dominar los encuentros, de frenar al rival, de estar siempre en el sitio para detener el ataque rival. 

La "equilibrada plantilla" de la que hablaba el técnico durante el verano contaba con cuatro pivotes, pero a la lesión de William Carvallo se suma el bajo rendimiento de Marc Roca y Johnny. La apuesta de Sergi Altimira sale unas veces caras y otras, cruz. Es joven y para el técnico está en formación, por lo que no se le puede pedir mucho más.

En el derbi el centro del campo bético no fue capaz nunca de imponerse. Marc Roca, llamado a tomar el liderazgo de Guido Rodríguez, pasa por un preocupante bajón. Se ha olvidado de sus desplazamientos en largo que siempre servían para cambiar el juego con peligro o encontrar a un compañero ganándole la espalda de la defensa rival, apenas gana duelos y errores en pases horizontales empiezan a ser demasiado recurrentes. A su lado en Nervión estuvo Johnny, lejos del nivel que mostró la pasada campaña –especialmente con Guido a su lado– y ya sin el paraguas en octubre de que no ha hecho pretemporada al disputar la Copa América con el Estados Unidos. Ha sido desconvocado por el seleccionador, Mauricio Pochettino, por un problema en la rodilla que, sin ser grave, le genera molestias. Recibió un golpe contras Las Palmas, pero jugó el tramo final contra el Espanyol y fue titular en Varsovia y ante el Sevilla, por lo que la explicación a su bajo nivel no está en esa dolencia.

Altimira, por su parte, no ha desentonado teniendo en cuenta su juventud y que su rol sobre el césped no es el de echarse el equipo a la espalda. Ha disputado los tres encuentros europeos junto a Johnny y desde que se lesionara William Carvalho en la Liga fue titular en dos choques junto a Marc Roca, además de sustituir en el primer tiempo al portugués cuando se lesionó frente al Leganés.

El caso es que Pellegrini ha pasado de contar con una pareja muy titular de medios centro con Guido y William Carvalho, a hacer continuas combinaciones en busca de una dupla que le dé solidez a la medular, sin hallarla todavía. Apostó de inicio por William Carvalho y Marc Roca (cuatro partidos); después, Altimira-Roca (3); y ahora con Johnny-Marc Roca (2), además de probar en Europa con Johnny y Altimira en los tres duelos de competición continental.

Cierto es que la lesión de William Carvalho ha dejado al técnico sin uno de sus futbolistas fetiches, una pieza clave que daba pausa y control al centro del campo –pese a lo que restaba a la hora de correr hacia atrás–, pero ha sido el club, con el beneplácito del entrenador, quien decidió no fichar dejando la posición con sólo tres opciones para afrontar tres competiciones al menos hasta el mercado invernal.

Y Guido Rodríguez estuvo en contacto en verano con el Betis, antes de que la negociación con el West Ham se acelerara para cerrarse "prácticamente en dos días". "Hasta ese momento yo estaba en contacto o había hablado con el Betis. También ellos tenían problemas para poder fichar por el límite salarial. Hasta ese momento yo no sabía qué podía pasar, y también tenía en la cabeza el poder seguir", declaró en As. No hubo acuerdo, quizá tampoco interés real, y ahora el vacío que dejó en el medio se deja sentir.

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