El gol repele a Bakambu y su posición en el mercado lo sufre
Con 33 años y un rendimiento menguante, la opción de que el Betis pueda colocar al delantero congoleño esta ventana invernal podría ser un problema, aunque su currículum deportivo abriría alguna posibilidad exótica
Tiene contrato hasta 2026
La baraja de Pellegrini: así reparte los minutos el chileno
Si el Real Betis quiere llegar a las aspiraciones propuestas y certificar su presencia en Europa por quinta temporada consecutiva debe atinar en la búsqueda de un nuevo delantero este mercado invernal. La sensación que dejan los registros hasta la fecha augura que los objetivos puedan tambalearse. Por lo tanto, la tarea de escoger este incipiente enero un buen acompañante para Vitor Roque podría ser decisiva. La de sondear el mercado adquiere más peso que otros años viendo las carencias que está asolando a la tropa de Manuel Pellegrini, con 21 goles a favor en las primeras 18 jornadas de LaLiga.
Unos registros que obligan a una mayor eficiencia defensiva, pues de los diez primeros sólo el Mallorca, sexto con 19 goles a favor, y Real Sociedad, séptima con 16, han anotado menos.
Desde luego, la dirección deportiva encabezada por Manu Fajardo debe tener más puntería que la que tuvo con la elección de Cédric Bakambu hace tan siquiera un año. El delantero congoleño ha convertido únicamente tres goles en el casi año que ha portado la camiseta verdiblanca. Uno al Dinamo de Zagreb la temporada pasada -su única aportación en el planillo anotador durante sus primeros seis meses- y los dos que lleva en la presente campaña, ante el CD Gévora de la Primera Extremeña en Copa del Rey y el ganador frente al Petroclub moldavo en la quinta jornada de Conference League.
Abruma descubrir que en la liga española no celebra un tanto desde el 26 de noviembre de 2017, en la derrota del Villarreal ante el Sevilla por 2-3. Unos números tan desoladores que colocan al delantero de 33 años casi de manera automática en la rampa de salida cuando todavía no ha cumplido 365 días cobrando la nómina heliopolitana.
Remotamente lejos de su mejor versión
Desde su llegada al club de La Palmera, en los últimos movimientos del mercado invernal, Bakambu no ha podido recuperar su aura -las lesiones tampoco han ayudado- y el buen nivel anotador que acompañaba al prolífico delantero, y que demostró en sus dos temporadas y media en el Villarreal, con 37 goles. Gracias a sus actuaciones en el conjunto castellonense, a su puerta tocó China. La efímera irrupción a golpe de talonario de la que Arabia Saudí, Catar, o Emiratos Árabes en menor medida, aprendieron y mejoraron estableciendo unas bases más sólidas.
Su vuelta a Europa no fue sencilla tras tres cursos y medio en Oriente en el Beijing Guoan. En Marsella, y con el polaco A. Milik en su apogeo profesional, Bakambu no contó con demasiadas oportunidades. Aunque en El Pireo volvió a ponerse a tono defendiendo a Olympiacos marcando 18 goles en la Super Liga Griega en la temporada 2022-23, su siguiente aventura en Turquía con el Galatasaray no cuajó. La dirección deportiva valoró su contrastada formación en diversos frentes europeos y creyó en él como una buena oportunidad de mercado para aupar el proyecto y mejorar sin problemas las cifras de un muy cuestionado Borja Iglesias que experimentó su primera cesión, en el Bayer Leverkusen.
El tiempo, siempre juez inmisericorde, ha dado la razón a aquellos que fríamente dudaban del traspaso de un desacompasado Bakambu -cercano a los 3,5 millones de euros y con contrato hasta 2026-. Ahora, con la puesta en escena de la dualidad formada por Isco y Lo Celso, el cuadro de Pellegrini mejorará, o como mínimo mantendrá sus acercamientos a la zona caliente. Un lugar en el que el nuevo contendiente, o el propio Bakambu, sin prisa por salir dada la caducidad del que quizás sea su último gran contrato, deberán hacerse notar con más fiereza.
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