El error de guardia evitó cantar bingo
Desde mi córner
Un partido encarrilado viró en redondo a causa de la toxicidad atrás y el Betis sólo pudp empatar
Calendario para empezar de buena manera según se esperaba desde que se sorteó, pero al Betis le penalizó en Mallorca la toxicidad archidemostrada de sus laterales, que en poco más de un minuto protagonizaron dos lances que iban a poner cuesta arriba la tarde balear. Luego, un golpe de fortuna restauraba las tablas y así quedó todo, con el sabor amargo de la monumental pájara del primer tiempo y el dulce del autogol de Reina.
Apareció el Betis con sus tics habituales y con la pelota en su poder para entrar en un vericueto de pases que podía sacarle el aire al rival, pero que en una pérdida de Alex Moreno empezó a complicar un partido que lo empeoró Martín Montoya, otro especialista en errores incomprensibles. Ese gol local en fallo imperdonable de un futbolista que tiene como misión principal la de defender hizo que el partido virase para que fuese bermellón hasta el descanso.
El organizado, y poco más, equipo de García Plaza se fue al descanso convencido de que el triunfo le sonreiría. Chocó que Pellegrini no aprovechase el descanso para alguna modificación, que hizo a los diez minutos metiendo a Juanmi y a Rober por Rodri y Ruibal. Y en el primer balón que le llega, Juanmi con la colaboración fundamental de Reina lleva las tablas al electrónico. A partir de ahí, Betis y sólo Betis, pero sin inquietar demasiado al guardameta rival.
Sobre la campana final pudo Joaquín repetir la faena de Tello hace un año en Vitoria, pero se fue arriba y todo acabó como empezó. ¿Y qué se dice de este Betis que ha de afrontar tres competiciones? Pues que necesita algo de blindaje atrás y que el dúo Canales-Fekir aparezca más determinantemente. Son Moix era una plaza conquistable que se fue al limbo por esos errores defensivos que no suelen faltar a lista. Es ese un talón de Aquiles demasiado grosero para que no se restañe.
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