Un empate que lo iguala al mejor de los colosos (1-1)

lEl Betis arranca un punto de muchísimo mérito ante el mejor Barcelona posible demostrando a sus rivales por la Champions que también sabe crecer como bloque; Un golazo de Natan frena la racha triunfal del gran líder

Adrián atrapa el balón delante de Koundé.
Adrián atrapa el balón delante de Koundé. / Toni Albir / EFe

Pocas veces un empate tendrá tanto sabor a victoria. El Betis, en su lucha por el sueño de la Champions, sumó un punto que refuerza más que muchas de las victorias anteriores sus ilusiones europeas. Porque defender también hace a un equipo creer y el de Manuel Pellegrini ofreció una exhibición en Montjuïc ante el equipo más ofensivo de Europa, un Barcelona que llegaba a la cita con nueve triunfos consecutivos y 83 goles a favor, 84 con el que hizo Gavi a los ocho minutos de juego. El Betis compitió ante el mejor rival posible, ante un adversario que además tenía el aliciente de dar el golpe definitivo en la Liga una vez que conocía el gambazo del Real Madrid en el Bernabéu ante un visitante con tan poca chicha como el Valencia.

El Betis se demostró a sí mismo que puede ser un bloque si se lo propone y, con un Bartra en modo superhéroe, añadió un registro más a su empeño de hacer algo grande esta temporada en la que un par de retoques de Manu Fajardo y la mano mágica del Ingeniero pueden marcar un hito proclive a hacer historia. El golazo de Natan significa mucho. Para empezar, le daba sentido a un planteamiento basado en hacer de la defensa un arte. Porque hay jornadas es las que no queda otra que apelar a ese fútbol.

El Betis, que podía llegar crecido con sus seis victorias consecutivas, trazó un plan eficiente durante la primera parte en Montjuïc y lo prolongó durante los noventa y cuatro minutos de juego, lo que ante un súper equipo como el de Hansi Flick no está a la altura de muchos. Puso el cerrojo por dentro y se apretó los machos para aguantar el temporal, refrescando además su once sin gente con galones como Sabaly, Diego Llorente, Jesús Rodríguez y la obligada ausencia de Isco. Sí, porque sin el mago de Arroyo de la Miel obligó al Barça a tragar quina. Hasta la entrada de Perraud por Ricardo Rodríguez era una decisión osada ante la necesidad de persignarse ante Lamine Yamal. Pero a Pellegrini le salió bien la jugada, vaya si le salió. Primero hasta el descanso, objetivo inicial. Y luego hasta el pitido final de Gil Manzano en un periodo en la que el único apuro de verdad fue ese balón que Adrián le sacó a Koundé.

Es verdad que en el Barça el banquillazo de Raphinha se salía de los esquemas, sobre todo porque su sustituto, Ferran Torres, se metía por dentro para generar superioridad numérica y formar un centro del campo con cuatro hombres con toque como De Jong, Gavi, Pedri y el mencionado Ferran. Casi nada.

Así, no era de extrañar que el aluvión inicial de los azulgrana tuviera premio pronto en la portería de Adrián. Una pérdida de Lo Celso, reapareciendo en el traje de Isco, iba a hacer saltar el sistema defensivo basado en ganar el duelo individual y tratar de no perder el sitio. Pero eso con el balón en los pies de Lamine Yamal es hablar por hablar. Al liviano y letal extremo le basta apretar en carrera para crear desequilibrios y la jugada entre Koundé y Ferran dejaba sin opciones de reacción a a Natan y Perraud. Si no aperecía Lewandowski podía ser Pedro o el propio Yamal, pero fue Gavi el que se escabulló de la marca de Johnny y el de Los Palacios entró por el mismo pasillo en el que sorprendió al Betis el sevillista Vargas en el derbi.

Habían pasado sólo ocho minutos. Quedaba una eternidad, sí, pero ¿eso con este Barcelona es bueno o es malo? Porque este grupo de chavales –la mayoría y con el permiso de Lewandowski– que lleva 22 partidos sin perder es capaz de cualquier barbaridad si da con un rival con el mínimo de dudas. Pero el Betis aguantó, no se vino abajo y, sobre todo, encontró la forma de asustar a un coloso como el bombardero de Flick. En un partido por momentos muy abierto, halló una vía en la banda de Antony. La tendencia de Ferran a meterse por dentro le daba cosas al Barça en ataque, pero también le destapaba los pies en defensa cuando la manta tapaba el área verdiblanca. Balde venía a ocupar los terrenos del extremo izquierdo, librando un bonito duelo con Ruibal, y ello propiciaba que Cubarsi mantuviera difíciles duelos a campo abierto con el ex jugador de Sao Paulo, Ajax y Manchester United. Y ahí su velocidad es jugar a la ruleta de la fortuna. Amagó varias veces y logró, entre otras cosas, forzar un córner en el que el Betis hizo bingo cuando pocos lo esperaban. El cabezazo de Natan fue certero y un bonito agradecimiento al genial golpeo de Lo Celso imposible para Ronald Araujo, que jamás podía impedir el remate de su par por mucho que se empeñara en incomodarlo en el salto.

El gol era la certificación de los azulgrana de que aquello no iba a ser fácil. Muchas veces, casi todas, este equipo sabe que al final cae la breva, pero el Betis iba a poner resistencia como nadie esperaba en el Lluís Companys.

Estaba claro que iba a tocar sufrir, faltaría más. Ferran tuvo el 2-1 en un remate casi a bocajarro tras una gran acción de Balde, pero le vino mal el balón y no lo conectó cómodo, aunque el arreón fuerte de los locales llegaría al inicio de la segunda parte, cuando apretó espoleado por su público y por su confianza de equipo sobrado, repleto de calidad y en racha positiva. En especial un paradón colosal de Adrián se erigía en la acción clave del empate, pues Koundé se había plantado solo en el área tras un pase de genio de Pedri. Flick apelaba a Raphinha y el Betis seguía en pie, en gran parte por el partidazo de Bartra, imperial y apareciendo en mil cortes para evitar o bloquear el tiro de gracia del Barcelona, un equipo que disparaba los porcentajes de posesión en relación directamente proporcional a la frustración de sus delanteros.

La exhibición defensiva de los verdiblancos tomaba cada vez más dimensión. Defendía como el Camacho de los buenos tiempos hasta Jesús Rodríguez y rozaba incluso el Betis la hazaña completa en un zapatazo de Natan que, jugando como medio centro, fue un descubriento para hacer volar a Szceszny. Pero ya el empate es suficiente mérito, un golpe en la mesa para demostrar que, puestos a pelear, este Betis también sabe defender cuando toca. Y como el mejor...

Ficha Técnica

1 - Barcelona: Szczesny; Koundé, Araújo, Cubarsí, Balde (Gerard Martín, min.75); De Jong (Eric Garcia, min.57), Pedri (Fermín, min.75); Lamine Yamal, Gavi, Ferran Torres (Raphinha, min.57); y Lewandowski.

1 - Betis: Adrián; Ruibal, Bartra, Natan, Perraud; Altimira (Chimy Ávila, min.46), Johnny Cardoso (Llorente, min.78); Antony (Jesús Rodríguez, min.75), Lo Celso (William Carvalho, min.59), Fornals; y Cucho Hernández (Bakambu, min.75).

Goles: 1-0, min.7: Gavi. 1-1, min.17: Natan.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó a Natan (min.14), en el Betis; y a Eric Garcia (min.77) y a Koundé (min.86) en el Barcelona.

Incidencias: Partido de la jornada 30 de LaLiga EA Sports disputado en Estadio Olímpico Lluís Companys ante 47.043 espectadores.

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