La doble cara del Betis: ¿por qué no va de verdad en Europa?
Análisis
El cuadro verdiblanco, que firmó frente al Celje un infame partido en la Conference, vuelve a la Liga con el objetivo de llegar al parón ganando al Celta en esa lucha por los puestos europeos
Pellegrini, tras el Betis - Celje
Sevilla/El Betis no va de verdad en Europa por mucho que ganara sobre la bocina al Celje. Los pitos y la bronca final de gran parte de la afición fue debido al infame partido del conjunto verdiblanco, más flojo aún que ante el Legia de Varsovia y el Copenhague.
Y es que la hinchada heliopolitana supo diferenciar perfectamente el subidón con el gol de Juanmi del enfado por el encuentro realizado por los suyos ante los eslovenos, después de volver a responder con una buena entrada para arropar a lo suyos de cara a conseguir una victoria importante con la que seguir avanzando en el torneo.
Pero lo que vio sobre el terreno de juego dejó mucho que desear, con una imagen muy pobre de un Betis al que le faltó mucha más intensidad que ideas en la creación, con muy poco espíritu y bastante falta de ambición. En definitiva, ir de verdad en Europa, pues son muchos los aficionados verdiblancos que se empiezan a cuestionar que de qué sirve ir a Europa si año tras año el papel es bastante pobre.
Quizás los nombres de los rivales, en la Conference League, no sean atractivos ni los más motivadores, pero entre la gran imagen del día del Atlético -o la mejoría, incluso, en la segunda parte de San Mamés- y la ofrecida ante el Celje debe haber un término medio. Y es que ya es hora de que el Betis vaya cambiando el chip cuando juegue por el Viejo Continente. Ahí el mensaje del entrenador, en este caso Manuel Pellegrini, tiene que ser muy diferente al habitual para que cale más en sus pupilos, pues el hecho de jugar en Europa requiere ya de un paso al frente por parte del Betis pese a que la prioridad sea la Liga, pues partidos tan malos como el del pasado jueves en La Palmera no son de recibo por mucho que los encuentros en competiciones europeas sean complicados. La diferencia de calidad -mejor no hablar de la diferencia de presupuestos- entre el Betis y el Celje no se reflejó en el terreno de juego, de ahí la indignación de la grada bética, la cual demostró que también aprieta y exige cuando no le gusta lo que ve.
Una exigencia que no equivale a presionar a su equipo, sino que es reflejo de ambición, de ganas de empezar a crecer en Europa, de cambio de mentalidad y de rechazo al conformismo con la imagen que estaba dando el Betis, pues este domingo otra vez 50.000 béticos volverán a estar en el campo apoyando a su equipo, un cuadro bético que ya mira al Celta, rival al que sólo le saca tres puntos en la tabla -los celestes son décimos con 16 puntos- y al que intentará ganar para llegar al tercer parón liguero muy bien posicionado en esa lucha por los puestos europeos tras solventar un tramo importante ante equipos como Osasuna, Atlético y Athletic.
Un encuentro ante los vigueses en el que el preparador chileno continuará con las rotaciones y en el que la parroquia bética espera que su equipo se ponga el traje de la Liga, pues el de la Conference no termina de sentarle bien. Por ahora, en Europa no va de verdad, pero la Liga ya está aquí de nuevo. Ya habrá tiempo de reflexionar en las dos próximas semanas de parón. En el fútbol de élite manda la inmediatez y lo más cercano ya es el Celta.
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