Real Betis
Serio aviso de Diego Llorente
Elche-Betis | Los nombres propios
El Betis perdió vuelo en el estadio Martínez Valero de Elche. No fue el equipo autoritario, seguro de sí mismo y afilado que se ha venido mostrando desde que entró 2021 hasta el parón. Su versión fue menor en parte por el discreto desempeño de una pieza clave en los verdiblancos, como es Guido Rodríguez. Se le hizo el campo grande esta vez al buen pivote argentino. El mejor del Betis fue Claudio Bravo, que volvió a dar una lección de cómo manejar no sólo la portería, también las salidas. Y con su gran golpeo de balón.
Esta vez, la zona ancha le pareció más ancha aún. En este Betis tan falto de jugadores con buenos conceptos defensivos, es fundamental el papel que recita Guido Rodríguez. Pero el buen medio centro argentino no va a salvarle siempre la papeleta al equipo. Sobre todo si no tiene a su lado a alguien que lo ayude en las labores ingratas. El Elche esgrimió intensidad, también sus dos puntas en el repliegue, y Guido tardó esta vez en llegar en auxilio y hasta perdió algunas de esas pequeñas batallas en las que suele salir airoso.
Un portero realmente bueno cubre no sólo su portería, también el área. El experto portero chileno volvió a dar mucha seguridad a la defensa por su aplomo. Nada pudo hacer en el gol de Pere Milla, sin margen para la reacción, pero en el resto de situaciones ahí estuvo. Fue clave su decisión en las salidas para tapar balones laterales. Por supuesto que no todo es tapar portería: hay que dominar el área.
Dejó pasar una hora larga para reivindicarse. La lesión de Borja Iglesias le dio la ocasión de levantar la mano al delantero marbellí, al que se le escapa la temporada bajo un tono más que decepcionante. La decisión y la sensación de peligro que destila el gallego no es hoy ni de lejos la que desprende el canterano, que desperdició un buen centro de Joaquín ya al final.
Esa contra fallada y esa falta a las nubes, sintomáticas. El genio que suele conducir al Betis hasta la felicidad lleva varias semanas por debajo de su gran nivel habitual. Falló un contragolpe de los que hace unos meses no hubiera desaprovechado y en la segunda parte envió muy alta una falta ideal para él. Su confianza no es la misma desde aquel penalti ante el Athletic.
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