La nueva ciudad deportiva del Betis: la fábrica que asegura el futuro

El Betis ultima ya los preparativos para iniciar las obras de la nueva ciudad deportiva, ese proyecto varado por diferentes motivos desde 2019 y que ahora sí comenzará a ver la luz como la gran esperanza de la entidad para darle el necesario impulso a la cantera. Del idealismo de aquel Proyecto Heliópolis presentado por el entonces presidente Miguel Guillén hace casi diez años, a la realidad de unas instalaciones de primer nivel que se han convertido en la gran apuesta por los jóvenes.

Cinco campos de hierba natural, cuatro de césped artificial, dos específicos para entrenamiento de porteros y una residencia para acoger a 100 deportistas serán algunas de las claves de esta primera fase, que deberá estar lista para el verano de 2023 con la intención de ponerse en funcionamiento para la temporada 2023-24, cuando ya deberían acoger a los 22 equipos, 17 masculinos y cinco femeninos, de la entidad verdiblanca. Todos los campos, además, tendrán las medidas del Benito Villamarín (105 x 68), para una mejor adaptación de los jugadores en su formación.

"Si el Betis ha sido capaz de formar durante su historia a tantos jugadores que han llegado a la primera plantilla con sólo dos campos, cuando esté terminada no me puedo ni imaginar cuántos jugadores van a llegar al fútbol profesional", indica Antonio Cordón, director general deportivo, y un hombre que sigue muy de cerca todo lo que ocurre con las categorías inferiores verdiblancas.

Ahí ejerce de director de cantera Miguel Calzado, que también confía en ese enorme margen de desarrollo que permitirían las nuevas instalaciones. "Será un paso decisivo que nos permitirá dar un salto cualitativo en el trabajo formativo de la cantera. Con ello esperamos la participación, continuada en el tiempo, de jugadores canteranos en el primer equipo", señala el director de la cantera.

Ya en la pasada Junta General de Accionistas, el consejo de administración reiteró su apuesta por esa obra estratégica para el Betis. La comprensión del Ayuntamiento de Dos Hermanas permitió que el proyecto siguiera en pie pese a su demora en los plazos; ahora el respaldo del Banco Europeo de Inversiones (BEI), del que se ha obtenido una financiación a largo plazo, ha sido el espaldarazo definitivo.

Los 25 millones de euros que se calculan como coste se obtendrán directamente desde el BEI, con el que está todo prácticamente definido, a la espera de terminar de adjudicar definitivamente el proyecto. Tras actualizar y mejorar la idea inicial, que se vio frenada por la pandemia, el club inició nuevamente el proceso de licitación y en las próximas semanas terminará de negociar con alguna de las empresas que se han interesado en el proyecto.

"La cantera tiene que ser la base para seguir creciendo", asegura Ozgur Unay Unay, consejero del Betis y que controla de primera mano todo lo relacionado con las infraestructuras de la entidad. "El consejo establece unas estructuras en las que se basa el crecimiento. Hay un proyecto estratégico, interiorizado por los gestores, para que tenga que existir sí o sí, aunque sabemos que luego el fútbol es cortoplacista en algunos resultados deportivos", añade el consejero, que resalta la importancia de esta nueva ciudad deportiva en ese salto cualitativo que se pretende con la cantera: "Este año, salvo el Betis Deportivo, que había vividos dos ascensos muy seguidos, los principales equipos de la cantera van muy bien. Si somos capaces de hacerlo con estos tres campo, con nueve y la residencia será mucho mejor".

Si la primera fase de la ciudad deportiva debería estar lista para el verano de 2023, el nuevo hogar de la cantera tardaría un año más. "Se necesita más permisos y llevamos un poco de desfase", señala Ozgur Unay, que incluso amplía las posibilidades que ofrecerá ese nuevo equipamiento. "Nos gustaría que también pudiera acoger a equipos extranjeros que quieran entrenarse para realizar concentraciones", indica el consejero bético.

Aunque ahora sólo se ejecutará una primera fase, la superficie de la nueva ciudad deportiva, que será de unas 51 hectáreas, colocará al Betis entre los grandes clubes europeos en espacio dedicado a la formación, con incluso más espacio que Real Madrid (33), Manchester City (31) o Ajax (28), tres de los clubes que destacan por su especial cuidado de los más jóvenes.

"La construcción de la nueva ciudad deportiva va a ser un hito; servirá para formar a cientos de técnicos y jugadores que veremos en los próximos años", comenta Cordón, que destaca ese potencial que le otorgará al conjunto verdiblanco. "

", añade el director general deportivo bético.

Otro de los aspectos destacados de la nueva ciudad deportiva llega por su sostenibilidad. Diseño bioclimático, control solar, ventilación natural, sistemas eficientes de reducción de consumo, reutilización del agua, empleo de energías alternativas, la integración paisajística, un sistema de movilidad limpio o el bajo mantenimiento son algunas de las características que tendrán las nuevas construcciones, con lo que se adapta a la perfección a las exigencias del siglo XXI.

Primer equipo

Con todo, la primera plantilla bética seguirá, al menos a corto-medio plazo, en la Avenida de Italia. La ciudad deportiva Luis del Sol, que ha sido mejorada dos veces en los últimos años, cuenta con dos campos de césped natural, en los que habitualmente se ejercita Manuel Pellegrini junto a sus jugadores y que seguirían siendo de uso exclusivo.

La ciudad deportiva Luis del Sol aumentó sus prestaciones y servicios para los jugadores del verdiblancos con la construcción de un moderno y equipado edificio destinado principalmente al primer equipo, pero del que también se han estado beneficiando los equipos de fútbol base. No en vano, los servicios médicos del club se concentran en esta nueva edificación, donde los jugadores, desde pre-benjamines hasta adultos, dispondrán de consultas médicas, salas de fisioterapia y reanimación.

Situado entre los dos campos principales, el recinto tiene 5.117 metros cuadrados construidos y su superficie útil interior es de 3.969 metros cuadrados. El edificio consta de un garaje subterráneo, desde el que se puede acceder directamente a todas las instalaciones; amplio vestuario para el primer equipo, zona de aguas con dos piscinas y sauna, sala para técnicos, gimnasio con maquinaria de última generación, farmacia y consultas médicas, salas de fisioterapia y reanimación, así como almacén de utillería. Todo ello coronado por una grada con capacidad para 1.300 espectadores y una sala de prensa multiusos.