Chimy Ávila: “Perderme el derbi… Me dejó más triste que la lesión”

SEVILLA/La lesión del Chimy Ávila en el estadio del Girona fue un golpe bastante duro para el futbolista. El delantero del Real Betis Balompié ha caído de pie en Sevilla y poco a poco se ha ido integrando dentro del grupo. Para Pellegrini también se compuso como un activo bastante relevante en la plantilla, ya que rindió desde el primer momento en el perfil izquierdo aportando muchas variantes al ataque del conjunto verdiblanco. Ahí precisamente es una de las zonas del campo en las que más competencia existe: Ayoze como buque insignia, Juanmi y Abde compiten con él por un puesto. Ahora mismo está centrado en recuperarse, pero meses atrás tuvo tiempo para hablar profundamente sobre su lesión, su llegada al conjunto bético y sus orígenes con Las 3000 viviendas como referencia.

Su llegada fue muy mediática. Supuso un golpe duro para Osasuna, y así mismo lo valoró su ex entrenador, Jagoba Arrasate, en el documental de Netflix, 'LaLiga: Más allá del gol': “Igual las formas no fueron las mejores. Entiendo que fue mediático, que para algunos fue una traición… Es verdad que el Chimy no deja indiferente a nadie”. Sobre su salida, el capitán rojillo también se manifestó: “Dio pena, porque al final se va un jugador importante, que te da garra, y da pena”.

El Chimy lo tuvo claro

Desde el primer momento, el de Rosario tenía claro que quería jugar en el club verdiblanco: “Siempre estuvo la opción de ir a Betis. Cuando salió la oportunidad le dije a mi repre que ese era el Club y la Virgen me iba a ayudar a estar ahí”. Para el recuerdo queda ya la imagen de su representante en el Benito Villamarín, casi confirmando la operación ante los compañeros de los medios de comunicación. Pocas veces se producen imágenes de esta índole. Además, su primera gran acción vestido de verdiblanco no pudo ser más importante. El gol ante el Athletic Club, en un partido tan decisivo y con un Benito Villamarín totalmente repleto: “Un estadio tan inmenso, con una afición tan bonita despidiéndome de esa manera… Son cosas que se quedan para uno. Ojalá que venga otro gol pronto”.

Tuvo unos inicios complicados. De barrio y familia humilde, supo elegir el camino correcto y en función de su experiencia, poder aconsejar a los chicos de hoy: “Salía de la puerta de mi casa y ya estábamos en todo momento jugando al fútbol. En barrios estilo a Las 3000, con peligrosos. Y la verdad que yo me aferré mucho al fútbol para salir de otra burbuja que yo sabía que no era la buena. Entrabas y no salías”. La situación siempre era complicada y su madre supo advertirle de lo correcto: “Mi madre nunca me dejó ir del otro lado. Me dijo que por ahí tendría que dormir con un  arma debajo de la almohada”.

La lesión en Montilivi, un drama

Salió desde el banquillo sustituyendo a Ayoze contra el Girona y sólo le dio tiempo a disputar 22 minutos. Un tirón en la zona porterior del muslo terminó traduciéndose en una lesión miotendinosa proximal de isquiotibial izquierda:“Yo no tuve nunca lesiones musculares, pero cada uno conoce su cuerpo, y yo sabía que me había lesionado. Quería aportar dentro del campo en ese momento y no podía. Se te pasan mil cosas por la cabeza. De todo”.

Se perdió ocho partidos por lesión, pero el que más le dolió fue El Gran Derbi ante el Sevilla FC: “Perderme el derbi… Me dejó más triste que la lesión”. Repasando las sensaciones que le estaban dejando sus problemas físicos, fue claro. Quiere revertir la situación: “Bueno, la verdad que un poco desilusionado conmigo mismo, porque me gustaría brindarle mucho más a la afición de Betis. El año que viene verán un Chimy nuevo, que va a luchar por esta afición y no va a regalar nada”.