El calvario de muchos béticos en Varsovia atacados por la policía con gas pimienta
Real Betis
Las autoridades polacas atacaron sin motivo el autobús de aficionados béticos
Muchos tuvieron que ser atendidos y se perdieron el partido por el que habían viajado
Alineación probable del Betis en el derbi ante el Sevilla
SEVILLA/Cuando los aficionados del Real Betis Balompié viajan por toda Europa para ver a su equipo jugar en las grandes competiciones del viejo continente también lo hacen para aumentar su bagaje turístico y personal. Conocer ciudades, hacer amigos, pasárselo bien junto al resto de los que comparten su misma pasión en lugares que en situaciones normales en sus vidas no visitarían. Cuando decidieron viajar a Varsovia, en Polonia, sabían que lo hacían a un lugar polémico con ultras complicados en el equipo rival, pero nunca se esperaban que los problemas llegarsen por parte de aquellos que realmente estaban allí con el deber de velar por su seguridad.
Tal y como detallan muchos de los que estuvieron allí, estaba siendo una previa muy tranquila en Varsovia poniendo el punto y final a todas las horas anteriores en las que los aficionados béticos que llegaban de todo el mundo pasearon y conocieron pacíficamente la ciudad con cero problemas. No hubo incidentes con los aficionados del equipo rival, no hubo incidentes entre ellos mismos (que ya se ha visto de todo en el mundo del fútbol y los viajes y también podría haber sido), pero sí con la policía polaca.
Un abuso policial indecente
Había cuatro autobuses destinados para transportar a todos los aficionados verdiblancos (cerca de 450 estuvieron en total en el Estadio del Ejército Polaco). En el tercero de esos autobuses, tal y como han relatado los protagonistas, en cuanto las puertas se cerraron comenzaron a cantar y vitorear los ya habituales y más que conocidos cánticos de la afición verdiblanca. Un tercer autobús cerca del cual estaban los policías de la ciudad. Parece que no agradó demasiado aquella iniciativa por parte de los béticos que viajaban en el transporte público y no se esperaban lo que les venía encima. De pronto empezaron a notar cómo les picaban los ojos, la garganta y prácticamente empezaron a no poder respirar.
Vieron como los policías no paraban de arrojar gas pimienta por las ventanas del autobús, lo que agravaba cada vez más la situación. Sin realizar acciones violentas, sin atacar a absolutamente nadie. Simplemente por cantar y, quizá, saltar, dentro del autobús. Una acción que a nivel de tráfico no era la mejor pero que se podría haber solventado de una forma mucho más pacífica y sin atentar sin motivo contra la integridad física de decenas de personas. Unas personas que viajaron para pasárselo bien viendo a su equipo, de forma pacífica y sin dar problemas.
El Betis tomó cartas en el asunto
Varios integrantes de la expedición bética ayudaron a algunos aficionados a la hora de contactar con los servicios médicos y en el acceso al estadio, pero la imagen que se vio fue dantesca. Ya en las inmediaciones del campo seguían sin poder abrir los ojos a pesar del tratamiento médico y con el partido ya comenzado, seguían siendo atendidos. Se estaban perdiendo a su Betis sin motivo alguno, simplemente por los abusos policiales cometidos.
Muchos de ellos piden que el club tome cartas en el asunto e incluso los que viajaron se muestran muy agradecidos con el papel que tuvieron los tres integrantes de la entidad a la hora de defender a sus aficionados.
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