Bofetada de realismo ganada a pulso
Duro naufragio de un Betis incapaz de imponerse y en el que Lo Celso generó un desequilibrio defensivo que Sabaly se comió
Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Valladolid
El fútbol le demostró al Betis que lo que se busca se encuentra. Como el que en la vida real se pasa con su comportamiento en una situación en la que no es capaz de manejarse con respeto a las habilidades sociales y acaba ganándose la bofetada que andaba buscando, los de Pellegrini encontraron un mamporro que no entraba en las apuestas por la magnitud del rival.
Este Valladolid es una consecuencia de esta Liga de Tebas, que ha hecho posible que a la élite lleguen entrenadores de formación que ni soñaban que se pondrían un traje en un partido, canteranos a cuyos padres hay que pellizcar para que entiendan que no están soñando y jugadores en circunstancias normales de Segunda y Primera RFEF que con los límites salariales se convirtieron en la única opción de unos clubes maniatados por el conformismo de sus presidentes, que se tiran sin decoro a por las migajas que le dejan en las votaciones de LaLiga.
El Betis, con Isco y con Lo Celso en el once, no tiró a puerta ante el colista. El choque de Zorrilla fue la constatación de que ante un equipo que corra y pelee, los dos artistas no pueden jugar juntos.
Defensa
Pese que a Bakambu no es un nueve dinámico para desplazarse en esa faceta (distinto si es para ir al espacio), el Betis presionó alto y robó. Robó bastante, pero en tres cuartos no supo gestionar esa ventaja hoy en el fútbol tan preciada.
Pero ese trabajo defensivo que fue bueno por rachas no tuvo una buena conexión entre líneas. Altimira perdió constantemente el sitio, la tendencia de Lo Celso de meterse por dentro convirtió la banda de Raúl Moro en una autopista en la que Sabaly parecía ir en bicicleta. El sistema defensivo del Betis nunca supo contener eso, como tampoco las transiciones ofensivas del Valladolid, que encontraron –la verdad– innumerables facilidades.
Altimira perdió el sitio más de la cuenta, lo que ayudó a que los pucelanos encontraran huecos, mucho más cuando el partido fue avanzando y los verdiblancos iban más a la desesperada.
Ataque
Da la sensación de que Isco va en otro plano. Ni mejor ni peor, sino en otro metaverso en el que es imposible que se cruce con el resto.
Pese a los chispazos de inspiración del malagueño, el partido del Betis en ataque fue indecente. No tiró a puerta hasta el tramo final, cuando asedió al Valladolid en busca del empate con varios saques de esquina y Jesús Rodríguez le dio algo de corriente a un cableado oxidado y mohoso. Ni Abde ni Lo Celso se impusieron a rivales de Segunda y Bakambu fue una delicia para Javi Sánchez. El muy buen central del Real Madrid se bastó solo para anular el juego ofensivo de un aspirante a Europa.
Virtudes
Poco, la verdad. El arreón final gracias sobre todo a la chispa de Jesús Rodríguez.
Talón de Aquiles
El fútbol en la élite exige un mínimo de intensidad cuando la calidad no dobla la del contrario.
Uno por uno
Fran Vieites Rápido e intuitivo en un par de acciones en las que evitó una derrota más amplia.
Sabaly Muchos problemas para sujetar a Raúl Moro, el mejor hombre del rival, pero que lo puso demasiado en evidencia, aunque no tuvo ayuda en Lo Celso.
Diego Llorente Tuvo al inicio una pérdida (quizá provocada) que pudo acabar en gol local. André lo sacó mucho de su zona y lo desquició.
Natan Daba la sensación de estar más asentado, pero era irreal. Superado en las transiciones del Valladolid.
Ricardo Rodríguez Sin estar tan mal como otras veces, su partido fue más que discreto.
Johnny El campo parecía agrandársele. Hizo lo que pudo.
Altimira Perdido. En el gol no tapó la línea de pase hasta en dos ocasiones por mala colocación, propiciando el hueco.
Lo Celso En el fútbol profesional quien sólo está para el lucimiento no vale y por eso está en el Betis. Indecente su absentismo defensivo. No ayudó ni una vez a Sabaly y volvía andando.
Isco Lo intentó. Tiene mucho fútbol en la cabeza y trató de rebelarse contra lo que estaba pasando, pero no le acompañó nadie. El primero Lo Celso. Tampoco vio claro el último pase.
Abde Querer y no poder. O, mejor dicho, querer de mentira. Celebraba cuando lo frenaban en falta y eso no es ir de verdad.
Bakambu Viene de un modelo que no encuentra en el Betis. En Villarreal jugaba con espacios y a un toque.
Vitor Roque No acaba de explotar y se frustra.
Ruibal Pellegrini trató de meter corazón en la banda, pero era ya tarde.
Juanmi No apareció su oportunismo.
Jesús Rodríguez Metió algo de chispa y animó el ataque del Betis al final, pero tuvo el empate en sus botas y se le nublaron las ideas.
Mateo Flores Puso ganas.
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