Betis: El 'pasillito' al Barcelona, antes y durante el partido

Sevilla/El Betis duró tres minutos en Montjuïc. El tiempo de encajar el primer gol ante un Barcelona al que le hizo el pasillo de honor antes y durante el partido. Cierto es que el cuadro azulgrana ha vuelto a su mejor nivel, con un versión de sus jugadores excelente, pero si a eso se le suma un equipo verdiblanco sin plan alguno, sin ideas, sin agresividad en la presión, sin carácter y con una falta de calidad más que evidente, pues el resultado fue una manita... y gracias. Cinco que bien pudieron ser más ante los Lamine Yamal y compañía, que hicieron lo que quisieron en todo momento con un Betis con síntomas muy preocupantes, con Pellegrini bastante lejos de su mejor versión y una plantilla de calidad cada año más baja que pide a voces refuerzos.

Defensa

El Barcelona demostró ser un equipo perfectamente trabajado por su entrenador, capaz de sorprender colocando a Dani Olmo de falso 9. Eso hizo que en el centro del campo, los azulgrana tuvieran superioridad a los mandos de un Pedri con De Jong de escudero y un Gavi indetectable para unBetis que corría y corría detrás del balón. Además, el Barça atraía a los verdiblancos a la medular y por los costados entraban Gerard Martín y Raphinha por la izquierda, mientras que Lamine Yamal y Koundé se divertían por la derecha ante un Perraud desbordado, con muy poco ayuda de Juanmi. ¿Resultado? Zapatazo de Dani Olmo al palo minutos antes del 2-0, obra de Koundé.

Ni rastro del Betis, mientras el Barcelona seguía con su agresividad en la presión tras pérdida, metiendo un ritmo muy alto al partido, con un toque de pelota vertical y veloz imposible de parar para los heliopolitanos. Y la segunda mitad fue otro monólogo azulgrana. Y más con espacios. Autopistas para Yamal y Raphinha, mientras Dani Olmo se sentía a gusto por delante de la adelantada defensa bética sirviendo balones a su espalda. Así fueron cayendo los goles en cascada para un Barça que se estaba dando un festín y jugaba a placer a costa del Betis.

Ataque

A las ganas de Isco le acompañó Jesús Rodríquez, que fue el mejor hombre del Betis en el campo del Barcelona. Puso de gol a Vitor Roque en el alargue de la primera parte y provocó el penalti del tanto de su equipo. Demostró descaro y desborde en carrera, verticalidad, y siempre con la portería en mente. Y algo importante, pese al marcador siguió intentándolo siempre, nunca se escondió. Vitor Roque hasta estuvo cerca de que Iñaki Peña le parase el penalti de lo mal que lo tiró. Fornals y Losada mostraron algo de voluntad, pero el partido estaba ya más que resuelto.

Virtudes

El buen hacer de Jesús Rodríguez.

Talón de Aquiles

Las sensaciones de equipo caído que dio el Betis. Incapacidad en el banquillo y bajo nivel en muchos jugadores del plantel.