En cuanto el Betis se hizo con la pelota, el agujero de atrás fue una anécdota

Gent-Betis | Informe técnico

La superioridad técnica del Betis convirtió en anécdota la inconsistencia atrás con Lo Celso cerca de Marc Roca

Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Gent

El brasileño Antony se abraza a Ángel Ortiz al acabar el partido en Gante.
El brasileño Antony se abraza a Ángel Ortiz al acabar el partido en Gante. / Olivier Matthys (Efe)

La eliminatoria se mantuvo abierta el tiempo que el Betis tardó en ubicarse en un terreno de juego extraño, de piso duro y de césped ralo. Un cuarto de hora si acaso. Esta competición que la UEFA se ha sacado de la manga está trufada de equipos limitadísimos que ni en sueños jugarían en la Primera División española. El Gent es otro más. Y por eso el desajuste inicial de los verdiblancos no pasó de ser una molesta anécdota en el partido y seguramente el cruce. Manuel Pellegrini no lo va a olvidar, porque esas costuras abiertas atrás le hubieran penalizado mucho si delante hubiera estado no ya el Barcelona o el Chelsea, también el Rayo Vallecano o el Osasuna. En cuanto la musculatura de Isco se calentó se acabó el debate.

Defensa

El esperado encaje de Lo Celso más Isco, más Antony y más Abde (Jesús Rodríguez descansó esta vez) no le sentó nada bien al entramado defensivo del Betis en el arranque del partido. Era clamoroso cómo el Gent se plantaba en zona de peligro por los anchos pasillos interiores, sin que Marc Roca pudiera hacer apenas nada por evitarlo. Se había dispuesto un Betis cada vez más largo, con enorme distancia entre líneas, y el animoso equipo belga, con cierto criterio en su capitán Kums a la hora de mover los muñecos, creó demasiados problemas sobre todo en el espacio entre el lateral Perraud y el central Natan. Por ahí se coló hasta tres veces el japonés Ito. En la segunda de ellas perdonó tras un buen recorte en el área resuelto con un inocente tiro al lateral de la red de Fran Vieites.

En cuanto Isco empezó a asociarse con los de alrededor en el mediocampo de los flamencos, especialmente con Antony a su derecha, la zaga verdiblanca pudo dar un paso adelante, las líneas béticas se juntaron y los despejes del Gent ya cayeron casi siempre en alguna bota del cuadro heliopolitano para insistir.

Ataque

La última media hora de la primera mitad, el Betis ya debió marcar algún gol, pero la ansiedad de Bakambu lo llevó a ser muy desmañado con la pelota en los pies a pesar de que Isco, sobre todo, lo enchufó con pases al área preñados de intención.

Quien puso más verdad en sus lanzamientos fue Antony, quien es de esos jugadores que el defensor sabe lo que va a hacer, pero no puede hacer nada por evitarlo, en la línea de Robben o Messi: arrancar desde la derecha, recortar y soltar un lanzamiento con rosca pegado al palo. El portero Roef, de lo más aseado de este equipo que es sexto en su liga, le sacó su primer balón endiablado que se colaba cerca del poste (7’), pero nada pudo hacer en el tercero (47’).

Tener la pelota y marcar los tiempos iba a terminar desmoronando a los belgas y así fue.

Virtudes

La calidad de Isco y Antony sofocó el intento de debate.

Talón de Aquiles

Esa debilidad inicial sin balón...

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