El Betis Futsal asume el cargo (5-1)

Sevilla/Sólo pudo rubricar dos victorias en todo el pasado curso liguero en Primera División. El peor registro de toda la liga. El Betis Futsal cargó un peso que le sacudió y arrastró hasta lo más fondo e inóspito de la tabla. Amate no es un fortín, está lejos de serlo y esta es la peor noticia para un equipo que si quiere recuperar su hueco en la máxima categoría. En la Segunda División sumar de a tres en casa debe ser obligatorio, y más ante el UD Ibiza Gasifred, su rival este viernes en la tercera jornada y que, por la dificultad a la hora de encontrar vuelos debido al horario, se vio obligado a llegar a Sevilla desde las Islas Pitiusas a escasas horas del encuentro.

Así, los verdiblancos asumieron desde el inicio la voz cantante. A los diez segundos, la primera de las hasta tres ocasiones claras que tendría Rafa López en la primera mitad. Poco después, la segunda más cerca, dentro del área. Pese al acoso a los insulares, la primera rotación formada por el cierre cordobés, Lin, Henrique y Povea no derribó el muro del internacional eslovaco Karpiak. La última de este quinteto, un potente tiro al palo de Henrique tampoco abrió las aguas ante el conjunto de José Fernández, cómodos con el transcurrir del reloj y esperando hacer daño desde las transiciones.

Llegando al ecuador del primer acto y con la grada casi aullando el primero de los suyos, Pablo Muñoz disparaba al palo teniendo a Henrique en una posición mejor. Son las decisiones, a veces erróneas, otras veces atrevidas -según el prisma- de un jugador que cada día que pasa en el Betis, más importancia adquiere en el mismo. En la siguiente acción (8') el malagueño abría la lata metiendo la punta de su bota lo justo para que el balón envenenado se metiera dentro (1-0).

La más clara de los baleares en los primeros veinte minutos llegó por mediación de Caruso, que recortó a Starna -titular esta vez por delante de Marcos Ferreyra y Raúl Sánchez, sin convocar- dentro del área, pero su disparo se largó fuera. Al arcén, pero suficiente para que André Brocanelo gastara su tiempo muerto para afrontar unos últimos minutos del primer envite en el que Marcos Ferreyra saltaría desde el banquillo directo a jugar un par de posesiones de cinco. Era la manera del técnico brasileño de buscar los espacios, aunque también de protegerse plácidamente de una quinta falta en contra que oprimía a los suyos en defensa.

Starna bajo el palo, quita alas y las da

El inicio de la segunda mitad fue un calco al de la primera: el Betis incesando en campo rival, pero siendo incapaz de sacar partido a sus posesiones en el juego de cuatro. Una situación que desesperaba a un André Brocanelo en diálogo constante con Ramón Martínez. Ante la falta de mella en el resultado, la UD Ibiza seguía esgrimiendo sus opciones a través de una defensa cerrada, aseada y segura atrás. A partir de ahí y de un juego eléctrico de sus alas, los baleares comían terreno a los sevillanos hasta cogerles de la pechera por momentos.

Hasta que a falta de cinco minutos Henrique se cansó del abuso. Su pierna izquierda así lo certificó con un disparo seco que amplió la renta e instauró en Amate un manso estado de tranquilidad que sólo la superioridad numérica del portero jugador balear pudo penalizar a través del 2-1 de Charly.

Todo esto antes de que el meta Gonzalo Starna pusiera de manera ejemplar su sello con dos disparos milimétricos para erigirse como el mejor jugador del encuentro por su anecdótica faceta goleadora y de que Charly, sobre la bocina, hiciera el quinto y de este modo decretar en Amate la noche en (verde y) blanco antes de que el recinto acoja una segunda jornada en casa de manera consecutiva, ante Lugo Sala el próximo viernes.