Betis: frenesí sin pasarse de la raya
Betis-Barcelona | Informe técnico
El equipo verdinlanco supo cómo hacer frente a la defensa adelantada del Barcelona con sincronizadas irrupciones y sin caer una sola vez en fuera de juego
Sólo faltaron pausa y finura para definir
Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Barcelona
Ni una sola vez cayeron los atacantes del Betis en fuera de juego ante un equipo que ha despertado el interés de toda la Europa futbolística por su pericia para que los enemigos caigan una y otra vez en la trampa. Los de verde y blanco recitaron con acierto la lección, sobre todo en el arranque de la segunda mitad para desconectar a todos los de azul y grana salvo a ese genio llamado Lamine Yamal.
Defensa
Manuel Pellegrini adelanta esta vez a Lo Celso y trata de blindar mejor la contención en la zona ancha con Mateo Flores junto a Almitira. El argentino se alinea con Vitor Roque para empezar a hostigar la construcción del juego azulgrana. No aprieta el Betis en posiciones muy adelantadas. Los verdiblancos se pertrechan mejor en mediocampo, cierran filas para bloquear el juego en corto de Casadó y Pedri y en ese ligero repliegue, además, confían en explotar esa amplitud de metros entre la zaga catalana y el portero Peña con la velocidad de Abde.
Perraud está muy encima de Lamine Yamal, pero eso no evita que el jovencísimo crack haga daño en esa otra faceta que, además del regate, le encanta: el toque. Fue Koundé la pieza indetectable para el sistema bético en la primera mitad. El francés se desdobló y entró hasta el palo en un primer pase de Lamine (6’), luego intercambiaron sus roles los barcelonistas (15’) y hasta Raphinha acudió a esa zona derecha a veces.
Por el otro flanco, el de Sabaly, apareció Chimy Ávila con un despliegue físico desbordante que en un par de ocasiones resultó providencial ante los vanos intentos de Balde.
Mateo y Altimira estuvieron muy atentos para cortar ese juego entre líneas por los pasillos interiores, pero el agujero estaba en las entradas de Koundé y entre Lamine y Pedri conectaron al primer toque para que el lateral galo asistiera de maravilla a Lewandowski. Una triangulación imposible de defender por su limpieza y celeridad al primer toque. Es lo que tiene un equipo top con un trabajo táctico acorde. Pero de ahí al final, sólo Lamine.
Ataque
La estrategia bética de apretar en mediocampo, no muy arriba, para guarecerse mejor y al mismo tiempo aprovechar los metros a la espalda de la zaga culé a punto estuvo de darle un premio bien pronto, a los tres minutos, pero Abde volvió a marcar mucho con su gesto el ángulo elegido además chutó blando y no demasiado ajustado. De nuevo se coló el marroquí en una pared hasta la línea de fondo en el minuto 34, pero ahí paró la producción bética en la primera mitad, además de un balón parado que sacó Raphinha entre los palos (2’).
Pero más ajustada aún fue la presión bética tras el descanso, algo más arriba, y con continuas incorporaciones desde atrás que eran conatos de fuego: Abde, Perraud, Chimy. Pellegrini metió a Isco por Mateo y retrasó a Lo Celso, pero el peligro siguió por las bandas. Ruibal y Assane se sumaron por la derecha.
Virtudes
Un plan muy eficaz para salvar la trampa del fuera de juego.
Talón de Aquiles
Poca pausa y tino en el remate.
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