El Betis se duerme tras el golazo de Abde (1-1)

La crónica

Los verdiblancos dejan escapar dos puntos ante un Copenhague que parecía inofensivo hasta el penalti de Bellerín a Diks

Tres faltas de saque, dos de los locales, resumen la laxitud del primer partido de la Conference en el Benito Villamarín

Así le hemos contado el Betis-Copenhague

Bellerín derriba de forma aparatosa a Diks en la jugada que acabó con el empate para el Copenhague.
Bellerín derriba de forma aparatosa a Diks en la jugada que acabó con el empate para el Copenhague. / Antonio Pizarro

Sevilla/Noche decepcionante para el Real Betis Balompié en su estreno casero en esa Liga Conferencia que tanto ilusiona a su clientela por la posibilidad de pelear por algo grande. La escuadra de Manuel Pellegrini parecía que se iba a desquitar de la primera derrota frente al Legia con una victoria sobre el Copenhague que se encauzó gracias al golazo de Abde cuando el partido estaba comenzando, pero se durmió demasiado pronto. El juego cayó en una fase de somnolencia absoluta y acabó con un empate por culpa de un penalti transformado por Diks.

Era la única manera de que todo se estropeara, ya que el equipo danés parecía incapaz de llegar a darle un susto siquiera a Adrián, en su retorno al Benito Villamarín, pero el fútbol es traicionero si se le da lugar a ello. Cierto que Pablo Fornals debió anotar el dos a cero en el minuto 71, pero el guardameta Trott lo impidió con una espectacular parada a contrapié.

Se escapó ahí la opción de tener un colchón mullido para los minutos finales, pero es que el Betis había hecho muy poco para que esa ventaja se incrementara y todo fuera mucho más plácido. Al contrario, entró en una fase de sopor que ni siquiera se iba a finiquitar con el empate de Diks. Resultó muy llamativo el silencio de todo el estadio en los instantes finales, cuando tal vez se añoraba que la grada se convirtiera, como tantas y tantas veces, en el jugador número doce de los verdiblancos.

Pellegrini hizo menos cambios de la habitual, pues metió a sólo cuatro jugadores de campo respecto al once que arrancó en Pamplona

Tal vez tuviera mucho que ver en ello la actitud que habían mostrado sus futbolistas durante los casi setenta minutos que habían transcurrido entre un gol y otro. Hasta dos faltas de saque hicieron los béticos fruto de esa carencia de concentración e intensidad, una en cada costado del campo, y eso es otro de los reflejos de que la cita parecía un entrenamiento más de la semana. La diferencia es que no se desarrollaba en la ciudad deportiva y sí delante de 45.000 béticos, más algunos daneses, que habían pagado por sus entradas y merecían un mayor derroche físico por parte de los suyos.

Golazo de Abde

Pero no, después del golazo de Abde todo fue trotar sin romper jamás en velocidad. Fue curioso porque el marroquí, tras su suplencia en Pamplona después de haber brillado con su selección nacional, se inventó un disparo de excelente ejecución y prometía emociones más fuertes. Optó por probar desde fuera del área y la pelota hizo algún extraño hasta caer como si fuera una folha seca una vez superada la inútil estirada del joven inglés Trott, que defendía los tres palos de la meta del cuadro danés.

Sólo se habían contabilizado en los cronómetros ocho minutos y el Betis parecía que iba a saber administrar el tiempo a partir de ese momento. Con la ventaja en el tanteo, dejó tocar la pelota al Copenhague, que parecía sentirse a gusto con ese detalle futbolístico, para después cerrar todos los caminos hacia Adrián a través de la notable labor, una vez más, de Diego Llorente y Natan. El esférico merodeaba por allí, pero nunca se dirigía hacia las bandas, lo que hacía que la tarea fuera bastante sencilla para un dúo de zagueros en un estado de forma bastante alto.

Con la alineación inicial, Pellegrini había resuelto la primera incógnita conforme todo echaba a andar. La apuesta por los dos delanteros parece firme, pues Chimy Ávila y Bakambu eran esta vez los dos puntas y el argentino no estuvo casi nunca por alguna de las bandas, sí retrocedía algunos metros para enganchar, pero era un hombre de ataque más. Precisamente, Chimy era uno de los que ingresaban en la alineación en la política de rotaciones del entrenador chileno. También lo hacían Adrián, Natan, Ricardo Rodríguez y Abde para que fueran cinco las novedades respecto a la Liga, sólo cuatro jugadores de campo, pues.

El técnico chileno volvió a apostar por los dos delanteros desde el principio y colocó a Chimy Ávila junto a Bakambu, pero el juego de los suyos fue demasiado plano

Pero el desgaste tampoco fue entonces excesivo para los béticos. Aunque correr detrás del balón siempre es ingrato y esto sucedió más tiempo de la cuenta, la verdad es que era más por voluntad propia que por la calidad de un Copenhague nulo en lo referente a la profundidad para asustar. El Betis estaba cómodo con su manera de defender y jamás se sintió en peligro con lo que manaba de las botas de un rival que se gustaba a sí mismo en el tocar y tocar sin avanzar.

Resultados.
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Clasificación
Clasificación

El problema iba a ser que ese conformismo acabara conllevando algún susto en la defensa en una acción aislada. El litigio se volvió haciendo cada vez más frío, casi helado. La grada se contagiaba de la situación y todo parecía resuelto desde antes de llegar al intermedio. Transmitía, en definitiva, que no hacía falta ningún esfuerzo más y que era cuestión de dejar pasar el tiempo para que todo concluyera lo antes posible.

Un "¡árbitro, la hora!" continuo

Fue algo así como si se escuchara un "¡árbitro, la hora!" atronador desde muchísimo antes de que todo se acercara siquiera al final del tiempo reglamentario. Ése fue el gran error, porque después del paradón de Trott a Pablo Fornals, tal vez la única ocasión diáfana además del gol, llegó la internada de Diks que Bellerín cortaba con un penalti.

Los verdiblancos se desconectaron al ver que el rival no llegaba hasta su portería y cuando llegó el 1-1 ya no fueron capaces de volver

Todo se había venido abajo de golpe y después ya no hubo capacidad de reacción. El Betis lo intentó, pero con más rabia que orden y el Copenhague se sintió ahora más relajado. Sólo un remate inocente de Vitor Roque en una buena acción de habilidad de Abde (89'), nada más.

Diego Llorente, el mejor de los suyos, trató incluso de construir desde atrás, pero ya era demasiado tarde. La siesta se había prolongado más de la cuenta y el Betis deberá esperar a los siguientes compromisos para dar el necesario paso adelante en la Liga Conferencia. Tiene tiempo suficiente, pero tendrá que meterle una marcha más a su juego con una actitud bien diferente.

Ficha técnica

1 Real Betis: Adrián; Aitor Ruibal (Bellerín, 63'), Diego Llorente, Natan, Ricardo Rodríguez; Fornals, Johnny (Juanmi, 80'), Sergi Altimira, Abde; Chimy Ávila (Assane Diao, 80'), y Bakambu (Vitor Roque, 46').

1 FC Copenhague: Trott; Huescas, Gabriel Pereira, Hatzidiakos, Diks; Elyonoussi, Clem (Delaney, 62'), Lerager (Froholdt, 71'), Robert (Larsson, 62'); Mattson (Achouri, 62') y Claesson (Cornelius, 71').

Goles: 1-0 (8’) Abde lanza desde lejos con la derecha y entra en una ‘folha seca’. 1-1 (77’) Diks transforma un penalti cometido por Bellerín sobre él mismo.  

Árbitro: Willy Delajod (francés). Amonestó a Elyonoussi (32'), Aitor Ruibal (37'), Chimy Ávila (76'), Pablo Fornals (77'), Achouri (81'), Diks (86'). 

incidencias: Partido de la jornada 2 de la Liga Conferencia disputado en el estadio Benito Villamarín ante 45.702 espectadores.

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