Diego Llorente: "No pienso en la mano del derbi, pero es un tema que el fútbol debe arreglar"
El central madrileño, convertido ya en un líder, confía en la capacidad del equipo, pone el acento en el calendario y llama a la uniformidad de criterios
Sevilla/Criado en el Real Madrid, Diego Llorente (16-08-1993) tuvo que buscarse fuera las oportunidades que no le daban en su casa. Lo hizo debutar José Mourinho allá por 2012 y desde entonces la nómina de entrenadores con los que ha trabajado está a la altura del nivel que está ofreciendo en un Betis en el que se ha convertido en el líder de la defensa y de un equipo que tiene el listón alto tras lo hecho años atrás. Tiene vocación para ello y curtido ya en mil batallas, desde la experiencia trata de enseñar a los jóvenes que se le acercan. Dicen de él que es un tipo normal, un halago en estos tiempos, y tiene una palabra en la boca como filosofía de vida: trabajo.
–A los 31 años y con todo lo vivido ya, ¿está usted en el mejor momento de su carerra?
–Evidentemente ya llevo unos años jugando en varias competiciones, varias experiencias y eso al final pues te hace mejorar indudablemente, pero yo creo que todo jugador tiene margen de mejora y en eso trabajo en el día a día. Seguir trabajando en mis puntos fuertes y tratar de corregir mis puntos débiles. Estoy contento con como estoy ahora mismo y con ganas de mejorar en el día a día.
–Llegó a Sevilla con la complicada misión de sustituir a Pezzella y ahora es un líder del vestuario.
–Los jugadores no venimos a sustituir a nadie sino a dar lo mejor de nosotros mismos. La dirección deportiva sabe qué perfiles busca y a mí me gusta hablar con mis compañeros y comunicarme todo el rato. Si eso es liderar pues lo asumo con naturalidad, pero cuando tomé la decisión de venir no lo hacía pensando en sustituir a nadie.
–¿Se puede afrontar toda la temporada con sólo tres centrales de la primera plantilla?
–También está Mendy, que ya demostró en pretemporada que tiene mucho potencial. Creo que estamos viendo, y ojalá sea así, la continuidad de Marc Bartra que es una grandísima noticia también y Natan se ha adaptado muy bien desde el primer día. Sí que es verdad que a lo largo la temporada todos los equipos tienen lesiones, pero esperamos que con la plantilla que hay, por lo menos en la parcela defensiva con los centrales, no tengamos problemas.
–Su aventura en el Leeds tuvo un inicio difícil.
–Fue una etapa complicada, porque se juntaron muchos factores. Todavía era una época de Covid y no había una normalidad ni a nivel personal ni a nivel deportivo. También era mi primera aventura fuera de España, lo que implica una necesaria adaptación porque la cultura inglesa es muy diferente a la nuestra. Sí que lo pasé un poco mal los primeros meses, pero salí a base de trabajo y con la ayuda del staff médico. Casualidades de la vida, esa temporada acabé yendo a la Eurocopa tras demostrar un buen nivel.
–Antes de ir a la Premier llamó a Pablo Hernández para que le hablara de la ciudad, la afición, el club... ¿A quién llamó del Betis?
–Era una decisión muy importante y quería saber dónde iba a ir. En esta ocasión fue un poco al revés y fueron más gente del Betis quienes se pusieron en contacto conmigo. Luego sí hablé con Marc Roca y con Pablo Fornals y me dijeron lo que yo sabía que me iban a decir, que era un gran vestuario y que había gran ambición de conseguir cosas importantes. Fue un poco al revés que con el Leeds.
–Para el Leeds lo fichó Víctor Orta. ¿Ha hablado con él últimamente?
–Evidentemente tomamos caminos distintos y lo que es la vida, ahora es el máximo rival. Yo le tengo mucho aprecio y para mí es un gran director deportivo y una gran persona, pero ya le dije que a partir de ahora era mi enemigo y que si me lo cruzaba por la calle no le garantizaba saludarle (comenta entre risas). Yo guardo muy buen recuerdo de él, porque al final en el fútbol más allá de la competición y de todo lo que es el deporte quedan las personas y las amistades y Víctor me trató muy bien cuando llegué a Leeds, me dio todo su apoyo y por eso siempre le voy a estar agradecido.
–Entrenarse con Bielsa lo define como una experiencia que para poder explicarla hay que vivirla. ¿Por qué?
–Yo ya sabía algo de su metodología por lo otros contaban, pero sí que es verdad que cuando llegó al Leeds no hacíamos ciertos ejercicios que se hacen en otros equipos como una posesión normal o de finalización Era todo muy analítico, todo tenía un sentido, porque luego le das vueltas un poco al ejercicio que acabas de hacer y tenía mucho sentido, porque era básicamente fragmentos de partidos que luego se reproducían en el encuentro tal y como lo habías hecho en el ejercicio. Era una forma de trabajar muy analítica y desde el punto de vista físico muy exigente también. Para mí fue una experiencia dura en el sentido de físico, pero muy bonita vivir porque te hace ver un mundo distinto. Yo nunca me había entrenado así, pero al final hay que agradecer vivir algo así, porque es una persona que desprende de fútbol. Es 24-7 fútbol y ahí ya podemos entrar a valorar si es sano o no. Pero incluso fallos que no hayas visto él los ve y te lo dice y tú que pensabas que nadie había visto piensas “joder, éste sí lo ha visto”. Es una experiencia distinta y muy bonita.
–Tienen de entrenador a una institución en Heliópolis.
–Pellegrini es un técnico cuya trayectoria habla por sí sola y en el día a día, tanto para bien como para mal, te transmite tranquilidad. Muchas veces en el fútbol se viven estados de ánimo muy extremos y hay que saber llevar las cosas tanto cuando ganas, y no creer que eres el mejor, como cuando tienes una racha negativa. Por lo que llevo trabajando con él eso es gran parte de su éxito. Luego ya podemos entrar a hablar en su estilo de juego y otras cosas que desde mi punto de vista son muy atractivas, pero su calma y la confianza en los suyos y la tranquilidad que transmite es importante.
–Debutó con Mourinho y pasó por Paco Jémez, Ancelotti, Juande Ramos, Imanol Aguacil, Bielsa, Pellegrini... Adaptarse o morir.
–Cada entrenador es distinto y tiene su propio estilo, pero una cosa que considero que tengo buena desde bien pequeñito es que intento adaptarme lo más rápido posible a las circunstancias como cuando tocaba jugar en un campo de mierda cuando eras pequeño. Pues de lo mismo va el estilo. Llegas a un equipo e intentas coger los conceptos que son sagrados y a partir de ahí trabajar, trabajar y trabajar para asimilarlo todo rápido.
–¿Es de los que ve fútbol en casa o prefiere desconectar?
–Tengo mis momentos. Es bueno ver fútbol, pero también lo es desconectar. El partido Champions por la noche siempre lo veo, pero si juego temprano un sábado o un domingo después me gusta salir a pasear con mi familia. Normalidad, vamos. Si hay un buen partido y merece la pena pues sí que me gusta ver fútbol.
–¿Como hincha o analizándolo?
–Yo lo veo disfrutando, aunque sí que es verdad que luego analizo momentos puntuales como los goles. Me gusta ver los resúmenes de los partidos de Primera División, porque aprendes mucho de los goles encajados, de qué se podría haber hecho mejor ahí.
–¿Fútbol es fútbol o el halo sobre la Premier es un mito?
–El fútbol es fútbol, lo que pasa es que hay características que en algunas competiciones se dan con más frecuencia o son más notables que en otras. El ritmo de juego y el físico en la Premier no es el mismo que el de LaLiga, así como la táctica o incluso la pillería que hay en Italia no es la misma que en Inglaterra, donde tu propia afición te puede pitar si simulas. Para mí el fútbol de fútbol y un buen jugador se adapta a cualquier competición, pero sí que es verdad que hay ciertas características que como no te adaptes a ellas te va a costar sobrevivir.
"No puede ser que acabes un partido el jueves a las once de la noche y juegues otro el domingo a las 14:00”
–El Real Madrid anda ahora sin centrales. ¿Por qué cuesta allí tanto mirar a la cantera?
–Estamos hablando de uno de los mejores clubes del mundo y allí el el nivel de exigencia es muy alto. A un canterano hay que darle la confianza para que dé el paso de debutar, pero a partir de ahí para mí lo más difícil es mantenerse. Entonces claro, la del Real Madrid es una exigencia brutal y a la mínima que flaquees un poco el que viene detrás, que será de los mejores del mundo, te aprieta.
–¿Hay una relación directa entre el calendario y las lesiones?
–El nivel físico y el ritmo de competición ha subido. Para mí el juego y la circulación de balón es más rápido y requiere más intensidad, pero también hay que mirar el calendario y si se dice que tienen que pasar 72 horas entre un partido y otro no puede ser que acabes uno el jueves a las once de la noche y juegues otro el domingo a las 14:00. La gente que se dedica a los horarios tiene que priorizarlo por encima de los derechos televisivos. Habrá quien diga que no hay mucha diferencia, pero el detalle, cinco horas más o menos, no es una tontería. A partir de ahí podemos decir si hay muchos partidos o menos partidos, si las plantillas son más cortas o más largas… Es un debate muy amplio y cada uno tiene sus intereses, pero creo que lo que sí se tiene que hacer es respetar el mínimo de 72 horas. A mí personalmente me cuesta conciliar el sueño después de un encuentro y si acabo a las once hasta las tres o cuatro de la madrugada no me duermo por la adrenalina acumulada.
"Se ha llegado a un punto que no importa si el jugador está de espalda o si es el balón el que va a la mano”
–Pasaría en vela la noche del derbi por la mano.
–El día del derbi lo primero que hice fue ver todo el partido, que es lo que suelo hacer casi siempre. No le doy ya muchas vueltas, porque al final te quemas y no consigues mucho, pero no se entiende que con lo bonito que es el fútbol ciertas cosas no se corrijan como que hay movimientos naturales y ciertos gestos del cuerpo que no se controlan. El jugador tiene que ser libre de moverse. Muchos, y también lo hago yo, están más preocupados de tener la mano en la espalda en el área que del balón. Para mí lo del derbi es pasado, pero sí que es verdad que los organismos competentes deben darle una vuelta a esto para tener un criterio más uniforme. Es un tema que hay que arreglar.
–¿Temió una sensación?
–Expresé mi opinión con mucho respeto. Creo que se puede hablar y debatir con respeto.
–Las manos, los penaltis y el Sevilla lo persiguen. Mourinho se acuerda aún de una mano en la final de la Europa League...
–Pues otra acción de esas. Para mí hace el movimiento de ver que no llega aprovechar la mano con el movimiento del cuerpo para darle al balón. Pero digo lo mismo, que falta una uniformidad que evitaría muchos debates. En el fútbol actual es una mano que se podría haber pitado perfectamente.
–¿Los futbolistas saben cuándo es mano y cuándo no?
–Lo que ayudaría es entender que hay ciertos movimientos que son naturales. No puedes saltar hacia atrás sin equilibrarte con los brazos. Sí han entendido que cuando te tiras tienes que apoyar la mano en el suelo y eso no es penalti, pero hemos llegado a un punto en el que no importa si el jugador está mirando el balón, si es el balón el que va a la mano o al contrario… Y como se han pitado penaltis absurdos todo el mundo pide mano ya y la profesión de árbitro cada vez es más complicada. Cada año dicen que se va a solucionar el tema de las manos y lo que pasa es que hay más problemas.
–¿Cómo se explica que un día este Betis se coma al Atlético y otro sufra con el Celje?
–Es una de las cosas que tenemos que mejorar. Creo que en los equipos que hacen grandes cosas al final de la temporada la clave es la regularidad. Es una línea de mejora, aunque no creo que sea un tema de actitud, pero sí que es verdad que no podemos dar esos bandazos de rendimiento.
–¿Para qué está este Betis? ¿Europa, algún título...?
–Para mí esto es una cosa muy personal y cada uno tiene su ambición y tiene su punto de vista, pero yo en verano lo dije y lo sigue manteniendo: para mí no es tan importante ponerse un objetivo, porque aquí todo el mundo sabe el mínimo y que si tú has entrado en Europa los últimos años lo mínimo es clasificarte de nuevo, que lo que te hace entrar en Europa que es el día a día es el día a día. Creo que en eso nos tenemos que centrar y no en lo que uno u otro cree personalmente, porque esos son palabras y las palabras para mí se la lleva el viento. Entonces creo que hay que demostrar las cosas con hechos, trabajando como animales en el día a día y cuando llegue el día del partido competir e ir a por la victoria. El fútbol puede ser justo o no justo, pero los resultados son los que son y te pondrán en un sitio o en otro. El objetivo está claro mirando los últimos años, estar en puestos europeos. Que luego no da para una competición y sí para otra…, bueno, pero para mí la clave es el día a día, entrenar cada día mejor lo que te permite alcanzar esos objetivos.
–¿Están más a gusto con dos delanteros o con dos pivotes?
–Cada sistema tiene sus cosas buenas y malas. Con dos delanteros quizás tienes algo más de problemas en la construcción, pero más llegada arriba y una vez pasa el balón el centro del campo hay más movimiento y más jugadores. Con el otro sistema tienes más medio centros y equilibras más el juego… Lo bueno de estas dos situaciones es que el equipo se ha adaptado bien y que el día de mañana pues no estamos atados a un sistema y puedes cambiar la idea en un mismo encuentro según lo que se necesite. El equipo se ha adaptado bien a los dos sistemas y es algo positivo.
–¿Se ve con opciones de volver a la selección?
–Para mí siempre representar a tu país es lo máximo y cuando fui era un orgullo. Lo realmente importante es el día a día y dar lo mejor de mí en el club que ha confiado en mí, que es el Betis y desde ahí llegan otras cosas como es el premio de una llamada de la selección, pero no es algo que no me quite el sueño. Si no hubiese ido nunca a lo mejor tienes la espinita de debutar con absoluta, pero ahora mismo estoy muy centrado en el Betis, en aportar todo lo que pueda el Betis y, a partir de ahí, cuando haces bien tu trabajo vienen cosas de forma natural.
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