Betis: Diagnóstico para una metamorfosis
Análisis
Pucela fue un reflejo de la irregularidad que muestra el Betis, fruto de la bajada del nivel de aptitud del plantel y la ausencia, por ahora, de ese plus que daba Pellegrini · Momento para soluciones en la planificación y en la pizarra
La tarde gris de Lo Celso en Valladolid
Sevilla/El Betis firmó en Pucela un decepcionante partido dentro de la irregularidad que viene ofreciendo en LaLiga durante todo el campeonato. Empate en casa de Las Palmas, por entonces en descenso; derrota en Mestalla ante el Valencia, revés en Pucela ante un Valladolid que cerraba la tabla... Una imagen negativa reflejada en la impotencia de Isco al finalizar la cita en Zorrilla: "Muy jodido. Hoy en día, el fútbol está muy igualado. Necesitamos mucho más, tenemos que ser mucho más contundentes en las dos áreas. Lo hablamos y luego no lo demostramos en el campo, por lo menos hoy. Veníamos de una dinámica buena, pero de nuevo no hemos estado a la altura para ganar un partido de Primera".
Un análisis perfecto de uno de los capitanes de la plantilla de un equipo verdiblanco que cerró la primera vuelta de la temporada con 25 puntos en mitad de la clasificación, por lo que tendrá que mejorar mucho en la segunda para alcanzar plaza europea vía Liga, que suele rondar entre los 56, 57 o 58 puntos. Una situación liguera a la que se ha llegado por una serie de causas y que invita en Heliópolis a hacer autocrítica en busca de un punto de inflexión, pues la dinámica del cuadro de La Palmera en el campeonato liguero bien podría definirse actualmente como una caída sostenida.
El momento actual del Betis, siempre en un análisis basado en la Liga, no sólo tiene una causa. Es un cúmulo de factores, principalmente dos, empezando por la bajada de nivel de la plantilla (planificación), algo más que evidente; y siguiendo por ese plus que Pellegrini le daba en otras temporadas al equipo verdiblanco y que en la actual no aparece. Como resultado, el décimo puesto. El fútbol del equipo verdiblanco sigue yendo a menos y empiezan a aparecer algunas dudas sobre la posición de Lo Celso y el rendimiento de éste cuando juega en la banda derecha con Isco detrás del punta, pues ante Rayo y Valladolid se vio un desequilibrio importante en el Betis.
Y es que la intermitencia del rosarino en el juego es máxima y Sabaly en tareas defensivas se encuentra muy solo, siendo la banda derecha una vía para que el rival genere peligro. Como posibles soluciones aparecen un cambio de dibujo: bien un 4-1-4-1 con Lo Celso e Isco juntos por delante de un pivote defensivo, dos extremos y un punta; o el actual 4-2-3-1 con Isco cayendo a la izquierda, Lo Celso detrás del punta y un extremo en la derecha. Turno para Pellegrini y su cuerpo técnico.
Pero centrarse únicamente en la figura de Pellegrini como causa principal del momento del Betis es injusto, cuando el chileno cuenta con una bajada importante en cuanto al nivel de la plantilla. De Álex Moreno a Abner y de éste a Perraud-Ricardo Rodríguez; de Ayoze a Abde y como recambio Juanmi... Ejemplos, y hay más, de ese descenso de calidad de un plantel con mimbres sobrevalorados, sin obviar el problema de la falta de definición ante el gol, de empaque en la medular (sin recambio de Guido), la ausencia de desborde y velocidad por las alas... Aspectos que luego se reflejan en la hierba.
Por tanto tendrán que unirse dos factores clave en estos momentos, ese plus del entrenador y elevar el nivel del plantel en el mercado de enero –qué bien le hubiera venido al Betis contar ya ante el Barcelona, en la Copa, con un refuerzo para la delantera y el lateral izquierdo–, para que en Liga se remonte el vuelo, de lo contrario el Betis se jugaría el objetivo de clasificarse para Europa en las otras dos competiciones que disputa. Toca en Heliópolis buscar soluciones en pos de una metamorfosis. El diagnóstico se ve con meridiana claridad.
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