Real Betis
Europa, escenario para Mateo Flores
Sevilla/El cambio de estilo y de filosofía en el Betis ha cuajado. Lo que empezó siendo un experimento en El Sadar, tomó cuerpo ante el Copenhague y eclosionó frente al Atlético de Madrid, con una explosión de fútbol ofensivo que ha pasado de la creación y la magia como ejes a la presión y el juego directo como nuevo ideario en ataque.
Manuel Pellegrini explicó que el cambio de modelo se debió a la pérdida de futbolistas de ese perfil en la mediapunta. Fekir, Rodri, William Carvalho, Isco y Lo Celso, por distintos motivos, no están disponibles para el técnico, que por primera vez en sus cinco campañas al frente del Betis tomó la determinación de cambiar su estilo de juego, inamovible hasta entonces, para adecuarse a la plantilla de la que dispone ahora y “no pensar en los que no están”. El técnico bético entendió que mover a Fornals no era la solución. No bastaba con parchear la mediapunta y sacar al castellonense, partiendo desde la banda (incluso desde la izquierda como en Pamplona), de una posición en la que genera más fútbol, sino que había que dar un giro ofensivo para paliar también la falta de gol que sufre el conjunto verdiblanco.
Y todavía lo sufre, pero por falta de puntería y no por el volumen de ocasiones creadas. Ya no hace falta tocar en la frontal en busca de algún espacio o resquicio en la defensa rival porque cuando los delanteros pisan el área hay pocos defensas o están mal situados, porque el juego de toque ha mutado a un fútbol directo y de presión que permite recuperar muchos más balones cuando el cuadro contrario está saliendo y no está colocado defensivamente.
Contra el Atlético el nuevo Betis emergió, aunque para ello hace falta un derroche físico que puede pesar dentro de un tiempo. No hizo falta mandar en el centro del campo, sino destruir desde ahí con un imperial Johnny Cardoso bien secundado por Sergi Altimira. No hizo falta tener la posesión (42% para el Betis por el 58% colchonero) ni enredarse con pases horizontales o atrás (380 por 530 del rival) para asegurar el balón. Ahora la idea es otra. Morder al rival cuando sale desde su campo, presionar en el centro del campo para robar balones (20 interceptaciones por las tres de los visitantes y 64 recuperaciones ante las 52 del Atlético) para con un par de pases y la velocidad de los derriba pisar pronto el área. Allí la idea es clara: pensar en la portería. Hasta 24 remates ejecutó el Betis, 16 de ellos dentro del área, aunque 17 del total fueron fuera. Toca afinar la puntería para liquidar antes los encuentros y no sufrir el arreón final del rival de turno.
Los números cambian cuando se comparan, por ejemplo, con la anterior victoria en Heliópolis, ante el Espanyol por 1-0 también y gobernando el choque desde la presencia de Lo Celso en la mediapunta. También tuvo ocasiones ese día el Betis. Remató 20 veces, pero a través de más pases que ante el Atlético (461), sin cometer ningún fuera de juego (en tres cayó frente a los de Simeone) y con apenas nueve intercepciones y 52 recuperaciones.
Ya contra el Osasuna el 0-1 nació de un robo de balón en el centro del campo de Johnny Cardoso. Ante el Copenhague la presión de Chimy Ávila provocó la pérdida de uno de los centrales en la acción que acabó con el gol de Abde y contra el Atlético muchas de las llegadas al área rival se produjeron como consecuencia de la presión y la recuperación en campo contrario. Y a eso se suma el pase en largo como nueva arma aprovechando la velocidad de Vitor Roque y Abde, fundamentalmente.
Este nuevo Betis ha mutado su juego, pero para mantener el novel ahora necesita que todos los jugadores estén bien físicamente y para ello las rotaciones son fundamentales. El domingo Pellegrini se dejó dos cambios sin hacer, quizá porque no tenía en el banquillo los recursos necesarios con Bakambu aún tocado sin estar al 100% físicamente y la confianza en Juanmi es limitada. Debe ir recuperando el técnico chileno efectivos. De Marc Roca no se sabe nada más allá de que sufrió un esguince tobillo; a Isco se lo espera para principios de año y a Lo Celso, para después del parón. ¿y con la vuelta del argentino qué pasará? Está por ver. De momento lo seguro es que ante el Athletic, el Celje en Conference League, el Celta y el Valencia se mantendrá este 4-4-2 con el que el Betis juega de forma más directo desde la presión aparcando el juego de toque y de creación.
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