Ocho asociaciones vecinales alegan contra el "pelotazo" urbanístico del Betis con su nuevo estadio

Dichas asociaciones llaman la atención sobre la edificabilidad planteada, "a todas luces excesiva y no se plantea con criterio de una ordenación urbanística equilibrada, sino en términos de obtener las máximas plusvalías"

El centro comercial del Villamarín y su altura máxima de 47 metros

Imagen nocturna del futuro estadio del Betis.
Imagen nocturna del futuro estadio del Betis. / M.G.
Europa Press

22 de marzo 2024 - 14:23

Sevilla/Ocho asociaciones vecinales han registrado alegaciones al avance del estudio de ordenación de la parcela de propiedad municipal anexa al futuro nuevo estadio del Betis, en Heliópolis, en las que expresan su "firme oposición a que se vincule la finalización con la construcción de un espacio comercial o terciario sobre suelos municipales" cuyos usos están, a su juicio, "muy pocos definidos", y llaman la atención sobre "el número indeterminado de plazas de aparcamiento aparentemente con un fin lucrativo en un sector urbano que da muestras de saturación".

Igualmente, rechazan la actuación porque "no supone en absoluto una mejora urbana" y sí, por contra, "un deterioro ambiental y paisajístico" el entorno. Para las entidades vecinales -Parque Vivo Guadaíra, Foro de Heliópolis, Los Andes, Pedro Salvador, Reina Mercedes, Puerto de Sevilla, Bermejales Activa y Siete Calles-, el documento "usa y abusa" de calificar la iniciativa como de "mejora urbana para justificar un pelotazo especulativo en un suelo público", basado en un convenio, recuerdan, firmado en 2003 y que responde a un "modelo urbanístico desfasado" al "proponer crear una nueva centralidad urbana para unos barrios que no lo necesitan ni demandan" al tiempo que "lesiona el interés público por el claro desfase entre lo que recibe la ciudad y las ganancias del club".

Para los alegantes, la iniciativa del Betis tiene una "débil e interesada base jurídica", ya que el avance "se sustenta en un cambio normativo aún no aprobado". "La modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) requerida ni siquiera está aprobada inicialmente por el Ayuntamiento, ni sometida a información pública, y, además, podría no aporbarse dado que el gobierno local carece de mayoría absoluta". Ítem más, según los vecinos: "El convenio de 2003 firmado entre el Ayuntamiento y el club debería considerarse nulo a todos los efectos dado que el tiempo transcurrido ha modificado la realidad que pudiera justificar la construcción de un espacio de centralidad en un entorno bien dotado y con claros síntomas de saturación".

Las asociaciones vecinales que alegan contra la propuesta llaman la atención sobre la edificabilidad planteada que es, según sus palabras, "a todas luces excesiva y no se plantea con criterio de una ordenación urbanística equilibrada, sino en términos de obtener las máximas plusvalías". De hecho, apuntan que la "mole de 31.500 metros cuadrados y un máximo de 47 metros de altura "no dará como resultado un edificio "icónico" y sí será "un pegote añadido" que restará "protagonismo al propio estadio", al tiempo que "banaliza el proyecto original del arquitecto Antonio González Cordón".

En esta línea, los vecinos destacan el "impacto de esta actuación sobre la accesibilidad a los barrios del sur, dado el estado saturado del eje de las avenidas de La Palmera-Jerez con intensidades de uso diarias estimadas en más de 40.000 vehículos al día y con frecuentes retenciones en las horas punta". Por último, argumentan que la propuesta urbanística es "lesiva" para el interés público y también para los privados, apuntando en esto último al "amplio tejido comercial existente en los barrios próximos y, especialmente, el pequeño comercio de los barrios de Bami, Reina Mercedes y los Bermejales", donde según las asociaciones firmantes de las alegaciones, hay 682 negocios y "miles de empleos" vinculados a ellos.

Apostillan que el avance del estudio de ordenación "no permite conocer el alcance del proyecto y su verdadera incidencia al ocultar información básica". Una "inconcreción que da pie a interpretaciones imaginativas pero no a poder valorar de una manera objetiva el impacto en su entorno", sentencian.

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