Rotaciones en el Betis, de filosofía a obligación

Sevilla/A diez jornadas del final de la temporada el Betis anda vivo en la pelea por objetivos impensables en verano, cuando el límite salarial impedía firmar a jugadores e incluso inscribir a varios de ellos. Con una plantilla peor que la de la anterior campaña, sin embargo, el conjunto de Manuel Pellegrini se ha hecho más fuerte atrás a costa de la pegada en ataque que exhibió el pasado curso, pero en esta recta final se juega mucho entre alcanzar el sobresaliente (Champions), el notable (Europa League), el aprobado (Conference) o incluso el suspenso (fuera de Europa), ya que el Athletic, séptimo, está a cinco puntos.

Ha repetido el técnico en varias ocasiones que "los puntos en casa serán muy importantes". Y es precisamente en Heliópolis donde el Betis está pinchando. Dos triunfos en los últimos 10 partidos, contando la derrota ante el United (0-1) y la eliminación copera ante el Osasuna en los penaltis tras la prórroga. Desde el empate 1-1 en el derbi con el Sevilla hasta la derrota frente al Cádiz (0-2), sólo dos victorias (ante el Mallorca y el Valladolid).

Escaso bagaje para un equipo que pelea por los puestos de Liga de Campeones y que encara ahora el tramo decisivo de la temporada con un cúmulo de bajas que obligarán a Pellegrini, si llega a tiempo de su viaje a Chile por motivos personales para dirigir al equipo desde el banquillo, a tirar de sus habituales rotaciones más por obligación que por su filosofía futbolística.

Enfrascado ya en una sola competición, la idea del técnico era tirar de la columna vertebral y mover lo justo el equipo inicial, pero las sanciones, lesiones y la falta de gol obligan al entrenador a hacer más cambios de los deseados, al menos para las próximas citas empezando por la de este sábado frente al Espanyol (18:30) en un Benito Villamarín que debe recuperar su carácter de fortín. Para este encuentro el primer problema está en el costado derecho. Con Ruibal sancionado dos encuentros y Sabaly lesionado, Montoya es el único lateral específico. El valenciano ha jugado la friolera de tres partidos esta campaña en todas las competiciones y no pisa el césped desde la jornada 8 de Liga en Valladolid el 9 de octubre.

El otro problema está en la mediapunta. Fekir dijo adiós a la temporada en Elche a finales de febrero y sin él el Betis sólo ha ganado uno de los siete partidos que ha disputado. Canales es su reemplazo lógico en esa posición por detrás del delantero, pero el cántabro se perderá por sanción la cita ante el cuadro catalán por su expulsión con el Cádiz y todavía está pendiente del pronunciamiento del TAD tras la cautelar concedida a su suspensión de cuatro partidos, de los que le restarían por cumplir tres. Puede perderse la mitad de los ocho encuentros que quedan para acabar el campeonato.

En duda está también el concurso de uno de uno de los futbolistas más en forma del Betis. Pezzella se retiró lesionado en el choque contra el conjunto gaditano con un fuerte esguince en el tobillo. De momento no se ha entrenado y estará al menos dos semanas fuera del equipo. A su ausencia en el centro de la defensa se añade la de Víctor Ruiz con molestias musculares.

A estas bajas obligadas pueden sumarse los movimientos de Pellegrini. William Carvalho no apareció por el centro del campo en todo el partido contra el Cádiz y Borja Iglesias apenas hizo un remate en todo el partido, con el lógico condicionante de jugar en inferioridad numérica buena parte del encuentro, y la falta de gol exhibida en los últimos encuentros podría hacer que el entrenador toque alguna tecla en la vanguardia, aunque el delantero sólo se ha perdido dos partidos en la Liga: en Valencia tras la expulsión en el derbi y contra el Valladolid tras ser intervenido en un dedo.

Problemas con las bajas, ante el gol y para ganar en casa. Demasiados frentes que abordar en una cita clave que puede determinar el futuro del cuadro verdiblanco. Seguir soñando por el reto de la Champions exige ganar a un Espanyol que llega en puestos de descenso tras encadenar cinco derrotas consecutivas en las que encajó 12 goles (dos o más en cada partido) y marcando cinco, un tanto en cada encuentro.