Del gran Pezzella al portento físico Assane y también un polvorilla Abde

Un empate en casa ante el Girona no tiene el mismo valor para todos los béticos que hacerlo contra el equipo que llegaba como líder de la Primera División. Los hombres de Pellegrini se dejaron hasta la última gota de sudor para salvar la imbatibilidad como local y sumar ese punto tan meritorio.

Pezzella | El gol se mete por los ojos, pero sus cruces ante Sávio...

Está claro que un gol siempre es la imagen que más impacta para todos los aficionados, sobre todo cuando el autor juega de defensa y llevaba bastante tiempo sin festejar ninguno. Pezzella le pegó con toda su alma y el balón entró como un verdadero obús en la portería de Gazzaniga. Sin embargo, tan importante con esa jugada que sirvió para rescatar un punto al final fueron los cruces que protagonizó ante Sávio en la segunda parte. Evitó que el Girona tuviera opciones muy claras.

Assane Diao | Su físico le da para exhibirse delante y atrás

Es un portento físico y eso quedó claro en algunas jugadas en la recta final. Por ejemplo, un robo en el lateral izquierdo cuando estaba jugando en la otra banda al acudir a ayudar a Miranda por su zona. Fueron varias las veces en las que protagonizó acciones así. También se fue por potencia en el minuto 25, pero ahí le faltó un pelín de temple para haber tocado con sutileza para marcar.

Ayoze | Dejó algunas exquisiteces en el primer periodo

Salió escorado a la izquierda en esta ocasión, con Rodri más centrado para hacer de Isco, pero el canario tiene querencia para meterse por dentro y fue capaz de crear la mejor ocasión con una exquisitez de tacón para que Willian José lanzara con dureza por abajo en una gran parada de Gazzaniga. Es una de las armas principales en el ataque de Pellegrini y rara vez no lo justifica.

Abde | Fue capaz de meterle una marcha más a los suyos

Estaba muy complicado el partido con el control que ejercía el Girona sobre el balón y tal vez era necesaria la aportación de un extremo que se atreviera a desbordar. Abde salió fresco e hizo sufrir a su ex compañero en el Barcelona Eric García. Más de una vez le enseñó la matrícula y encima se anticipó con muchísimo peligro en un centro que tocó con la cabeza.