Pellegrini, ante el primer maratón de partidos

Sevilla/A la esperada de la llegada de los internacionales, Manuel Pellegrini prepara con los futbolistas que tiene a sus disposición la próxima jornada tras unos días de descanso. Y lo que viene por delante es un maratón de encuentros, con motivo del inicio de la Liga Europa, a la que el Betis regresa tras su última participación en la 2018-19, cuando fue eliminado en dieciseisavos de final ante el Rennes. Debutará esta campaña en el Benito Villamarín ante el Celtic, en lo que será el segundo encuentro de un maratón de siete citas en total que disputará en 21 días.

Tras el parón por las selecciones las competiciones se reanudan y el calendario se comprime con cinco partidos de LaLiga y otros dos europeos. Cinco choques en los que el equipo verdiblanco, tras un irregular inicio en el que apenas ha acumulado dos empates (ante Mallorca y Cádiz) y una derrota (frente al Real Madrid) debe empezar a sumar de tres en tres para que las dudas no crezcan alrededor del nuevo proyecto bético.

Tiene tiempo todavía el técnico chileno para empezar a preparar la siguiente cita, ya que no será hasta el próximo lunes cuando empiece el maratón de partidos. El punto de salida será el día 13 de septiembre en el Nuevo los Cármenes en el choque ante el Granada, que suma también dos empates en este inicio liguero. La meta llegará el 3 de octubre en el Madrigal para medirse con el Villarreal (aún sin horario), antes de afrontar un nuevo parón por los encuentros de las selecciones nacionales en su camino hacia el Mundial de Qatar.

El carrusel de partidos empezará este próximo lunes en Granada, apenas tres días antes de recibir al Celtic en el estreno en la Liga Europa. Lo hará en un horario poco propicio, ya que recibirá al equipo escocés a las 18:45.

A una hora parecida repetirá en el Benito Villamarín el siguiente domingo, 19 de septiembre, ya que, presumiblemente con calor, se medirá con el Espanyol en casa a las 18:30, ya con un aforo del 60%, unos 35.000 espectadores, en el estadio heliopolitano tras las nuevas medidas implantadas para este mes de septiembre por las autoridades.

El calendario se comprime y visitará el jueves 23 de septiembre al Osasuna en Pamplona a las 19:30, mientras que cerrará esa exigente semana de nuevo en su estadio, jugando ante el Getafe a las 21:00 el domingo día 26 de septiembre.

Después, viaje a Budapest para afrontar el segundo envite continental ante el Ferencvaros el 30, en el segundo compromiso de competición europea, tres días antes de visitar en el Madrigal un duro encuentro ante el Villarreal para cerrar tres semanas intensas para los de Pellegrini, en una prueba de nivel para calibrar las posibilidades de su equipo.

La plantilla, casi al completo

A la espera de conocer el estado en el que regresen sus internacionales, el chileno ya contará para estos compromisos con casi toda su plantilla, con la excepción del único lesionado de larga duración, el lateral franco-senegalés Youssouf Sabaly, de baja unos cuatro meses tras ser operado de un rotura muscular en el rector anterior de su pierna izquierda.

Para reforzar esta posición, no obstante, llegó sobre la bocina del cierre del mercado Héctor Bellerín, cedido hasta final de temporada desde el Arsenal inglés, idéntico compromiso que William José, a préstamo por la Real Sociedad.

Se le ha quedado a Pellegrini una plantilla corta para afrontar esta campaña tres competiciones con todas las garantías, pese al acelerón final en el mercado de fichajes. Y todavía sin la Copa del Rey en juego, estas tres semanas con siete duelos en liza serán un buen test para ver la competitividad que pueda mostrar el conjunto verdiblanco cuando el calendario se aprieta. Tendrá que tirar de rotaciones y fondo de armario, pero sin tirar ningún partido.

En la Liga Europa se mide con los teóricos rivales más débiles con los que no puede fallar si quiere amarrar una de las dos primeras posiciones que dan derecho a seguir adelante, mientras que en Liga juega ante rivales propicios para empezar a sumar victorias tras un inicio en el que todavía no conoce la victoria.