Pellegrini y Lopetegui, bajo una emoción a flor de piel
Derbi Betis - Sevilla
Betis y Sevilla, a romper la igualdad en los duelos de rivalidad con los verdiblancos como anfitriones: 23 victorias locales y 23 de los rojos; en Primera, 18-15 para los heliopolitanos
Según el diccionario de la RAE, “emoción” es, en su primera acepción, la “alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”: palpitación acelerada, risa floja, lagrimeo. Lo que nos pasa cuando los más queridos nos organizan una fiesta sorpresa. La segunda acepción define “emoción” como “interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo”: lo que el espectador siente cuando James Stewart, con sus prismáticos, ve desde la ventana indiscreta cómo el presunto asesino vuelve al piso antes de que la fisgona de Grace Kelly lo haya abandonado.
Traducido al mundo del fútbol, emoción en la primera acepción es dar la bienvenida a tu equipo, en el estadio o incluso el salón, cantando a grito pelado el himno con la bufanda extendida junto a tu grupo de irreductibles. Y en su segundo significado es disfrutar o padecer un penalti en el último minuto.
Y esas emociones, la primera y la segunda, se multiplican por diez cuando hablamos de un derbi. Y por cien cuando hablamos del derbi sevillano, pues en pocos rincones –algunos hay, no seamos ombliguistas– se disfruta y padece el fútbol con la misma pasión que por estos pagos.
El propio carácter expansivo del sevillano eleva las notas de una sinfonía que a muchos les suena terrorífica, de mal que lo pasan en esa hora y media larga. Y la igualdad del Real Betis Balompié y el Sevilla Fútbol Club en su implantación dentro del tejido social de la ciudad y la provincia termina de elevar los mercurios.
101 derbis sevillanos en Primera
Por si fuera poco, Betis y Sevilla protagonizan hoy el derbi oficial número 68 con los verdiblancos como anfitriones –también será el 101 en Primera División, contando también los del Sevilla como local– dispuestos a romper una paridad absoluta: 23 victorias de los heliopolitanos, 23 victorias de los nervionenses y 21 empates. Con 78 goles a favor de los béticos y 82 para los que habitualmente han vestido de rojo en sus visitas al vecino. En Primera, son 18 los triunfos béticos, 15 los sevillistas y 17 empates, con 62 goles de los locales y 59 de los visitantes.
Una igualdad cerrada que Manuel Pellegrini y Julen Lopetegui van a tratar de romper hoy. Paradójicamente, tanto el chileno como el vasco afrontan su tercera partida (1-1 en la primera el pasado 2 de enero, 1-0 para el Sevilla en la segunda el 14 de marzo) entre el aval absoluto, rotundo de sus números (sus porcentajes de victorias con sus equipos son de récord) y el runrún incómodo de los partidos precedentes, en el caso bético las dolorosas goleadas ante Atlético y Bayer Leverkusen y en el caso sevillista el no menos lacerante revés ante el Lille. A ver quién de los dos maneja mejor sus... emociones.
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