Entre Juanmi y Canales, los ex realistas se exhiben en su retorno
Real Sociedad - Real Betis | Nombres propios
El malagueño fue el autor material de los dos primeros goles gracias a su inteligencia y su calidad en los golpeos
El cántabro se desató en la segunda mitad con un verdadero partidazo
La crónica del Real Sociedad-Betis
Manuel Pellegrini es un extraordinario entrenador, pero también tiene motivos para estar muy orgulloso de sus futbolistas, de este Betis capaz de mirar hacia el frente siempre y de salir a todos los partidos a comerse al rival, con independencia de qué equipo esté delante. Esta vez lo padeció la Real Sociedad y los béticos volvieron a meter cuatro goles, lo que no es ninguna casualidad.
Juanmi | Balón que toca, coqueteo con el gol
Impresionante de nuevo la exhibición del menudo delantero de Coín. En su retorno a San Sebastián fue la personificación de la eficacia y de la habilidad para estar siempre en el sitio justo. Dos pases atrás y primer gol con la derecha y el segundo con la izquierda. Además, otro anulado y un paradón de Álex Remiro...
Canales | Destapó el tarro de las esencias en la segunda mitad
No había destacado mucho por sus acciones brillantes en el primer periodo, aunque sí había sabido templar, ir a la presión y tirar de los suyos con sapiencia, pero en la segunda mitad iba a destapar el tarro de las esencias. Sus pases profundos fueron espectaculares y desarboló a la adelantada defensa realista. El balón a Álex Moreno en el 0-2 es propio de los jugadores de billar al calcular el sitio justo para darlo con todas las ventajas.
Édgar | Igual y no se vio, pero Mikel Merino sí lo padeció
Pellegrini encontró la solución perfecta para la ausencia de Guido Rodríguez. Alineó en el eje al gigante catalán y éste fue capaz de cortocircuitar todas las conexiones por esa zona de los realistas, uno de sus puntos fuertes. No se vio mucho con el balón, pero Mikel Merino sí sintió siempre su aliento muy cerca.
William Carvalho | Es su momento, va a sitios imposibles
Está con tal grado de confianza que se siente casi un dios dentro del campo de fútbol. La mejor prueba de ello fue la manera en la que busca ese balón perdido y no sólo se contenta con eso, lo pisa, deja atrás a Guevara y levanta la cabeza para ver a Juanmi en la mejor posición. Chapó.
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