Manuel Pellegrini enfoca ya al mejor Betis de Serra Ferrer

El golazo de Juanmi en el minuto 79 del pasado Barcelona-Betis, culminando un contragolpe de manual en el que participaron desde Rui Silva a Guardado, Canales y Tello, le abrió la puerta a los verdiblancos hacia otra aspiración mayor, acabar entre los cuatro primeros allá por mayo y jugar por segunda vez en la historia verdiblanca la Liga de Campeones.

Y ese tanto, que obró de bisagra para esta temporada con tanta carga de ilusión para el beticismo, también contuvo un mensaje con su simbolismo: el Betis, con sus 30 puntazos en 16 jornadas, ya deja atrás a las mejores versiones rayadas en verde y blanco de este siglo, aquella con Pepe Mel en la temporada 2012-13 y la anterior de Juande Ramos (2001-02), ambas con 28 puntos, de forma inopinada, a estas alturas del campeonato.

El grueso de ambas plantillas habían sacado al Betis de Segunda (en el caso de la que adiestraba Mel, dos campañas antes) y en ambos situaciones culminaron su admirable Liga con la clasificación para la Copa de la UEFA, luego llamada Europa League (en el caso de Juande, a sólo cinco puntos de la Champions). En su singularísima historia, el club también se distingue por hacer notables campañas nada más ascender, el Betis y sus circunstancias...

Y hasta estos dos casos, que tanto hicieron disfrutar al beticismo, ceden al ritmo del equipo actual. El sostenido rendimiento del Betis que maneja con su mano sabia y templada el Ingeniero sólo pierde, dentro de los equipos que el aficionado de a pie recuerda, con aquel que se mantiene en la memoria como el paradigma de la excelencia, el que entrenó Lorenzo Serra Ferrer en la temporada 1996-97, que cruzó aquella larguísima Liga de 42 jornadas en una horquilla delimitada por los puestos primero (dos jornadas) y quinto (otras dos) y que fue un habitual de la tercera plaza y la cuarta, en la que acabó empatado a puntos con el entonces fortísimo Deportivo de La Coruña (77).

Aquel enorme Betis de Serra, el de jugadores de la talla de Prats, Vidakovic, Jarni, Alexis, Finidi o Alfonso, atesoraba ya 32 puntos en la jornada decimosexta, dos más que los que suma el actual. Acababa de golear 5-1 al Logroñés en el Benito Villamarín y figuraba cuarto en la tabla, antes de visitar el Ramón Sánchez-Pizjuán el recordado 22 de diciembre de 1996, en aquel derbi de Olías, como lo conoce la Sevilla futbolera, que concluyó 0-3.

No obstante, hay una diferencia sustancial entre la Liga de hace 24 años y la actual: entonces sólo los dos primeros obtenían billete para la Liga de Campeones, por los cuatro que tienen el privilegio ahora. Quiere ello decir que el sobresaliente rendimiento de aquel Betis (acabó jugando la extinta Recopa al ser subcampeón de Copa ante el Barcelona, que fue a Champions) le hubiera dado para jugar por primera vez la máxima competición de clubes si hubiera regido la actual normativa de la UEFA. Seis puntos de ventaja le sacó al quinto, el Atlético de Madrid (71).

Como el cuarto tiene ahora un hueco seguro en la fase de grupos de la Liga de Campeones, al Betis de Pellegrini le valdrá con repetir la posición de las plantillas de la temporada 1996-97 y también la de la 2004-05, que igualmente entrenó Lorenzo Serra y que sí que aprovechó la ampliación de plazas para jugar y ganar la eliminatoria previa de Champions ante el Mónaco y disputar el torneo en un complicadísimo grupo con Chelsea, Liverpool y Anderlecht.

La proyección de puntos de este Betis que suma 30 puntos en 16 jornadas lo llevaría hasta los 71 cuando concluya la Liga, una cifra que casi siempre ha asegurado, desde que se otorgan tres puntos por victoria, acabar entre los cuatro primeros. Pero no siempre: hay casos reveladores como el del Sevilla de Emery, que en la Liga 20014-15 sumó 76 puntos y sólo le dio para ser quinto tras el Valencia (77).

Aquel Betis 96-97 mantiene el récord de puntos en las primeras 19 jornadas de Liga (que en aquel campeonato de 42 partidos no cerraba la primera vuelta), ya que tras el 5-1 al Logroñés y el 0-3 al Sevilla, empató en casa ante el Valencia (1-1) y goleó al Sporting de Gijón en El Molinón (2-4) para alcanzar los 39 puntos. El equipo de Pellegrini podría igualar ese registro. Eso sí, debe ganar también a la Real Sociedad el domingo, al Athletic en Bilbao y al Celta en Heliópolis.