Manda la calidad individual, manda Fekir

Como queriendo responder de la mejor manera, sobre la hierba, a Didier Deschamps por dejarlo fuera de la selección francesa en la última lista, Nabil Fekir creó una jugada mágica, de las que sólo hacen los cracks, para desnivelar un partido incierto y en el que, además, el Levante estaba adelantando sus peones en el tablero.

El Betis no carburó esta vez como equipo. Canales lleva varias semanas a media luz, Lainez naufragó en la derecha y hasta tapó a Emerson. Sólo un rato por la izquierda, en la primera parte, el Betis hizo daño de verdad, pero el Levante se hizo con la pelota en la segunda parte y Pellegrini sorprendió: Guido fuera, William dentro, Lainez fuera, Juanmi dentro y a mandar balones a los dos puntas, con más espacios para salir rápido. Por uno de esos pasillos se coló con su calidad innata un campeón del mundo.

Defensa

Empezó el Betis sin una tensión plena en la zona ancha, tardó en salir a buscar al Levante y el equipo valenciano, que salió con un perfil muy ofensivo –sólo Vukcevic como medio defensivo, con Bardhi a su lado y De Frutos y Morales abiertos a las bandas, más dos puntas– empezó a dibujar ataques profundos, prometedores. Sobre todo con el dúo De Frutos-Miramón por la derecha ante Álex Moreno, quien otra vez mostró sus dificultades para guardar su espalda. Fundamental en esta fase fue la respuesta de Mandi en la última línea. El argelino estuvo perfecto todo el partido.

Todo fue cambiando a medida que Guido plantó sus reales, Guardado le secundó y el Betis detectó que el Levante, como tantos equipos, arriesgaba mucho en la salida de balón y concedía pérdidas. En cuanto las marcas fueron más ajustadas, desapareció el Levante.

Ataque

Canales no es hoy ese jugador punzante, hiperactivo y que aparece por todo el frente del ataque para asociarse con Fekir o el punta por dentro, lanzar al lateral por fuera o aparecer como rematador. Tampoco funcionó la novedad de Lainez en la derecha, ya que le costó encarar a Clerc y, cuando lo hizo, fue a destiempo e impreciso. No se entendió, además, con Emerson, que fue otro cuando salió del campo el mexicano.

Por la izquierda, en cambio, Álex Moreno sí que tiró para arriba y aprovechó algún balón largo de Guardado para ganar la línea de fondo e incluso rematar. En ese flanco, el Levante se destapó con Miramón, un lateral que todo lo bueno lo hizo al atacar.

Pellegrini reaccionó metiendo a Juanmi para jugar con dos puntas más William para lanzar en largo a ese dúo y que Fekir aprovechara que los defensas tuvieran que multiplicar sus focos donde actuar. Y bien que lo hizo.

Virtudes

Cuando el colectivo no carbura en ataque, el Betis tiene calidad individual para decidir.

Talón de Aquiles

La tibia puesta en escena le pudo poner todo cuesta arriba.