Lección de madurez, hombría y valor en Vallecas (1-1)
Rayo - Betis
El Betis se sobrepone al calamitoso arbitraje de Muñiz Ruiz para sumar un punto en inferioridad numérica en su visita al Rayo
Sevilla/El Betis dio una lección de madurez y hombría en Vallecas. Sí, sólo sumó un punto ante un recién ascendido, que es la revelación del campeonato, pero los de Manuel Pellegrini jamás bajaron la cabeza ante las múltiples adversidades que fueron acaeciendo, sobre todo las que tenían a Muñiz Ruiz como implicado. El pontevedrés no sólo expulsó a Álex Moreno en una acción que no lo merecía sino que influyó decisivamente en el desarrollo del juego con sus subjetivas apreciaciones siempre a favor del cuadro local.
A este cronista no le gusta poner el acento la labor arbitral, por más que alguna equivocación pueda cambiar una acción de un partido, pero el debutante en Primera completó un calamitoso partido y alguien se lo debería hacer revisar en el vídeo.
Ni ese desigual criterio afectó a la concentración del equipo bético, que se mantuvo firme durante los más de 100 minutos que se jugaron en Vallecas, y que supo resistir en inferioridad las acometidas de un Rayo que permanece invicto como local.
El Betis, que también sufrió la baja de última hora de Juanmi, su mejor goleador en esta temporada, dejó claras sus intenciones desde el primer minuto. Presión en campo rival y un fútbol de mucha intensidad sorprendieron al Rayo, acostumbrado en su estadio a dominar el juego.
Tampoco se achicó el equipo de Iraola, que fue igualando la contienda, aunque las porterías permanecían casi inadvertidas, más allá de sendos disparos de Canales e Isi, dos jugadores que se convertirían después en protagonistas principales.
La oportunidad más clara llegarían en el 32’, con un potente disparo de Fekir que repelió Luca Zidane como pudo y en el que Álex Moreno no puso aprovechar el rechace con todo a favor.
Precisamente, el catalán sería protagonista de la jugada que cambió el duelo. En un balón dividido, el lateral metió la pierna mientras Isi bajaba la cabeza para tocar el balón, produciéndose un impacto en la cabeza del murciano. Tras dejar continuar hasta que el juego se detuvo, Muñiz Ruiz se acercó al futbolista rayista, que sangraba por la cabeza tras el impacto recibido. Pese a que su criterio había sido dejar seguir la jugada –era un acción casi en el mediocampo–, el colegiado le acabó mostrando la tarjeta roja a Álex Moreno, que no se lo creía, mientras el VAR tampoco corregía al árbitro, que entendió como juego violento una acción de juego peligroso.
Con todo, el Betis siguió de pie en el partido. Pellegrini recompuso a su equipo con Guardado por Borja Iglesias, que poco antes había reclamado un penalti por mano de Catena, y el cuadro verdiblanco replegó líneas a la espera de cazar un contragolpe.
El mismo llegaría en el segundo de los siete minutos de prolongación del primer acto. Sergio Canales agarró la pelota en tres cuartos de campo, superó la oposición de Fran García y abrió hacia el lado derecho donde apareció Fekir. El francés contemporizó la jugada para esperar el desdoble de Bellerín, que luego metería un pase perfecto al segundo palo, donde de nuevo apareció Canales para empujar el balón a portería vacía.
Ese 0-1 al descanso premiaba a los de Pellegrini, que habían salido al césped con las ideas tan claras que ni quedarse en inferioridad numérica en una polémica acción los había sacado del encuentro.
El escenario tras el intermedio ya fue bien distinto, con el Rayo ya sí disponiendo de la posesión de la pelota y el Betis aguardando en campo propio e intentando posesiones largas bajo la batuta de William Carvalho, impresionante en esas labores de fútbol control.
La firmeza de la pareja de centrales, con Bartra en ese alto nivel de los últimos tiempos y Édgar dándole la razón a Pellegrini por elegirlo para un complicado escenario como el de Vallecas, hizo que el Betis pasara los minutos sin demasiados apuros.
A la hora de partido, Iraola empezó a mover el banquillo, con la entrada de Sergi Guardiola, y poco después metió más tralla con Álvaro García y Bebe, lo que ya sí volcó el partido hacia el área de un Betis que también empezaba a notar el cansancio.
Mientras, Muñiz Ruiz seguía a lo suyo. Bien escamoteaba una peligrosa falta a William Carvalho en el borde del área rayista que se olvidaba de las tarjetas tras una dura entrada a Bartra o pasaba por alto un ilegal bloqueo de Álvaro García a Bellerín. Tampoco Fekir recibía el amparo arbitral cuando el Rayo lo frenaba en falta, con lo que los escasos intentos del Betis de buscar la portería rival morían antes de tiempo.
Y así acabó llegando lo que parecía inevitable. Tras una pérdida de Guido, que tampoco detuvo en falta a Trejo, Balliu puso un buen centro que Falcao remató al poste. El rechace, tras una disputa de Bartra con el propio Falcao, acabó en los pies del lateral rayista, que controló y disparó por alto para superar a Rui Silva y establecer el 1-1.
Pero tampoco la igualada sacó de sus casillas al Betis. En un ejercicio de madurez, los heliopolitanos continuaron mostrando firmeza atrás y también Rui Silva, con sendas intervenciones a disparos de Sergi Guardiola y Álvaro García, reivindicó su figura.
Incluso el Betis quiso estirarse en el tramo final, pero unas veces la falta de fuerzas, como en un disparo de Canales, o en otras de nuevo el árbitro, que pitaba como falta en ataque cualquier roce con el que se caían los defensas rayistas, dejaron el marcador sin moverse más.
Sólo sumó un punto el Betis en Vallecas, pero el valor es muchísimo más elevado. La actitud y hombría del equipo fueron de Champions, esa posición que quiere seguir defendiendo con uñas y dientes.
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