Isco, único solista que despunta en el afinado coro de Pellegrini

Mallorca-Betis | Informe técnico

El trabajo colectivo que procura el chileno vuelve a paliar las ausencias y facilita que se acoplen Sokratis, Johnny, Altimira y hasta Visus

Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Mallorca

La crónica del Mallorca-Betis (0-1)

Isco, busca una salida a la jugada ante Luiz Henrique, Altimira y Morlanes.
Isco, busca una salida a la jugada ante Luiz Henrique, Altimira y Morlanes. / Cati Cladera (Efe)

Lo mejor que le puede pasar a un equipo de fútbol es que el método sobrevuele por encima de las individualidades. Y es lo que le pasa al armado y competitivo Betis de Manuel Pellegrini, que suele sobreponerse a las ausencias para sacar la cabeza y salir por su propio pie de las batallas. Esta vez, además, salió con los tres puntos dispuestos a ser facturados en el aeropuerto, lo que no ocurría desde mediados de agosto. El único gran nombre propio fue el de Isco Alarcón, claro que sí. El malagueño no sabe jugar mal, ni siquiera un día se deja llevar por la ramplonería. Gobierna los partidos a su antojo. Es el DJ que marca el ritmo a la fiesta.

Defensa

Sokratis se va acoplando cada vez mejor con su oficio y su sobriedad, que tan bien le viene a la defensa verdiblanca. Johnny también se destapó ya como un medio centro valiente, que gana las disputas por abajo y por arriba y que no se complica. Esas dos piezas le dieron solidez al bloque y a partir de ahí los demás se sintieron seguros. Incluso Visus, relevo de Pezzella en el descanso, entró muy enchufado y no dejó ni girarse a Muriqi. Poco a poco gente nueva se enrola en el método Pellegrini, que siempre encuentra el modo de carburar por muchas ausencias que se sumen.

La pareja Johnny-Altimira, con el segundo escalonado y con vocación de sumarse al ataque, como se vio en el único gol, mezcló bien y evitó esos pasillos interiores por los que Sergi Darder es tan peligroso en conducciones.

Otra prueba más para la fiabilidad del método fue la retirada del jefe de la zaga, Germán Pezzella, en el descanso. Y también Visus, muy solvente en su pegajosa marca a Muriqi, se subió al carro. Todos, en realidad, acaban subiéndose al carro de Pellegrini. O casi todos.

Ataque

Con Borja Iglesias pensando ya en alemán y el crédito de Willian José tan maltrecho, el Ingeniero probó esta vez con Luiz Henrique partiendo de la derecha, Assane Diao de la izquierda pero una absoluta libertad de ambos para irse intercambiando con los jugadores más avanzados por dentro, Fekir e Isco. Negación de referencias para los tres recios centrales que alinea Javier Aguirre. No es que el Betis desestabilizara mucho el entramado bermellón, pero esa capacidad de Isco, también de Fekir aun tan disminuido, de hipnotizar al de enfrente con la pelota y evitar que ose meterle el pie le procuró al Betis un precioso tiempo de posesión que lo llevó a insistir, probar suerte aun sin gente ducha en el remate de primeras... salvo Isco.

Y así fue como en una dejada de Fekir en el balcón del área, Altimira soltó ese tiro, no imparable pero con cierta carga de veneno, que acabó decidiendo el partido.

Virtudes

Isco, ante todo, pero también la sensación de que el plan está por encima de los nombres.

Talón de Aquiles

Casi nulo juego por fuera.

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