Fekir ansía un Betis de Champions (2-4)

Nabil Fekir es una estrella del fútbol europeo y, como tal, ansía un Betis de Liga de Campeones. Merece y exige jugar la mejor competición del mundo a nivel de clubes. Por ello condujo a su equipo en el Ciutat de Valencia, con William Carvalho de lugarteniente, hacia otra inapelable victoria por 2-4 que blinda una semana más la preciada tercera plaza que lucen los verdiblancos. Fekir hizo dos de los cuatro tantos béticos, Édgar se estrenó en la faceta goleadora y William Carvalho consagró su inspiradísimo momento con otra diana en su especialidad, asomándose al balcón del área.

El Levante, camino de Segunda, va a morir matando y tuvo ocasión de colarse en el partido después de que el Betis llegara a ponerse 0-3 con el tanto de Carvalho a los 42 minutos. Uno después hizo Dani Gómez el primer gol de los valencianos en una acción de De Frutos desde la derecha que sorprendió a Édgar y Pezzella, y a los dos minutos de la reanudación, el propio Dani Gómez envió bajo el larguero el balón a la red tras otra acción de De Frutos desde su costado en la que no anduvo fino Rui Silva.

Ese 2-3 al poco de volver de la caseta amenazó con descarrilar a un Betis que jamás inspiró seguridad atrás en la casa del colista y condenado Levante. Los laterales, Bellerín y Álex Moreno, concedieron demasiados centros. Y muchos ciertamente peligrosos, muy tocados, rasos y paralelos a la línea de gol. Alguno acabó con el balón suelto en el área pequeña. Suerte para el Betis que ninguno fue a parar a uno de azul y grana.

Pero la mayor suerte bética hoy es contar con un jugador del nivel de Nabil Fekir, quien zanjó la mínima duda en cuanto pudo. Dos minutos después de ese inquietante 2-3, ejecutó un libre directo que llevó la pelota a la red tras golpear en el palo izquierdo de Cárdenas. Ese obús pulverizó las esperanzas de los valencianos y el posterior manejo de los tiempos que regaló el francés terminó de blindar el tesoro de los tres puntos.

La fiabilidad del Betis de Manuel Pellegrini ante los equipos de la zona baja de la tabla es absoluta. Y más aún lo fue ante el desahuciado Levante, que salió con cinco defensas-defensas, cuatro medios y un solo delantero dispuesto a guarecerse atrás, trabar lo que pudiera el juego asociativo del Betis y cazar alguna a la contra con su proverbial salida rápida, la que procuran Morales y De Frutos por las alas.

En el primer cuarto de hora, parecía que el plan granota podía surtir efecto, porque el Betis no se manejaba con la soltura habitual. Pellegrini alineó a Édgar junto a Carvalho en la zona ancha, abrió a los costados a Rodri y Tello en ese interlineado junto a Fekir y mantuvo a Borja Iglesias en la punta del ataque. Y no terminaba de sonar afinada la puesta en escena.

De hecho, el partido se encaminaba a su primer cuarto de hora cuando Manuel Pellegrini se desgañitaba pidiéndole a Tello que arrancara con brío por el costado siniestro cuando Fekir se encontró con un pasillo interior expedito hasta la media luna. El francés se zafó con facilidad de la tibia oposición del central Óscar Duarte y vio más claro el tiro a puerta que la apertura a Tello. Soltó su látigo, la pelota tocó en el defensor que intentaba bloquear, Miramón, y el desvío de la trayectoria se lo puso imposible al portero Cárdenas.

La dinámica en la que cabalga este Betis valiente y agudo es así de poderosa. También los rebotes y la fortuna premian su arrojada actitud.

El Levante trató de encajar ese primer revés. De Frutos dibujó una diagonal desde la derecha que acabó en un tiro raso y centrado, fácil para Rui Silva. Luego Morales buscó el palo del portero luso en una falta que le costó la amonestación a Pezzella. Pero en cuanto los verdiblancos tuvieron otra, volvieron a golpear duro.

Fue en un córner que Fekir botó desde la izquierda. Pezzella, que es un central que parece tener un imán en la cabeza cuando sube para el balón parado, se anticipó a todos pero su remate se topó con el palo. La pelota, azarosa ella, fue a parar a Édgar, que sólo tuvo que remachar para el 0-2 (29’).

No es que el Betis se serenara atrás con sus dos primeros goles. En el minuto 31, Dani Gómez se anticipó a Rui Silva y el rechace le cayó a De Frutos, que chutó fuera. Y en la acción anterior al 0-3 de Carvalho, Bartra y Rui Silva acudieron al unísono a cortar un centro de Son y dejaron el balón suelto cerquísima de la línea de gol, pero fue Álex Moreno quien lo alcanzó antes para despejarlo.

No debió quedar satisfecho Manuel Pellegrini, con su saludable exigencia, ante la labor defensiva que desempeñó el Betis durante todo el partido. Sobre todo por los flancos.

Pero el centro gravitatorio de los partidos que juega este Betis suele enclavarse en el área del rival. Hacia la que apuntan jugadores del nivel de Nabil Fekir y William Carvalho. No les hizo falta ni que los extremos titulares de esta vez, Rodri y Tello, cuajaran un buen partido. Se las bastaron ellos solos para desarmar todo el andamiaje granota con la colaboración, más esforzada que lúcida, de Borja Iglesias arriba.

De hecho tras el 2-4 de Fekir, el Panda tuvo un gol cantado pero su tiro raso salió muy centrado, a las manos de Cárdenas (64’). También Lainez, que a los 66 minutos había entrado con Guardado y Willian José, obligó al portero. Y, ya con el Levante entregado con diez tras la justa expulsión de Soldado por su alevosa acción ante Carvalho (75’), fueron Guardado y Ruibal quieren erraron en claros remates. Quizás no quisieron robarle protagonismo a Fekir, la estrella que ansía la Champions.