Fekir abre la espita con un jugadón (2-0)
Un golazo del francés sirve para que el Betis vuelva a transitar por la senda de los triunfos ante un atrevido Levante
Los verdiblancos dieron de nuevo el paso definitivo tras los acertados cambios de Pellegrini
Este Betis es un excelente equipo de fútbol. La tropa verdiblanca supo cerrar con prontitud un paréntesis siempre complicado y espetó un decíamos ayer para corroborar que su caminar durante la segunda vuelta del campeonato liguero no puede ser más convincente. Frente a un Levante que no suele ponérselo fácil a ningún adversario, los verdiblancos se agarraron a la pelea y acumularon méritos más que de sobra para adicionar tres puntos más a su casillero clasificatorio, cosa que encauzaron a través de la magia de Nabil Fekir.
Párrafo especial para el espectacular delantero francés. Fekir, el mayor de los hermanos, ha aprendido con Pellegrini a olvidarse de las intermitencias y a estar muy presente en todo momento para sacar a su equipo de las circunstancias más complicadas. Esta vez no fue una excepción y ya en la primera mitad había acaparado el foco de atención en un par de jugadas que no acabaron en gol por muy poco, particularmente una en la que se fue de Miramón con la facilidad de los grandes y se acabó topando con el pie de Aitor Fernández cuando no halló a ningún compañero que lo siguiera en su aventura.
Pero Fekir no se dio por vencido en esa acción, era consciente de su liderazgo dentro del equipo y supo esperar a su momento para protagonizar otra jugada extraordinaria. El francés, esta vez, agarró el balón casi en el centro del campo, fue avanzando metros con la pelota pegada al pie y cuando se acercaba al área pegó un demarraje inesperado para Vezo y Clerc. A los dos los dejó atrás con una facilidad pasmosa, digna de los mejores, claro está, y se quedó frente a frente delante de Aitor Fernández de nuevo.
Esta vez utilizó incluso su pierna derecha sin ningún temor al error. El disparo se coló entre las piernas del guardameta y el Betis, una vez más, había tenido la paciencia suficiente para solventar una papeleta complicada. Esta vez fue la consecuencia de la excelsa calidad de uno de sus abanderados, de un Fekir que sólo ocho minutos después de esa prodigiosa internada en el minuto 70 se asociaba con el otro futbolista que desequilibra dentro de la plantilla, Canales. El cántabro lo dejó completamente solo delante del guardameta con un taconazo, el gol era mucho más fácil que el que había anotado, pero el francés aún debe andar preguntándose que cómo se le había escapado esa oportunidad para abrocharlo todo con la pelota en su pierna buena y toda la portería para él para llegar a convertir aquello en una goleada incluso.
Son las circunstancias del fútbol, pero a Fekir esta vez se le perdonaba cualquier error. No en vano, había sido capaz de abrir la espita del triunfo ante un equipo que llegaba a provocar inquietud, sobre todo cuando se llegaba ya a un espacio temporal en el que la balanza podía caer hacia un lado o hacia el otro. Pero no todas las escuadras tienen la suerte de poder gozar de un futbolista de la calidad del francés para que la suerte se convierta en buena de manera definitiva.
El Betis, una vez más, había sabido manejarse hasta el momento justo y la acción se producía después de que Pellegrini hubiera apelado a su banquillo de manera acertada, como casi siempre. Tanto es así que Juanmi, uno de los dos que habían ingresado desde la grada, se encargaba de poner la guinda al remachar una jugada en la que intervino Canales, con su pase, y Mandi, con su disparo a bocajarro que fue repelido por Aitor para que el malagueño la empujase.
El Betis, un buen Betis a pesar de las circunstancias en las que llegaba a esta cita y a pesar, también, de tener enfrente a un rival que busca sorprender a través de la velocidad en todo momento, había sabido imponer la calidad de sus futbolistas por encima de los problemas que se pudieran originar a través del juego levantinista. Sólo en los primeros minutos llegaron a sufrir de veraz los verdiblancos, porque en el resto del juego la superioridad de los locales fue incuestionable.
Todo sucedía en un día en el que Pellegrini optaba por darle la titularidad a Claudio Bravo en la portería para que el chileno ordenara a todos los suyos e incluso evidenciara su valentía en alguna salida casi al medio del campo que no se convirtió en peligrosa por la decisión del cancerbero. Las otras novedades eran Lainez y Álex Moreno, particularmente brillante el lateral izquierdo en sus incursiones al ataque.
Con semejantes mimbres, el Betis sólo sufrió en los primeros compases, hasta que Fekir ya tuviera su primera oportunidad en un balón de Borja Iglesias que dejó pasar creyendo que lo acompañaba algún compañero. Desde ese momento todo fue mejor para los anfitriones, que debieron adelantarse en el arreón que protagonizaron sobre la media hora. Pero el premio gordo debía esperar un rato más, concretamente hasta que Fekir protagonizara una de esas jugadas que suelen firmar los privilegiados de este deporte.
Mejor así, el Betis, que hizo el segundo a través de Juanmi, había sabido sobreponerse a todo para corroborar que es un notable equipo de fútbol y difícilmente debe bajar de donde está actualmente. La presencia en competiciones europeas la próxima campaña está cada vez más cerca. Lógico.
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