Correa marca el camino hacia la élite (1-0)
Atlético de Madrid-Betis | Crónica
El Atlético supera al Betis en un gran segundo tiempo en el que subió el pistón tras la entrada del argentino
Loren dispuso de la mejor ocasión de un equipo verdiblanco que fue de más a menos
Sevilla/Quería medirse el Betis con uno los grandes de la Liga como este Atlético de Diego Simeone y la conclusión final es que a los de Quique Setién les falta un punto de cocción para manejarse en la élite, esa experiencia para este tipo de partidos que encierran más de uno durante sus 90 minutos y en los que el Atlético es uno de los mejores especialistas del continente. De más a menos, los verdiblancos se vieron atosigados en un segundo tiempo en el que el cuadro colchonero fue subiendo la intensidad de su fútbol hasta encontrar la vía del gol por medio de Correa, decisivo tras su entrada por Lemar. Con el argentino en el campo, el Atlético halló nuevas vías hacia la portería de un Pau López que se multiplicó, pero que no pudo reaccionar ante el disparo ajustadísimo al poste derecho del argentino.
Le quedará al Betis un regusto amargo, esa sensación de que debió dar un paso adelante en los momentos en los que sí mandó en el partido, sobre todo en esos 20 primeros minutos en los que gobernó con la pelota en el Metropolitano. También el duelo pudo haber virado de rumbo en el minuto 5, cuando Loren recibió un perfecto pase en vertical de Guardado –que se marchó lesionado al cuarto de hora– para que enfilase a Oblak, pero al marbellí se le vino el escenario encima. Ni su control ni su posterior acción para el disparo fueron los correctos y Oblak sólo debió mirar cómo la pelota se marchaba lejos de su portería. Quizá esa acción refleja a la perfección lo que le sucedió al Betis en una tarde en la que pretendía dar un golpe en la mesa, pero en la que acabó enseñando que todavía debe madurar para esas cotas mayores a las que pretende escalar más pronto que tarde.
Como a Loren, que luego batalló e incluso ganó en el cuerpo a cuerpo a Godín y compañía, otros verdiblancos también deberán extraer lecciones de este duelo ante un gigante. No sólo Francis o Júnior, señalados por sus pérdidas, sino también jugadores que están llamados a ocupar un rol decisivo como William Carvalho o Lo Celso deben entender que el Betis los necesita en este tipo de partidos y no por sus detalles ante el Dudelange.
Se respetan Setién y Simeone, por más que en el pasado existiera algún cruce dialéctico, y así se comportaron sus equipos en el arranque. Cada uno con su esencia, es decir, el Betis intentando salir con el balón desde atrás y el Atlético apretando para buscar ese error que allane el camino hacia el gol, ambos conjuntos se sintieron más cómodos en la presión tras pérdida que en cualquier otra circunstancia del juego.
Más allá de la oportunidad de Loren en el inicio, tanto el Betis como el Atlético comenzaron con más miedo a ese error que pudiera penalizar el contrario que a una búsqueda directa de la portería rival. Como si los jugadores de ambos equipos temiesen más a una reprimenda de sus técnicos por un fallo inoportuno que el posible elogio por un acción magistral.
Pero el escenario sí cambió tras el paso por los vestuarios. Simeone ya sí pidió a su equipo que diera un paso adelante y el Betis comenzó a tener dificultades para mantener la pelota, a la vez que empezaban a sucederse las llegadas del Atlético. Un disparo de Griezmann, un remate de Kalinic al poste, un disparo de Rodri que exigió a Pau López u otro remate del delantero croata al que también respondió el meta bético ya indicaban que el duelo se había inclinado hacia la portería verdiblanca.
Del Betis apenas existían ya señales en ataque. Sólo una buena acción colectiva que finalizó en un centro al área de Francis para que Loren reclamase penalti sumaron los heliopolitanos en esa fase del partido en la que Simeone ya movía sus piezas con Correa y Thomas en el campo. Precisamente, el argentino sería el factor decisivo para desequilibrar el partido. Primero avisó con un balón que se paseó por el área bética sin encontrar rematador; luego con esa acción individual, en la que le robó la cartera a Júnior para combinar con Thomas antes de encarar hacia el área verdiblanca. No lo dudó el argentino, al que no encimaron ni Sidnei ni, sobre todo, William Carvalho, y ajustó al límite su disparo cruzado con la diestra para que la respuesta de Pau López fuera imposible.
Con el partido como más le gusta a Simeone, con su equipo por delante en el marcador, el Betis al menos tiró de orgullo para intentar la igualada. La tuvo Mandi tras un magnífico centro al área de Canales, aunque la acción defensiva de Lucas Hernández impidió el remate limpio del franco-argelino, que se marchó junto al poste de Oblak. También lo intentaron Sanabria, de falta directa, o Júnior, ya casi a la desesperada, pero el Atlético sabe manejarse en ese tipo de situaciones que tantas veces ha vivido en los últimos tiempos. Y es que ahí radicó la gran diferencia entre este conjunto colchonero asentado entre los grandes y un Betis que debe aprender de ejemplos como el de Correa en esa travesía que te conduce a la élite.
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