Cónclave por el medio centro

Gustavo Poyet quiere más. Aunque públicamente el uruguayo ha elogiado la rapidez con la que el director deportivo, Miguel Torrecilla, dio los primeros pasos en la configuración de la plantilla, la salida de Alfred N'Diaye -y con la espantada final de Tomás Pina, que era el sustituto deseado- ha alterado los planes de los técnicos, que ahora buscan un centrocampista que reúna las cualidades deseadas. De hecho, ayer, el propio Torrecilla se desplazó hasta la concentración del equipo verdiblanco para reunirse con el entrenador e intercambiar pareceres al respecto.

Pasada la una de la tarde, y ya con todo el cuerpo técnico y la plantilla en el salón donde habitualmente realizan las comidas, Torrecilla hizo acto de presencia en el hotel e inmediatamente pasó al comedor, en el que, tras saludar uno a uno a los jugadores, se sentó en la mesa del cuerpo técnico. Compartiendo mesa y mantel, el director deportivo se informó de las primeras impresiones de Poyet y los suyos tras estos días de trabajo e incluso prolongaron la charla hasta pasadas las dos de la tarde, cuando todos se fueron a descansar.

Eso sí, apenas una hora después, de nuevo Torrecilla y Poyet se sentaron, esta vez solos, para conocer cómo marchan los frentes que tiene abiertos el director deportivo. Y es que éste maneja una lista de posibles incorporaciones consensuada con su secretaría técnica, pero la palabra del entrenador también tiene una importancia decisiva a la hora de apostar por una contratación.

El perfil de ese sustituto de N'Diaye ya lo dejó claro el entrenador en su conferencia de prensa del lunes, cuando apuntó a un pivote con presencia física que mejore el juego aéreo del equipo, aunque la inteligencia táctica y una buena salida de la pelota desde atrás también son cualidades que se valoran a la hora de analizar este refuerzo.

Más allá de las cuatro de la tarde, el director deportivo abandonaba el comedor del hotel acompañado de Poyet, de quien se despedía en el vestíbulo a toda velocidad. No tenía tiempo que perder Torrecilla, que ya conoce el deseo del técnico de contar cuanto antes con ese medio centro que condicionará la puesta en marcha de su sistema táctico.

El otro frente abierto que inquietaba a Poyet era el del paraguayo Tony Sanabria, a quien esperaba para los primeros días de entrenamientos en Marbella, y que se incorporará en la jornada de hoy. Los problemas personales de un alto ejecutivo de la Roma retrasaron la luz verde a la operación, que estaba pendiente de ese trámite burocrático de la firma del documento que permitiera el viaje del paraguayo hasta Sevilla. Hoy está previsto que aterrice el jugador en el aeropuerto de San Pablo al final de la mañana. Posteriormente, pasará el reconocimiento médico y viajará hacia la concentración verdiblanca para ponerse a las órdenes del cuerpo técnico, que ansía más competencia en la delantera para Rubén Castro y Álex Alegría. Eso sí, el paraguayo se ha perdido ya la mitad de esta primera concentración, lo que supone un contratiempo para los planes del cuerpo técnico verdiblanco.

La negociación por Sanabria quedó encarrilada la pasada semana, pero el imprevisto surgido en Roma retrasó el cierre de la operación. Después de que el lunes fuera imposible, el acuerdo se cerró ayer y Sanabria firmará por cinco temporadas, tras un acuerdo de traspaso por el que el Betis pagará casi ocho millones de euros.