De Claudio Bravo como 'jugador de campo' a la lección para Ruibal

Betis-Cádiz | Los nombres propios

El portero chileno mantiene un gran nivel como relevo de Rui Silva y evitó males mayores con sus intervenciones

Aitor Ruibal y Guido Rodríguez tratan de frenar a Brian Ocampo.
Aitor Ruibal y Guido Rodríguez tratan de frenar a Brian Ocampo. / Europa Press

La mejor noticia de un gris Betis en Cádiz fue que Claudio Bravo, experto como pocos, no se va a dejar llevar por el excelente rendimiento que está ofreciendo su colega Rui Silva en la portería. En el Nuevo Mirandilla, ante un equipo cada vez más armado y competitivo como es el de Sergio González, el rendimiento de la mayoría de los jugadores verdiblancos fue inferior al habitual esta temporada. Sólo Juan Cruz, al que hay que medirle las exigencias, volvió a dar chispazos de lo que puede llegar a ser.

Claudio Bravo | El Betis cuenta con una segura pareja de porteros

Si Rui Silva ha dado un paso adelante esta temporada y está cada vez más cuajado como portero, su colega Claudio Bravo también rinde y bien en las rotaciones. En la primera parte, el chileno sacó una pierna de forma prodigiosa en un tiro de Álex Fernández cercano y potente que se envenenó al rozar en Pezzella. Y de nuevo ante Álex Fernández sacó una mano providencial al filo de la hora de partido. Parece fácil cómo golpea el balón con los pies, pero no lo es. Es un jugador de campo más.

Luiz Henrique | Sigue enfriando el peligro a menudo

El extremo brasileño sugiere un potencial que no termina de explotar. En la primera parte, dibujó una arrancara hacia el área que sólo los realmente buenos pueden hacer, pero se quedó en nada. Apenas culmina lo que intenta y lo peor es que a menudo, ataques prometedores del Betis se van al limbo porque Luiz Henrique enfría el peligro con una mala decisión.

Aitor Ruibal | Un partido para aprender en su adaptación al lateral

Manuel Pellegrini está convirtiendo a Aitor Ruibal en un lateral más que útil, pero en su proceso también va a tener que aprender de los errores cuando tenga enfrente a jugadores que le encuentren las vueltas. Fue lo que le pasó con el uruguayo Brian Ocampo, que burló con habilidad la impetuosidad del catalán y lo dejó atrás con un golpe de cintura o un sutil toque. A veces, conviene aguantar y no entrar.

Sergio Canales | Del descanso oportuno al obligado

Eran ya demasiados los partidos seguidos de Canales, que encadenaba ocho partidos seguidos jugando al menos 73 minutos, y si había una ocasión para que se tomara un respiro, era ayer ante el Cádiz para volver con las pilas recargadas ante el Atlético. Pero sus dos protestas ante Mateu, tan dialogante como severo de repente con las quejas, lo lleva a descansar el próximo domingo.

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