Catástrofe bética en el su Día D del curso

Desde mi córner

El Bayer se apropió del balón, se adelantó en el marcador y a la contra arrasó al Betis

Era el Día D para que el Betis afrontara una vida mejor, pero la noche renana resultó catastrófica con goleada sonrojante y autoexpulsión de Fekir, harto de recibir patadas desde el minuto uno. Pero las cosas no surgen por casualidad, sino que es la causalidad la que mueve los hilos. Y la razón de ese 4-0 fue que el Bayer primero le quitó el balón al Betis para que ya con el marcador favorable le cogiese las vueltas en unas contras vertiginosas.

Sólo sobrevive Carvalho del equipo que cayó en el Metropolitano. Ya no son rotaciones, sino una revolución en cada partido y lo hace Pellegrini sin importarle el calado de cada cita. Esta de Leverkusen es de aúpa, ya que se pone en juego la posibilidad de una vida mejor, pero quien la lleva la entiende. Eso en la teoría, pues el Betis dio una imagen similar a la del domingo en Madrid. El Bayer se hizo con la pelota y apenas la cedió, por lo que todo tenía color germano.

Un zurdazo de Fekir es lo más destacable de un primer tiempo rico en apuros para Rui Silva y tanto va el cántaro a la fuente que acabó rompiéndolo Diaby a tres minutos del intermedio. Ese gol al borde del descanso iba a ser fundamental para el resto del partido. La incorporación de Canales hace que el Betis tenga más la pelota, pero no se sabe si es por obra del cántabro o porque los alemanes han decidido esperar atrás a la espera de cogerle las vueltas a los béticos.

Y el segundo tiempo va a demostrar palmariamente cómo en la élite lo de cortita y al pie está fuera de lugar. Mucho merodeo del área, pero tres goles más en la meta propia para un 4-0 infamante que deja al aire las costuras de este Betis tan rotado. Al final, la guinda con una tangana bochornosa y la autoexpulsión de Fekir que, por cierto, fue el único que inquietó algo al Bayer. El primer puesto del grupo ya es una entelequia más la demostración de que el Bayer es mejor.

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