Buena noticia, el Betis llegará vivo a Alemania (1-2)
La crónica del Betis - Eintracht
Los verdiblancos visitarán al Eintracht en Fráncfort con la posibilidad de darle la vuelta a la eliminatoria
El equipo alemán fue superior y desaprovechó buenas ocasiones, incluido un penalti parado por Claudio Bravo
Las fotos del Betis-Eintracht
Paso atrás para el Betis en su caminar por Europa, aunque con la sensación manifiesta de que nada es irreversible en la vuelta ocho días después en el maravilloso estadio del Eintracht. Ésa fue la impresión de todos los aficionados verdiblancos cuando abandonaban el Benito Villamarín después de presenciar la derrota de los suyos en esta Liga Europa, la escuadra de Manuel Pellegrini había caído por uno a dos, pero era evidente que ésa no era una mala noticia del todo. Pudo ser mucho peor, ya que la superioridad de los visitantes fue absoluta e incluso desaprovecharon un penalti al parárselo Claudio Bravo al colombiano Borré.
Es más, todos los que se quedaron hasta el final salieron suspirando después del paradón que le había hecho el propio guardameta chileno al tiro cruzado de Kostic en el minuto 93. Tuvo más dificultad incluso que él máximo castigo y ahí volvió a salvarse el Betis de una diferencia que hubiera sido mucho más complicado de remontar en la inminente cita en Alemania.
Fueron dos de las ocasiones más claras del Eintracht, pero no las únicas ante un Betis que sigue conduciendo a los suyos a ser algo más pesimistas que hace sólo tres semanas. La escuadra heliopolitana no transmite la misma frescura en su fútbol que entonces y tal vez no se trate tanto de la parcela física como de la síquica. Fekir, Canales y compañía parecen saturados de fútbol, de realizar esfuerzos al límite y tan continuados y eso se convierte en una rémora para todo.
Es como si el rival llegara antes al balón tres de cuatro veces cuando éste está dividido y sin un dueño seguro. Contra el Eintracht se volvió a dar esa circunstancia en demasiadas ocasiones y eso va mermando paulatinamente de los verdiblancos. Pero, ojo, también los alemanes enseñaron muchas debilidades en la parcela defensiva y eso le abre las puertas a una remontada a los verdiblancos si éstos son capaces de acercarse de nuevo a su mejor nivel competitivo.
Pellegrini fue fiel a sus ideas en lo referente a las rotaciones para tratar de devolverle la frescura al equipo después del esfuerzo del pasado domingo contra el Atlético de Madrid. Pezzella y Édgar volvían a ser los centrales, Guido Rodríguez era el medio centro titular y Canales y Juanmi también retornaban entre los once elegidos por el técnico chileno. Seis de diez futbolistas de campo, más que suficientes para que el equipo no se resintiera en la parcela física, pero cabe insistir en que no parece ése precisamente el mayor problema.
Más bien se trata de una saturación mental después de enlazar tantas citas consecutivas de tremenda trascendencia. La eliminatoria contra el Zenit, las semifinales de la Copa del Rey después del exigente mes de enero en esta competición en la que ya el Betis celebra estar en la final, los esfuerzos en la Liga también... Demasiadas exigencias para que la mente del futbolista no se resienta y eso quedó más que claro en este encuentro contra el Eintracht.
Además, el cuadro alemán iba a golpear demasiado pronto. Justo después de una gran acción de calidad de Fekir, con avance y disparo lejano del francés, la pelota caía por la banda izquierda. Kostic, el futbolista que la ocupaba casi al completo en el 1-3-4-2-1 de los germanos, tiraba un centro en apariencia, pero la pelota se envenenaba y sobrepasaba por arriba a un sorprendido Claudio Bravo.
Primer hándicap para el Betis, pero los verdiblancos han demostrado muchas veces a lo largo del presente curso que son capaces de sobreponerse a cualquier golpe del rival, que tienen la confianza por las nubes para remontar cuando reciben un golpe tan temprano. Incluso pareció que iba a volver a suceder cuando Fekir, sobre la media hora, aprovechaba su calidad para golpear la pelota con la izquierda y ponérsela imposible a Trapp.
Todo el Benito Villamarín suspiró aliviado. Los suyos volvían a demostrar que son capaces de superar, con juego, cualquier inconveniente que se les presente. Hubo un pero en esta ocasión, que el segundo golpe iba a llegar prácticamente de inmediato. Un error de Édgar tratando de buscar la salida con Fekir y el joven central lo iba a empeorar al no saber contemporizar ante Lindström. Trató de buscarlo en la anticipación y se vio claramente superado por la zancada del sueco para que éste le diera el gol en bandeja a Kamada.
El Eintracht no había tardado ni cuatro minutos en volver a ponerse por delante y ya la cosa sí se complicaba muchísimo más. El Betis sí acusó el golpe en esta ocasión y tuvo más problemas para reaccionar. Sólo un disparo lejano de Canales fue el único atisbo de esperanza antes del intermedio. Pero restaba mucho tiempo por delante para que nada fuera definitivo a esas alturas.
Sin embargo, en el segundo acto iba a empeorar incluso la cosa. Ni siquiera el penalti detenido por Claudio Bravo al lanzamiento de Borré iba a servir para enderezar del todo la situación. El Betis sí trató de tirar para arriba en esa fase y hasta pudo marcar de no toparse Canales con Ndicka en un balón que ya parecía el empate. Pero desde ahí la superioridad física del Eintracht cada vez fue mayor y el portero chileno de los verdiblancos se iba a tener que hacer muy grande hasta en tres ocasiones frente a Borré.
El Betis no tenía aproximaciones claras a pesar de los diferentes cambios de Pellegrini, en busca de darle más mordiente arriba a los suyos. Entraban Miranda, Joaquín, Tello y Borja Iglesias, pero el equipo heliopolitano ya era un quiero y no puedo y parecía mucho más cerca el 1-3 que el 2-2. Afortunadamente, Bravo volvió a lucirse en el tiro cruzado de Kostic y todo se quedó como estaba. Y eso es lo mejor de todo, que nadie lo dude, el Betis llega vivo a Fráncfort y viendo el nivel defensivo del Eintracht que nadie se atreva a descartar nada dentro de ocho días.
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